Por fortuna, el ciclismo a veces premia a los valientes. Y Tim Wellens (Lotto Belisol) ya había demostrado más veces que es uno de ellos. Aprovechando el descontrol provocado por la casi total ausencia de gregarios en el final de la sexta etapa del Eneco Tour, un ataque suyo dentro de los últimos 15 kilómetros le ha dado la victoria de etapa y ha ocasionado, además, un vuelco en la clasificación general que ahora encabeza él mismo, a falta de una jornada.
Esta especie de Liège – Bastogne – Liège en miniatura que era la etapa de hoy no ha decepcionado. De hecho, ha sido más impredecible y vistosa que buena parte de las ediciones recientes de La Doyenne. Un buen recorrido, con cotas perfectamente enlazadas, sumado a la buena actitud de los ciclistas, ha ofrecido una bonita etapa. El último superviviente de la fuga del día, en la que había gente del calibre de Tom Boonen (Omega Pharma – Quick Step), fue Nathan Haas (Garmin – Sharp), quien llegó en solitario hasta los últimos 20 kilómetros, superado ya el último paso por La Redoute antes de meta, el que BMC fueron los encargados de seleccionar el pelotón hasta dejarlo en unas 25 unidades.
Neutralizado Haas, sin un equipo dominador en el selecto grupo, se sucedían los ataques, uno tras otro. Lo intentaron Sep Vanmarcke (Belkin), Alexandre Pichot (Europcar) y Arnold Jeanesson (FDJ.fr) entre otros, pero el más fuerte fue Tim Wellens. Sin ningún compañero ya a esas alturas, el líder Tom Dumoulin (Giant – Shimano) se veía obligado a encabezar en persona la persecución. Y, como no hay mejor defensa que un buen ataque, en la penúltima cota realizaba una fuerte arrancada que solamente Lars Boom (Belkin) resistía en primera instancia.
Boom estuvo hábil. En cuanto hubo reagrupamiento, en un mínimo instante de despiste de Dumoulin, hizo un demarraje seco justo tras coronar. Con su explosividad, y trazando con maestría las curvas, abría un hueco que su rival no conseguía cerrar. Pero nadie iba a alcanzar ya a un Tim Wellens que levantaba los brazos en las rampas de La Redoute. Boom sostuvo el pulso con el grupo perseguidor, lo suficiente como para superar a Dumoulin en la general, pero como para remontar a un Wellens que, gracias al tiempo obtenido, afrontará la etapa de mañana con una escasa renta de 7 segundos.
Que pedazo de corredor! Ya tengo ídolo para años. Valentía, clase, audacia…