Por Eugenio González
La Vuelta 2014 termina confirmando una vez más que el ciclismo tiene sitio en la programación de La Primera ganándose salir del ostracismo de Teledeporte al que tanto Tour como Vuelta han sido relegados durante varios años. Si la pasada edición del Tour cosechó buenos resultados medios pero sin grandes picos, la presencia de Contador le ha dado un importante empujón a La Vuelta.
Casi millón y medio de espectadores de media y una cuota de pantalla del 12,5% sitúan a La Vuelta como un éxito en audiencia para La Primera, que en septiembre no llega al 10% de share global y cuya programación de sobremesa y tarde no se suele acercar al millón. Si a eso le sumamos tres etapas ampliamente por encima de los dos millones que lideraron su franja horaria, los directivos del ente público deberían estar muy contentos de tener bicis en su parrilla y potenciarlas aun más para el año que viene.
Analizando etapa a etapa llegan las primeras malas noticias. Por encima de todo destaca el desastroso resultado de la crono inicial por equipos, algo desgraciadamente habitual estos últimos años y que se debería intentar solucionar. ¿Falla la promoción o falla el modelo? Otro dato flojo fue el de Ronda, pero el batacazo más destacado es el de Logroño. El circuito sin alicientes espantó a una audiencia que ya estaba enganchada a la carrera pero que ese día decidió cambiar de canal o hacer otras cosas.
La nota positiva son los aproximadamente 2,4 millones de personas que de media siguieron las retransmisiones de las tres etapas de alta montaña, con grandes puertos, de la carrera. Los días de Covadonga, Farrapona y Ancares se impusieron holgadamente a Camperona o Aralar. La crono de Borja no destaca ni para bien ni para mal, lo que supone un apoyo a una disciplina a veces injustamente culpada de no interesar al espectador.
El cambio del sprint en Madrid por el epílogo de Santiago de Compostela no ha funcionado, de nuevo resultando en una etapa final con poco seguimiento. A la corta distancia que hacía intrascendente la crono para la geneal se sumó la lluvia para quitarle todo rastro de emoción a la lucha por la etapa, y de hecho más gente se apuntó a ver la ceremonia del podio que la propia etapa, cuando el resto de días tras la meta la gente buscaba rápidamente el mando a distancia para cambiar de canal. Algo que acentúa más el enfado ante el esperpento de retransmisión del podium final que realizó TVE.
Otro dato importante que no se ve arriba son los buenos datos cosechados en Teledeporte los tres días que se adelantó la retransmisión de las etapas, superando el medio millón de espectadores. La Vuelta es la Grande con menos horas de retransmisión pero la audiencia parece que apoyaría una conexión más temprana en TDP todos los días. En definitiva, la audiencia ha sido buena. Pero… ¿cuanto? Mejor que el Tour 2014 (1,22 millones) pero peor que la Vuelta 2012 (1,62 millones). ¿Y respecto a otros deportes? La Vuelta consigue menos audiencia y share que la selección de baloncesto, la Fórmula 1 o MotoGP, con los que ha coincidido en fechas.

Comparativa de las audiencias de las etapas de las últimas 5 Vueltas en La1 y TDP.
Muchas similitudes se han trazado entre esta edición de 2014 y la de hace dos años. Recorridos similares, mismos protagonistas y ambas íntegramente por La Primera, los resultados en la tele también han sido similares. Pero que esta última Vuelta se haya quedado ligeramente por debajo de 2012, tanto en términos globales como en las etapas más vistas, resulta ligeramente decepcionante. Con el relevo generacional de las estrellas españolas en duda, se ha perdido la mejor oportunidad para que La Vuelta se asentara y ganase aficionados fieles que no se marchen cuando lo hagan Contador, Valverde y Rodríguez.