Hacía tiempo que no veíamos a André Greipel (Lotto Belisol) levantar los brazos. Casi dos meses que para él han debido parecer una eternidad, acostumbrado como está a conseguir victorias. Por fin, en la Brussels Cycling Classic, ha llegado de nuevo su momento. Gracias a un excelente trabajo de equipo, el alemán se ha impuesto en el sprint final a Elia Viviani (Cannondale) y Arnaud Démare (FDJ.fr).

Predestinada a una llegada masiva, la carrera no ha tenido más historia que la protagonizada por el siguiente sexteto de corredores: Christophe Riblon (Ag2r – La Mondiale), Matteo Rabottini (Neri Sottoli), Jan Gyselinck (Wanty – Groupe Gobert), Antonio Parrinello (Androni Giacattoli), Clement Koretzky (Bretagne – Séché Environnement) y Tom Derniers (Wallonne – Bruxelles). Pese a lograr un máximo de 6 minutos de diferencia, su escapada se vio neutralizada a más de 60 kilómetros del final.

De ahí en adelante la carrera consistió básicamente en un dominio del pelotón. Únicamente Lars Ytting Bak (Lotto Belisol), primero con otros compañeros de fuga y después en solitario, protagonizó unos minutos en cabeza, eximiento de trabajo a sus compañeros. Con el pelotón comandando por FDJ.fr y NetApp – Endura se llegó al último kilómetro, en el que Greipel se encontraba extrañamente descolocado. Pero un excelente movimiento de Tony Gallopin le hizo encontrar el hueco en el momento justo, para lanzar un sprint en el que ya no se vería superado.

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Clasificación