Por fin, seguramente haya exclamado el belga del BMC al cruzar primero la línea de meta de Geraardsbergen, apenas ascendidos los primeros metros de las faldas del Kapelmuur. Greg van Avermaet ha tenido el acierto de poner fin a su sequía de victorias en un lugar emblemático, tras un recorrido por el corazón del Flandes más puramente ciclista que, pese a la acumulación de muros y el mal tiempo reinante durante casi toda la etapa, no ha sido excesivamente selectivo. Correr 100 kilómetros menos que en De Ronde seguramente sea una de las principales razones de ello.
Cuatro corredores buscaron la fuga bajo la lluvia: Matteo Trentin (Omega Pharma – Quick Step), Pablo Lastras (Movistar), Jens Debusschere (Lotto Belisol) e Ivan Rovny (Tinkoff – Saxo). La dureza del recorrido fue haciendo mella a la fuga. Rovny fue el primero en ceder, y, en el segundo paso por el Kapelmuur, encarando la última vuelta al circuito de Geraardsbergen, Debusschere también quedaba retrasado, haciendo escasos honores a su maillot de campeón belga.
Philippe Gilbert (BMC) inició las hostilidades en ese mismo paso, aunque fue el líder Lars Boom (Belkin) quien coronó en primer lugar del grupo perseguidor a la altura de la capilla. Con él se fueron momentáneamente el propio Gilbert con su compañero Manuel Quinziato, así como Jens Keukeleire (Orica – GreenEdge). Sin poder consolidar su hueco, se reagruparon en el Bosberg. La velocidad reinante fue limando segundos a la fuga hasta que Trentin y Lastras eran absorbidos a apenas 3 kilómetros de meta. Ya en Geraardsbergen, la arrancada de Van Avermaet en las faldas de De Muur fue incontestable. Segundo entraba Tom Dumoulin (Giant – Shimano), nuevo líder gracias a las bonificiaciones por apenas dos segundos ante Boom.