A estas alturas de la película puede parecer cuestionable situar a Alejandro Valverde (Movistar) como favorito de una carrera de tres semanas, especialmente cuando en su mismo equipo cuenta con otro hombre a priori con más opciones: Nairo Quintana. No obstante, conviene no olvidar que, a diferencia de otros nombres que suenan para la general, él ya la ha ganado una vez. Fue en 2009. Y con sendos podios en las últimas dos ediciones de la carrera, merece al menos una mención.

Tras su largamente discutida actuación en el pasado Tour de Francia, volvió a encontrar su sitio con un brillante triunfo en la Clásica de San Sebastián. Valverde no tiene que demostrar ya su capacidad para mantener un nivel competitivo durante meses y disputar dos vueltas grandes un mismo año a buen nivel, pero, por si era necesario, la carrera donostiarra demostró su esperable buena recuperación después de tres duras y tensas semanas por Francia.

Foto: © Laurie Beylier

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Aunque Alejandro Valverde ha ido mejorando con el paso de los años su capacidad de dosificación y su consistencia en esfuerzos largos, el tipo de ascensiones que se encontrará en la Vuelta 2014 parecen más apropiadas a sus características que los encadenados de grandes cimas habituales en Francia. También ha mostrado habitualmente mejor cara en las contrarrelojes generalmente no muy largas de la carrera nacional, siéndoles incluso favorables a sus condiciones en algunos casos.

¿Qué se puede esperar de su dúo con Nairo Quintana? Si el colombiano está más fuerte, no sería la primera vez que al murciano no se le caen los anillos por ponerse al servicio de un compañero. Como baza táctica su papel sería discutible, ya que raramente se ha destacado por su brillantez a la hora de resolver situaciones de carreras, si bien se le está viendo más centrado que nunca a lo largo de la presente campaña, sacando a relucir quizá, por fin, su ya dilatada experiencia en el pelotón.

No estaría mal ver a un Alejandro Valverde en un papel de cazaetapas en alguno de los varios finales que le pueden favorecer, una faceta que ha dejado demasiado de lado en la búsqueda de otros objetivos no tan a su alcance. Pero ya sabemos que, al fin y cabo, él tiene un sentimiento de pertenencia a las generales de las grandes vueltas. Para bien o para mal, han sido el objetivo constante que ha definido su carrera deportiva. Ciertamente se hace difícil imaginarlo fuera de las primeras posiciones en la general, pero para una victoria suya tendrían que darse ciertos condicionantes que, en la salida, no están presentes.