Alonso
Cada nueva noticia relacionada con el Fernando Alonso Cycling Team es peor que la anterior. La última novedad –si se puede considerar novedad– son las palabras de Paolo Bettini, parte activa del proyecto del piloto, confirmando que no existe la posibilidad de que haya ‘Alonso Team’ en 2015.

“Desafortunadamente, y por problemas que no me corresponde detallar, el proyecto Alonso está completamente detenido. Todavía no conozco las intenciones para el futuro”, declaró el exciclista italiano a la web noruega Procycling.no. Las palabras de Bettini no sorprenden, pero tienen valor porque es el primer miembro del proyecto que descarta que el equipo vaya a existir el año que viene.

La última vez que Alonso habló sobre el equipo ciclista fue a principios del mes de octubre, y más por obligación que por voluntad propia. La UCI había publicado las listas de los equipos inscritos para la temporada 2015 en las categorías World Tour y ProConti. En ellas no había rastro del proyecto de Fernando Alonso.

Entonces, Alonso declaró que tenían una alianza con el grupo inversor qatarí NOVO y que ellos creían que “no era el buen momento para crear un equipo”, sin especificar fechas ni momentos. El único plazo que dio el asturiano fue de “una semana o diez días”, el tiempo que tardarían en decir más.

Han pasado tres semanas y nadie desde el entorno del piloto de Ferrari ha abierto la boca. Solo Bettini lo ha hecho. El italiano, que dejó el puesto como seleccionador italiano para embarcarse en la aventura de Alonso, no cierra la puerta a una negociación futura. “Si al final se decide que deberíamos crear un equipo, será un placer dedicarme al proyecto y poner toda mi experiencia a disposición de los ciclistas”, remarca el excampeón del mundo.

“Si al final se decide”. La respuesta final quizá no la tenga Fernando Alonso, dadas las múltiples circunstancias que marcan la aparición o no de un nuevo equipo. Muchas cosas se escapan de la mano del piloto y se entiende que quiera medir sus palabras. Pero eso no justifica una total ausencia de comunicación que otorga al ‘FACT’ la apariencia de un barco abandonado.