La Vuelta cambió el viento y el calor de Albacete por la lluvia y el fresco de finales de verano en las montañas turolenses del Sistema Ibérico, dónde el ciclismo colombiano volvió a escribir otra página de gloria más en el espectacular retorno de sus corredores a la élite mundial. Camino de la estación de esquí de Valdelinares, Winner Anacona, un escalador poco escarabajo, alto y potente, criado en Italia algo tapado por otros de sus compatriotas, dio una exhibición de determinación, valentía y fuerza para imponerse en solitario a sus treinta compañeros de fuga y quedarse muy cerca del liderato.

Exhibición de Winner Anacona camino de Valdelinares. Foto: lavuelta.com

Exhibición de Winner Anacona camino de Valdelinares. Foto: lavuelta.com

No lo logró por pocos segundos, pues un arreón final de Alberto Contador en los dos últimos kilómetros de ascensión recortó su ventaja, que durante gran parte de la etapa pareció valer para vestirle de rojo. Así, un Nairo Quintana con más astucia que fuerza se colocaba como nuevo líder por pocos segundos tras aprovechar un arreón final de Joaquim Rodríguez para engancharse al ataque de Contador, que lejos de sus engañosas y conservadoras declaraciones, mostraba la aceleración cuesta arriba que ha enseñado durante toda la temporada.

La etapa tuvo su miga, pues el semi-pelotón que se fugó en los primeros kilómetros de etapa contaba con varios tipos duros que lo empujaron con fuerza. Un Tom Boonen muy implicado en su preparación mundialista o un Johan Vansummeren que trabajaba para su gafado compañero Ryder Hesjedal se encargaron de ello. Así, las opciones de Anacona de ser líder crecieron mucho pese al trabajo primero de Movistar y luego de Sky.

El colombiano lo tuvo claro y lanzó su ataque desde la subida previa al Alto de San Rafael, dónde se fue por delante junto a Bob Jungels y a Javi Moreno. Lejos de parecer una temeridad, el ataque de Anacona fue en el momento justo para encontrar primero compañeros fuertes con los que hacer camino antes de marcharse en solitario en los cinco kilómetros finales de Valdelinares.

Por detrás, el trabajo de Sky parecía encaminado a un ataque de Froome bajo alguna de las pancartas de los últimos kilómetros, pero ese momento no llegó. Tuvo que ser un ataque de Dan Martin ya en los 3000 metros finales el que iniciara las hostilidades en el grupo de favoritos, lo que provocó una primera respuesta del Katusha, con los fieles Caruso y Dani Moreno preparando el terreno a Purito antes de que Contador demarrase sin que nadie le pudiese seguir. Pero apenas quedaba terreno por delante y el rush final del catalán de Katusha, con Quintana pegado a su rueda, sirvió para que los tres entrasen en el mismo tiempo.

Algo rezagados, Froome y un Valverde lejos de sus condiciones meteorológicas ideales cedían algunos segundos que no les impiden seguir metidos de lleno en una general que todavía se cuenta por segundos. Algo que quizá cambie tras la contrarreloj aragonesa post-descanso del próximo martes.