Cuando a finales del pasado mes de enero la UCI publicó su calendario de pruebas internacionales, todo ciclista y aficionado al ciclocross en nuestro país sintió una cuchillada, una más de las muchas recibidas por una disciplina tantas veces desangrada y que tantos sienten como propias. Lo que hace apenas un lustro eran seis pruebas de categoría C2 y la organización de una Copa del Mundo, se habían convertido en apenas dos. Con Ispaster fuera de competición tras un cuarto de siglo trayendo a especialistas de todo el mundo, solo Karrantza y Valencia se mantenían como únicas opciones para los ciclistas nacionales de lograr puntos dentro de nuestras fronteras.

No obstante, las clamorosas señales de alerta se han ido, poco a poco, subsanando. Y de hecho, con creces. Para empezar, el endémico problema para fijar una sede para el campeonato nacional desapareció, para variar, a las primeras de cambio, con la apuesta clara de Gijón para acoger en sus parques la lucha por el rojigualda. Una noticia positiva en términos estructurales, a la que siguió posteriormente la publicación en mayo de un pre-calendario con cinco pruebas confirmadas para figurar como parte de lo que sería el trofeo de la regularidad de la federación española. Cinco citas que finalmente se han convertido en diez, entre las que no faltarán campas históricas como las de Igorre, Elorrio o Llodio.

Sin título1

Aunque se hizo esperar el cierre definitivo, la Copa de España -que recupera su nombre tradicional tras solo un año- tendrá una cifra prácticamente récord de carreras, siguiendo una tónica que también se ha repetido afortunadamente en la mayoría de las federaciones autonómicas: cada vez hay más carreras. A pesar de que el nivel de las mismas decrezca dada la falta de medios para organizar un evento internacional que rara vez resulta rentable, la disciplina esta de moda y cada vez son más clubes y localidades que buscan la manera de organizar su propia cita, incluso en lugares tan alejados históricamente de las ruedas anchas como las Islas Baleares. En cualquier caso, el tercio norte seguirá siendo el principal motor del barro, donde se disputen las pruebas de mayor nivel y donde compiten y residen la mayoría de hombres fuertes. Tanto es así, que el 90% de los eventos de la presente Copa de España se celebrarán entre Asturias, Cantabria y el País Vasco.

Calendario

Sin título

Puntos Calientes

La entrada como pruebas puntuables para el campeonato federativo de las dos únicas carreras adscritas a la UCI, convierten a Karrantza y Valencia posiblemente en los fines de semana más importantes del presente otoño, que además servirán como frontera de dos momentos clave de la temporada. Por un lado, la prueba vizcaína marcará el verdadero arranque del torneo, ya que tras ella se sucederán otras cuatro pruebas en apenas quince días; mientras que el viaje al Levante será no solo la ronda decisiva, sino un test perfecto a un mes vista de los nacionales con ciclistas de todos los rincones de nuestro país participando allí. Eso sí, sin menospreciar la prueba en la “Catedral” de Igorre, que pese a su categoría nacional sigue manteniendo el encanto de ganar donde lo hicieron los Pontoni o Nys.

Sistema de Puntuación

Sin título

Ases a seguir

  • Aitor Hernández (Specialized – Garmar): una temporada arrolladora, dominando con mano de hierro los eventos nacionales y cosechando puestos de excepción en sus primeras visitas a tierras flamencas, no tuvo el final esperado para el ermuarra, que se quedó sin el título nacional tras perder su excelente punto de forma en el peor momento posible. Un golpe a una trayectoria impecable que no es más que un acicate para volver con más fuerte de cara al presente año. Su preparación con la bicicleta de montaña, haciéndose con cinco triunfos en suelo vasco y navarro, es la demostración de que llega dispuesto a repetir, o incluso mejorar, su desempeño en el trofeo de la regularidad. Adaptado perfectamente ya al invierno, se presenta como el principal candidato al campeonato.
  • Aketza Peña (KV Sport): aunque Murgoitio es insustituible, tras la retirada del abadiñarra el ciclista de Zalla se aúpa al podio de candidatos a las grandes carreras. Tan veterano como sus paisanos y con una evolución en su vida deportiva prácticamente paralela, tiene difícil poder luchar de tú a tú por las carreras con los dos grandes gallos, pero sin duda será uno de los que les provoquen más apuros a pesar de su inferioridad técnica y el hecho de que debe compatibilizar el ciclocross con una trabajo a tiempo completo. Aun así, no debería extrañar que pudiera llevarse una prueba de darse unas condiciones duras que se adapten a su fondo de rutero.
  • Javier Ruiz de Larrinaga (MMR – Spiuk): el cuádruple campeón de España poco necesita demostrar. El título logrado el pasado invierno es un ejemplo de como afrontar una campaña y unos objetivos claros, como claro conocedor de su cuerpo y de lo que tiene por delante. Sin cambiar ni un ápice el tipo de pretemporada que lleva realizando unos años con el equipo Lizarte, el alavés de nuevo se tomará las cosas con calma para llegar fuerte al final del año, lo que no le impedirá ser uno de los dos grandes candidatos en cada carrera en nuestro país.

En segunda fila…

  • Josep Betalú (BH Bikes): con pasión, cualquier barrera es más fácil de derrumbar. Una pasión que sin duda lleva en volandas al ciclista catalán, todo un rara avis de nuestras campas que planta cara cada fin de semana, a base de kilometradas en caravana y bicicleta, a los grandes dominadores norteños. Y una vez más, se acerca al otoño con la idea de acortar, si cabe, un poco más las distancias. El camino a Oviedo ha sido, sin duda, esperanzador, con grandes resultados en citas del prestigio y la dureza de la Titan Desert o Guanaride. Con un fondo envidiable, veremos si este año puede da un nuevo salto y estar, al menos en alguna carrera, peleando cara a cara con los vascos y subir al podio en alguna cita.
  • Kevin Suárez (Bioracer – BH): el sobrino de Isaac no ha podido tener el desempeño que todos habíamos imaginado desde su paso de la categoría juvenil. Menguado por unos problemas de espalda que han destrozado sus otoños, los escasos días que pudo competir totalmente sano puso de manifiesto que su distancia con los grandes es menos que la que indican sus resultados. Especialista desde niño y formado por uno de los mejores ciclistas que ha dado nuestro país, con el salto de Lastra a la carretera tiene todo en su mano para ser la cabeza visible entre los sub23 y, por qué no, comenzar a plantar cara a los élite.
  • Agustín Navarro (Ciudad de Oviedo – Nesta): al experimentado ciclista asturiano le edad viene como al vino. Cada año que pasa, parece rendir mejor que el anterior, y a sus 36 años es uno de los ciclistas más destacados entre el largo listado de ciclistas B, que luchan domingo tras domingo a la espalda de los hombres más fuertes. Duro y constante, Guti se hace fuerte en el barro, donde buscará intentar dar la sorpresa y tratar de colarse en algún podio. Aunque sus opciones de hacer una buena general vienen dadas, por encima de todo, por su regularidad y constancia.

Otros nombres

Es triste decirlo, pero no deja de ser verdad. El ciclocross en España no deja de ser una especialidad amateur, por lo que el hecho de realizar una temporada completa como la presente temporada, para muchos, sea toda una odisea. Para muchos, participar en todas o al menos en la mayoría de las citas del campeonato resulta casi impensable, de modo que sus opciones de hacer una buena general se tornan casi imposibles. Lo que exceptúa las posibilidades de que haya hombres capaces de hacer buenos papeles en citas específicas. Uno de estos grandes señalados es Óscar Pujol (Mallatalud – MMR), quien a pesar de compartir esfuerzos entre barro, montaña y asfalto ya dejó muestras el año pasado de que, de tomarse en serio la campaña, podría ser un rival muy duro para cualquiera. Su compañero Julen Zubero, si cabe menos activo durante el otoño, también será un ciclista peligroso en aquellas citas en las que participe. El gallego reconvertido a madrileño Óscar Vázquez (OVC Bikes), antiguo vencedor del trofeo, podría tener buenos papeles a pesar de su lógico bajón de rendimiento en los últimos años, del mismo modo que Ismael Barba (Spiuk).

No obstante, lo lógico sería que los hombres que pelean por lograr una buena general sean otros más constantes en las carreras. Quizá de todos ellos, Mauro González (CC Salvaterra de Miño) sea por condiciones quien más cerca se encuentra del nivel de los más fuertes, siempre teniendo en cuenta que veteranos como Asier Arregi (Bizikleta.com) y José Antonio Díez Arriola (BikeZona) pueden estar a su estela como buenos conocedores que son de la especialidad. Además, será importante ver la progresión que pueden tener jóvenes élite como los hermanos Jon e Íñigo Gómez (Bioracer – Caravanas Erandio), así como Paulo González (CC Salvaterra de Miño), teórico relevo generacional al que, de momento, aun le falta mucho recorrido para aspirar a algo más allá que un puesto entre los diez mejores. Más aún, cuando en las últimas carreras del año comiencen a competir hombres centrados ya en la carretera, pero de la calidad de Jon Ander Insausti (Gipuzkoa), Jonathan Lastra, Alex Aranburu (Caja Rural) o Peio Goikoetxea (Cafés Baqué).

Todos ellos ciclistas jóvenes que han tenido que abandonar la disciplina por falta de oportunidades, dejando la categoría sub23 en manos de Suárez… y los valencianos Felipe Orts (GSport – Valencia Terra i Mar) y Josep Llinares (Moixent Forestal). Provenientes ambos del cada vez más competitivo y completo calendario valenciano, los largos desplazamientos y los terrenos enlodazados del norte serán, como siempre, el gran caballo de batalla que tendrán que superar para poder aspirar a un título de la categoría al que, veremos, si puede aspirar Raúl Fernández (CC O Rosal) en su salto desde categoría juvenil.