Lars van der Haar (Giant – Shimano) hoy volvía a competir en casa. También regresaba al lugar de su primer gran triunfo, el escenario donde la incipiente promesa, el soñado relevo de Boom, se postulaba tras un año de destellos puntuales como la firme alternativa a tomar el bastón de mando de la legión orange. Pero las circunstancias son diferentes hoy. El de Amersfoort tiene galones, ha ganado en capacidad física y en experiencia. Una experiencia que le ha dictado como un deja vu la vía a la victoria, prácticamente idéntica a la conseguida un año atrás, aunque con una ligera -o no tanto- diferencia. Lo que en 2013 era una aventura, en 2014 ha sido una lección de inteligencia y consistencia, igualando en la práctica pero elevando en la estética el valor de una carrera intachable. Porque la fortuna ha estado de nuevo de su lado, pero mientras en la anterior edición esta se dibujaba como un factor clave en su éxito, en el día de hoy ha sido una mera coyuntura que simplemente ha allanado su imparable camino a la gloria.
Los ingredientes fueron los mismos. El campeón neerlandés arrancaba con fuerza, como es habitual en él, estableciendo un tempo alto durante el primer giro para evitar problemas en formas de enganchones y, de paso, complicar la carrera a más de un despistado. Aprovechando su corta talla y ligereza, se levantaba con soltura encima de la bicicleta para abrir la primera ventaja respecto a Tom Meeusen (Telenet – Fidea) y Gianni Vermeersch (Sunweb – Napoleon Games), dos ciclistas de conocida rapidez que supieron moverse en las siempre desbarajustadas salidas. Después de haber completado una vuelta, Van der Haar contaba con siete segundos con sus más inmediatos perseguidores.
Una renta que más de uno lucharía contra viento y marea por mantener. Pero aquí entró la renovada madurez y confianza del neerlandés, forjada a base de triunfos. Sabedor de que en un circuito seco como el de hoy la idea la lanzarse a tumba abierta desde el inicio era el primer paso para cavar su propia fosa, bajó el pistón. Sin nerviosismo, dejó alcanzarse por Meeusen y Kevin Pauwels (Sunweb – Napoleon Games), que consciente de lo que había sucedido el pasado octubre reaccionó presto al primer jaque. Los belgas entraron con fuerza y Van der Haar se tomó un necesario respiro antes de volver a la carga.
Tras un nuevo paso por meta, inició su sucesión de cambios de ritmo, aprovechando todos y cada uno de los numerosos repechos que le ofrecía el Cauberg, más con la intención de evitar la entrada de los Francis Mourey (FDJ.fr) o Philipp Walsleben (BKCP – Powerplus) que de forzar la maquinaria de sus compañeros de viaje. En cualquier caso, ambas premisas se iban cumpliendo. Galo y germano no tardaron en perder la estela, mientras que Pauwels y sobre todo Meeusen hacían la goma cada vez que el vigente campeón de la Copa del Mundo empujaba en las ascensiones. Una goma que a cada hachazo se estiraba más y que no tardó en quebrar al ciclista de Telenet-Fidea.
Otra vez, Pauwels y él se quedaban solos delante en el Cauberg. Y una vez más, el flamenco sería víctima de la desgracia que, simplemente, adelantó antes de lo previsto el desenlace. En una de las bajadas más técnicas del trazado, Pauwels daba con su lomo en la tierra. No se hizo nada y se incorporó rápidamente, pero Van der Haar había logrado soltarle. Y no había vuelta atrás. El de Ekeren trató de aunar fuerzas con Meeusen para solventar el problema antes de que fuera demasiado tardo, pero el problema había metido el turbo. Los diez segundos iniciales no tardaron en multiplicarse, y tras una sucesión de errores de ambos, al paso de la quinta vuelta, la renta se disparó hasta el medio minuto. Por detrás se rindieron, mientras Van der Haar iba crecido. Sin desvanecerse en ningún momento, llevó la ventaja hasta guarismos casi sonrojantes sin cometer error alguno, permitiéndose el lujo de darse un baño de masas en la última ronda, y de celebrar, con total tranquilidad, un incuestionable triunfo y el primer maillot blanco de la campaña.
A partir de entonces, todo el interés competitivo se centró en la pelea por el podio. Una batalla en la que la gallardía brilló por su ausencia y en la que alguno posiblemente se arrepintió de no tomar más riesgos. Con un trazado seco, y en el que la rueda jugaba un papel más importante que el de costumbre, Meeusen y Pauwels comenzaron a guardar. Llegó Walsleben, que hizo lo propio, del mismo modo que un Klaas Vantornout (Sunweb – Napoleon Games) que tras un leve conato se acomodó al rodar tranquilo. Una situación que se alargó en exceso y que permitió a Thijs van Amerongen y Corné van Kessel (Telenet – Fidea) alcanzar un grupo del que se asumían como descartados.
Walsleben no lo vio con buenos ojos: quedaba en inferioridad. Así que fue el primero en poner medidas. Un ataque al filo de toque de campana que si bien puso las cosas muy difíciles a los neerlandeses, también acabó con sus reservas. El alemán se apartó y dejó el paso a Meeusen, quien inteligentemente bajó el ritmo para dejar reincorporarse a sus compañeros de equipo.
La reacción desde el seno de Sunweb-Napoleon Games fue tardía. El cambio de ritmo de Vantornout no pudo con ellos, y un posterior error le eliminaba de la ecuación. El relevo a su esfuerzo lo asumió Van Kessel, ya inmerso de lleno en la pelea, que echaba el resto buscando bien romper, bien llevar tranquilo a Meeusen para que este aprovechara su rush en el sprint. Una táctica casi perfecta, de no ser por la flaqueza del primero y un salto de cadena del segundo que dejó vía libre a Pauwels para hacerse con la segunda plaza, mientras Van Kessel conseguía la tercera plaza del cajón en la que es, sin duda, la mejor actuación de su carrera.
Llega al final de estas líneas, muchos os preguntaréis. ¿Y Sven Nys? Pues bien, el Kanibaal también calcó su participación anterior. Tras una mala salida y sofocado por el calor, acabó teniendo un problema mecánico que le relegó a las últimas plazas hasta que, hastiado, decidió abandonar con solo un giro por completar. Un “cero” que prácticamente le elimina de la lucha por la general. En cuanto a los españoles, Javier Ruiz de Larrinaga (MMR – Spiuk) finalizaba en 31ª posición, mientras que Josep Betalú (BH Bikes) era doblado antes de tiempo.
Clasificación final:
- Lars van der Haar (Giant – Shimano) en 1:05:42
- Kevin Pauwels (Sunweb – Napoleon Games) a 0:26
- Corné van Kessel (Telenet – Fidea) a 0:34
- Klaas Vantornout (Sunweb – Napoleon Games) a 0:38
- Tom Meeusen (Telenet – Fidea) a 0:38
- Thijs van Amerongen (Telenet – Fidea) a 0:41
- Philipp Walsleben (BKCP – Powerplus) a 0:48
- Jens Adams (VastgoedService – Golde Palace) a 0:59
- Jeremy Powers (Rapha – Focus) a 1:10
- Gianni Vermeersch (Sunweb – Napoleon Games) a 1:24
Clasificación de la Copa del Mundo (1 prueba de 6):
- Lars van der Haar (Giant – Shimano): 80 puntos
- Kevin Pauwels (Sunweb – Napoleon Games): 70 puntos
- Corné van Kessel (Telenet – Fidea): 65 puntos
- Klaas Vantornout (Sunweb – Napoleon Games): 60 puntos
- Tom Meeusen (Telenet – Fidea): 55 puntos
- Thijs van Amerongen (Telenet – Fidea): 50 puntos
- Philipp Walsleben (BKCP – Powerplus): 48 puntos
- Jens Adams (VastgoedService – Golde Palace): 46 puntos
- Jeremy Powers (Rapha – Focus): 44 puntos
- Gianni Vermeersch (Sunweb – Napoleon Games): 42 puntos
1 Response
[…] colinas del Cauberg. Como ya ocurriera en 2013, el de Amersfoort abrió la Copa del Mundo con una irrefutable victoria en casa sirviéndose de las mismas armas que entonces: valentía, constancia y unas buena cualidades como […]