Jack Bobridge, Luke Durbridge, Damien Howson y ahora Campbell Flakemore. Eso sin contar las medallas logradas en los últimos años por los Sulzberger, Meyer o Dennis. El brutal trabajo efectuado en los últimos años por UniSA-Australia y el Instituto Nacional del Deporte del país de las antípodas no paran de dar sus frutos, transformando sus victorias en la pista en triunfos en la carretera. Sobre todo, en contrarreloj, disciplina en la que los cuatro arriba mencionados han sido campeones del mundo sub-23 en apenas cinco años. El último, el citado Flakemore; esta misma tarde en Ponferrada, después de una remontada absolutamente demencial en la que arrebató el oro, por apenas 48 centésimas, a un petrificado Ryan Mullen (Irlanda).
Tanto uno como otro fueron, sin duda, los grandes protagonistas de la carrera y ciclistas más fuertes, sobreponiéndose incluso a una lluvia que cerca estuvo de resultar decisiva. Durante los primeros momentos de competición, el cielo cubierto se mantuvo cubierto, y fue descargando progresivamente en varias zonas del circuito hasta que finalmente la precipitación se hizo masiva y acabó por empapar los 36’15 kilómetros de recorrido por el Bierzo. Una situación de carrera que benefició a los primeros hombres de cierto nivel que tomaron la salida, como Louis Meintjes (Sudáfrica) y James Oram (Nueva Zelanda).
Con dos planteamientos estratégicos diferentes, los dos corredores anglosajones se hicieron con las primeras plazas momentáneas, estableciendo unas referencias que iban a servir a Rafael Reis (Portugal) para pulverizar el tiempo de ambos. Decimoquinto en la crono de la Grandissima y en la del Europeo, tuvo durante la tarde de hoy un rendimiento tan positivo como fortuna con la climatología, ya que tras su paso por la parte intermedia del circuito, comenzó a llover. Diez kilómetros con varias rotondas en las que todo ciclista que amenazaba su asiento en el hot seat, perdía un tiempo que solo podía mantener estable en la parte final. Jonathan Dibben (Gran Bretaña), Andreas Vangstad (Noruega) y más tarde Maximilian Schachmann (Alemania) fueron los tres hombres que más sufrieron esta circunstancia, perdiendo casi todo el tiempo respecto al luso en ese único sector y, con ello, toda posibilidad que podían tener en vencer.
Una desventaja que incluso afectó a Mullen, pero el ciclista del equipo An Post-Chainreaction iba demasiado rápido para que ello le evitara superar a Reis. Moviendo con soltura un desarrollo amplio y con una postura encima de cabra digna de ejemplo en cualquier túnel de viento, destrozó en apenas doce kilómetros el tiempo del portugués. A pesar de bajar quince segundos la renta en segundo punto intermedio, no pudo hacer nada para evitar ser claramente superado en la línea de meta.
Una marca estratosférica por entonces, a la que por si fuera poco nadie osaba ni siquiera a acercarse en las referencias a mitad del recorrido. La sensación, sin duda, es que nadie iba a ser capaz de arrebatarle el arco iris a Mullen, que se mostraba confiado a la espera del oro que él ya sentía colgado en su pecho. Hasta que apareció Flakemore. Subió la cota con una cadencia propia de escalador, arriesgó en el descenso y se plantó en la recta de meta, contra todo pronóstico, con ciertas opciones de ponerse primero. Escasas, ya que pasaban por realizar un sprint brutal como el que, de hecho, hizo. Tras 36 kilómetros luchando contra el tiempo, se batió en unos 150 finales rebosantes de ácido láctico que pararon las agujas en 43:49.94. Flakemore había recuperado 20 segundos en trece kilómetros para vestirse con el arco iris.
Por detrás quedaban Davide Martinelli (Italia) y Stefan Küng (Suiza). Pero ni el transalpino, hundido; ni el helvético, que con un desempeño más que sobrio se aseguró el bronce; supusieron problema alguno para Flakemore, que daba a Australia su segundo título en el primer día de competición en Ponferrada. El enésimo fruto de un trabajo sensacional.
Otro para el Orica en 3,2,1…
Al final, para BMC, como Dennis
Sorprendente Mullen, porque no contaba entre el ramillete de favoritos y ha superado al que las quinielas indicaban como mejor croner a priori, el nuevo fichaje de BMC Stephan Kung… Flakemore muy bien con un estilo muy aussie aunque tambien con destellos cuando la carretera picaba hacia arriba y decepcionante Martinelli, que fuera de lluvias, ha estado bastante flojo en un dia que podria haber sido su reválida, fuera de un top ten, cuando sus aspiraciones eran de podio.