Hace ahora un año, coincidiendo con la previa de los Mundiales de Ciclismo de la Toscana publicamos una pieza en la que analizábamos detalladamente cómo desde su traslado al mes de septiembre La Vuelta se ha convertido en la mejor preparación de cara a la lucha para vestirse con el maillot arcobaleno. Es un hecho irrefutable y los ciclistas lo saben.

Es por esto que durante La Vuelta, más allá de la lucha por la general y los triunfos parciales, el aficionado tiene un ojo puesto en las estrellas que en apenas cuatro semanas lucharán por coronarse como campeón mundial. Especialmente notorio es la actitud del ganador en Madrid’05, Tom Boonen (Omega Pharma – Quick Step), un hombre que desde hace años se ha desentendido de las GTs, pero que se ha tomado esta edición tan en serio como no se recordaba desde que se enfundase el maillot vert del Tour de Francia en 2007. Se le ha visto haciendo series en cabeza del pelotón, luchando contra el viento camino de Albacete e incluso exprimiéndose en la montaña en la etapa de Valdelinares.

Tom Boonen se está exprimiendo durante La Vuelta. Foto: Iraia Calvo / cobblesandhills.com

Tom Boonen se está exprimiendo durante La Vuelta. Foto: Iraia Calvo / cobblesandhills.com

Pero como en tantas otras ocasiones, cuando se habla del flamenco hay que hacerlo irremediablemente de su alter ego, Fabian Cancellara (Trek Factory Racing), quien probablemente sea el ciclista que más ha llevado al extremo esta preparación, por más que nunca haya llegado a finalizar la carrera. Su presencia se reduce a sus series y sus cronos, donde año tras año lima para llegar pletórico a una de sus grandes citas anuales. Un caso similar al de Philippe Gilbert (BMC Racing Team), aunque con matices. Si la preparación del suizo es metódica, centrada únicamente en el Mundial, no ocurre lo mismo con el valón, un ciclista que simplemente acumula rodaje hasta que llega su momento en carrera. Un par de días marcados en rojo en su calendario donde lanza el aviso de que volverá a ser uno de los grandes protagonistas del Mundial. Algo que en esta edición parece haber copiado el eslovaco Peter Sagan (Cannondale), irreconocible en carrera.

Aunque si un hombre empieza a ser asociado por sus entrenamientos en La Vuelta de cara al Mundial, ese es Tony Martin (Omega Pharma – Quick Step). Su planificación de cara a la contrarreloj mundialista incluye una cabalgada, y a las primeras de cambio cumplió con ella. 90km en fuga en la 5ª etapa a 45km/h. El pelotón, conocedor de las cualidades de Panzerwagen, no le dio libertad y la cuasi hazaña de Cáceres no pudo repetirse en 2014. Mañana tendrá otro test importante en la crono de Borja, allí tendrá que lidiar contra una nueva crono propicia a vueltómanos en detrimento de especialistas.

Philippe Gilbert espera su hora en La Vuelta. Foto: Iraia Calvo / cobblesandhills.com

Philippe Gilbert espera su hora en La Vuelta. Foto: Iraia Calvo / cobblesandhills.com

Hombres cuyas apariciones se producen a cuentagotas. No están destinados a ser protagonistas de La Vuelta más allá de fogonazos de pura calidad, situación muy diferente a la de otros hombres como John Degenkolb (Giant – Shimano). El alemán será uno de los grandes favoritos a la victoria en Ponferrada, pero eso no es eximente de disputar cada llegada como si fuera la última, él no entiende de planificaciones. Pero si se habla de animales competitivos es imposible excluir de esta lista a Alejandro Valverde (Movistar). Cinco veces medallista y nunca campeón, el murciano seguirá luchando hasta Santiago de Compostela, por sus opciones y por las de Nairo Quintana. La experiencia le da la razón, si en La Vuelta muestra su mejor versión, en el Mundial mostrará su mejor versión.

El próximo portador del maillot arcobaleno podrá salir de La Vuelta o no. El Mundial es una carrera demasiado caprichosa como para atender a estadísticas. De lo que no hay duda es que estos ciclistas serán nombres propios de los Mundiales de Ciclismo tras haber preparado la cita durante estas semanas previas en nuestras carreteras. Cada uno a su manera, todas ellas válidas para conseguir una victoria que bien vale toda una carrera profesional. La Vuelta acaba en Ponferrada.