No son pocos los méritos y halagos que recibe Rabobank como equipo que se nutre año tras año de su cantera, el Rabobank Continental Team (en sus inicios Rabobank GS3 y siempre auspiciado por Nico Verhoeven). Cada temporada son varios los neos que suben desde el equipo de formación neerlandés, cuna de campeones nacionales y mundiales y base del equipo profesional. Los nombres de los predecesores a Coen Vermeltfoort y Tom Jelte Slagter, los últimos en subir este invierno al equipo profesional, son ya figuras del ciclismo como Lars Boom, Ryder Hesjedal o Robert Gesink o corredores tan válidos como Martijn Maaskant y Michel Kreder (ahora en Garmin), Martijn Keizer (en Vacansoeil con Rob Ruijgh) o Tejay van Garderen (HTC-HighRoad) y un sinfín más de ciclistas repartidos por el propio Rabobank (Poosthuma, Flens, Ten Dam, Weening, Clement…) y por otros muchos (Boy van Poppel, Koen De Kort, Rory Sutherland, Kenny van Hummel o hasta nuestro HIDOLO Serge Pauwels, quién tuvo que buscar cobijo en el Topsport Vlaanderen en 2006). Incluso ha sido el trampolín de auténticos dominadores de la bicicleta como Thomas Dekker o Kai Reus, quienes por muy diferentes motivos han visto truncadas sus carreras, o ubicación eventual de estrellas del barro como Sven Vanthourenhout o Sven Nys. Un equipo convertido en el reflejo de formación a nivel mundial en el ciclismo.

Durante la temporada 2009, la decisión de la cúpula de Rabobank (representada entre otros por el mismo Verhoeven, Erik Dekker o Erik Breukink) fue la de subir a Dennis van Winden, corredor potente, buen rodador y prologuista, y a Steven Kruijswijk, quien ese año había tenido resultados que hacían presagiar cierta madera de vueltómano, consiguiendo un meritorio Top10 en la Settimana Ciclista Lombarda y un casi doblete (campeón en ruta en Landgraaf y subcampeón tras el mismo van Winden en crono) del campeonato espoirs neerlandés. Quizás pudo saber a segundo plato tras la decisión de dos de los talentazos de aquel año de pasar a Pros en otras escuadras. Van Garderen bajo el paragüas Stapleton en HTC – Columbia y Keizer de la mano de Vaughters en Garmin y acompañando a otros corredores formados bajo el cuidado de Verhoeven: Maaskant y Hesjedal. Pero las cualidades del de Neunen eran notorias… y la confianza mucha.

Steven Kruijswijk Giro

El paso a profesionales, bajo el absoluto liderazgo “en lo suyo” de Robert Gesink y Denis Menchov, fue tranquilo y muy conservador. Como momento álgido de la temporada tenía como objetivo formar parte del nueve de Rabobank en la primera GT del año; el Giro de Italia. Acabó destacando en varias etapas y consiguió finalizar un meritorio 18º puesto. Empezando a confirmar maneras. Antes de presentarse en Italia lo había hecho en carreras de diferente idiosincrasia, por aquello de aprender. Vuelta a Castilla y León, Vuelta a Murcia, Scheldeprijs, Haut Var, Flecha Valona o Nokere-Koerse entre otras fueron sus retos de la primera parte de la temporada. Tras ésta, descanso, y luego una segunda parte mucho menos cargada -con Vuelta a Burgos con un buen 8º puesto final en la que fue su mejor carrera en 2010, Clásica de San Sebastián, GP Plouay, Québec o Montreal- pero con un premio inolvidable: debutar en el Campeonato del Mundo en ruta en Australia. Un año pasado con nota, liberado de inoportunas lesiones y sin acusar el típico bache que todo neo sufre en algún momento de la temporada. Primer paso dado.

El segundo paso, en todo más complicado por aquello de la confirmación, si con su 9ª posición en el Giro de Italia no lo había conseguido, ayer terminó por darlo. Resultados. La victoria en Malbun, saltando del grupo de los líderes y superando a Leipheimer o Cunego -además de a su co-equipier Mollema y a su otrora compañero en Rabobank Continental Tejay van Garderen-, le ha “situado” en el mapa. Crispis -/k/rasbeic, como se pronuncia-, va tomando forma como vueltómano. Tranquilo. Seguro. Ese deseo de los mandamases del equipo neerlandés, que buscaba en él un acompañamiento perfecto a la total confirmación que ya es Robert Gesink… y a la que aún está por llegar por parte de Mollema. No son más que buenas noticias para Breukink y compañía, pues la cantera naranja funciona mucho y muy bien. ¿Los próximos? Apuntemos por ahora la ya confirmada subida de Wilco Kelderman, que también va paso a paso en Rabobank, como Kruijswijk.