Un maillot amarillo con un león negro en el pecho estaba en juego en la 99ª edición del Kampioenschap van Vlaanderen . Una jornada con 192km programados en la que de buen comienzo se sucedían las tentativas de escapada, pero en la que tuvieron que darse varios giros al circuito de Koolskamp para que se formase la fuga definitiva. Con13 unidades entre los que figuraban nombres más que interesantes como André Greipel (Lotto – Belisol) y Matti Breschel (Tinkoff – Saxo), dos hombres que renunciaban al sprint buscando ganar de forma diferente, que también saben.
Su ventaja tocó techo con los tres minutos, Trek Factory Racing no quería sorpresas y apostaba fuerte por los hermanos Van Poppel. Los estadounidenses marcaban la pauta en el pelotón manteniendo a raya a la fuga, así que las cosas tomaron un oscuro color para los escapados cuando Garmin – Sharp y Giant – Shimano asomaron también en las primeras unidades del gran grupo. Puro trabajo de contención mientras en cabeza de carrera se sucedían los ataques. Y así pasaban los kilómetros sin que el pelotón absorviese a los fugados, hasta el punto que André Greipel era cazado bajo la flamme rouge intentando repetir su victoria en la primera etapa de los Driedaagse De Panne 2011.
Con el campeón alemán rendido, Lotto – Belisol tomaba el peso de la carrera para el previsible sprint en favor del vencedor de la pasada edición, Jens Debusschere. Pero no iba a ser el campeón belga la baza del equipo lotero para la llegada, ya que la apuesta era Jonas Van Genechten, demostrando la confianza y el potencial de los sprinters ‘Serie B’ del equipo. Pero finalmente la cosa iba a ir de campeones nacionales, y el honor correspondió al francés. Arnaud Démare se impuso sobre Luka Mezgec anotándose una victoria casi tres meses despuéas y dejando en el aire la sensación de que podría tener un papel protagonista en la carrera en ruta del Mundial de Ponferrada.