No estaba siendo el año de Sylvain Chavanel. Tras una Primavera para olvidar acompañada por un Tour de Francia anónimo empezaba a perder su condición de estrella mundial labrada a base de constancia en Omega Pharma – Quick Step. Los dos primeros tercios de temporada se habían saldado con el sexto nacional contrarreloj y un par de buenas actuaciones en Bélgica y Dunkerque. Un bagaje muy pobre. Pero durante esta última semana del mes de agosto, todo ha cambiado. Tras ganar hace escasos días el Tour de Poitou-Charentes hoy ha vuelto a golpear en el GP Ouest France – Plouay.

Chavanel impone su clase en Plouay. @elenrius

Chavanel impone su clase en Plouay. @elenrius

Con una participación de nivel condicionada por su coincidencia por la Vuelta a España, se daba inicio a la carrera estrella de los “4 días del ciclismo bretón” con Michel Koch (Cannondale), Pierre-Henri Lecuisinier (FDJ.fr), Jean-Marc Bideau (Bretagne – Séché Environnement), Kevin Van Melsen (Wanty – Groupe Gobert) y Steffano Pirazzi (Bardiani – CSF) formando la fuga. Cinco hombres a los que un pelotón comandado por Katusha -pensando en las opciones de su estrella Alexander Kristoff- dejaba 5′ de margen.

A los rusos les daban el relevo otras formaciones como Orica – GreenEdge, IAM Cycling, Astana u Omega Pharma – Quick Step a la vez que el alemán Koch dejaba a sus compañeros de escapada y se lanzaba en solitario a 60km. Una aventura destinada al fracaso que veía rápidamente su fin y abría un nuevo escenario a falta de 50km que aprovechaba Michał Kwiatkowski (Omega Pharma – Quick Step) para formar un corte de siete hombres acompañado por Tim Wellens (Lotto – Belisol), Christopher Juul Jensen (Tinkoff – Saxo), Lars-Petter Nordhaug (Belkin), Angelo Tulik (Europcar), Kristijan Durasek (Lampre – Merida) y Ben Hermans (BMC Racing Team).

Un movimiento bastante más serio que el inicial al que el pelotón ataba en corto sin dejarles alcanzar el minuto de ventaja sabedor de su peligrosidad. Con 30″ a su favor afrontaban el último paso por la Côte de Ty-Marrec mientras por detrás el pelotón se rompía. Un grupo de una veintena de unidades con hombres de nivel como Edvald Boasson Hagen (Team Sky) o Jan Bakelants (Omega Pharma – Quick Step) pasaba por meta por penúltima vez con escaso margen sobre el gran grupo. Una tentativa que no fraguó a pesar del reducción del circuito acortando la distancia entre la Côte de Lezot y la Côte de Ty-Marrec.

Se llegaba a la primera cota decisiva y era Romain Bardet (Ag2r – La Mondiale) quien lanzaba un primer ataque secundado por Jesús Herrada (Movistar) a la vez que por delante Wellens intentaba desembarazarse de sus compañeros en reiteradas ocasiones. Pero la persistencia del belga tuvo otra consecuencia, fue Tulik quien lo consiguió, llegando con una ventaja exigua sobre perseguidores y pelotón a la base de Ty-Marrec. Una cota de la que salió el que finalmente sería el grupo que se jugaría la carrera en el que sobrevivían Wellens y Hermans.

Junto a los dos belgas, cuatro franceses de muchísimo nivel -Sylvain Chavanel (IAM Cycling), Arthur Vichot (FDJ.fr), Julian Alaphilippe (Omega Pharma – Quick Step) y Cyril Gautier (Europcar)- secundados por un italiano -Andrea Fedi (Neri Sottoli)- volando hacia la línea de meta de Plouay. Al pelotón le costó un par de kilómetros reorganizarse y lo pagó, al paso por la flamme rouge, la carrera estaba delante.

Y en un abrir y cerrar de ojos la llegada estaba lanzada. Hermans y Alaphilippe precipitaban el sprint del resto de componentes del grupo y tras ellos se lanzaban sus acompañantes. El arreón final del pelotón no iba a ser suficiente y pronto se vería que la victoria era cosa de dos. Arthur Vichot, su verdugo en el nacional de Lannilis, quedaba cerrado en el interior del grupo y siempre comandando, Sylvain Chavanel se imponía a Andrea Fedi en un largo sprint que le hacía reencontrarse con una victoria de nivel en el momento más oportuno. El francés se apunta como favorito al Mundial de Ponferrada.