Gustavo César Veloso (OFM – Quinta da Lixa) ya tiene la Grandísima. “El año pasado, un trocito de la victoria de Marque era mío y, si este año gano yo, un trocito será de Álex”, recordó el ciclista gallego una semana antes de arrancar la Volta a Portugal em Bicicleta. Dicho y hecho. Segundo en 2013, Veloso engrosó su palmarés (ganó la Volta a Catalunya’08 y una etapa en la Vuelta’09) con un triunfo basado en la regularidad. Y en la inestimable ayuda de su “salvavidas”, otro gallego, Delio Fernández, tercero en la clasificación general.
El dominio español se prolongó en la ronda lusa. Veloso sucedió a Marque en el historial y logró la décima victoria para España, las diez en las últimas 16 ediciones. Siete con acento gallego: cinco de David Blanco y las citadas de Marque y Veloso. El ciclismo español arañó además cuatro triunfos parciales, el prólogo que ganó Víctor de la Parte (Efapel Glassdrive), las victorias de David Belda (Burgos – BH) en Montalegre y Santo Tirso y el incontestable éxito de Veloso en la contrarreloj entre Oleiros y Sertã.
La regularidad de Veloso se demuestra con sus actuaciones en las etapas más decisivas de la carrera. El vencedor final fue segundo en el prólogo de Fafe, tercero en Montalegre, segundo en Nossa Senhora da Graça y tercero en Santo Tirso. Líder desde la tercera etapa, sufrió para mantener el maillot en la etapa reina camino de Torre. Acabó cuarto y ratificó su triunfo en la contrarreloj. “Tengo que estar entre los mejores para arriba y contra el crono”, reconocía Veloso. Así fue. El más fiable en la montaña y el mejor en la lucha contra el reloj. Un campeón sin fisuras.
La Grandísima arrancó con un exigente prólogo en Fafe de solo 7 kilómetros. De la Parte golpeó primero y las diferencias entre favoritos fueron mayores de lo esperado. El gran beneficiado fue Veloso. En las dos primeras jornadas en línea se llegó al sprint. El jovencísimo Phil Bauhaus (Team Stölting) sorprendió a los principales candidatos en la volata y se impuso en la meta de Maia. Un día después, Davide Vigano (Caja Rural – Seguros RGA) dio el primer triunfo a Caja Rural en un sprint reducido (un grupo de 40) tras el encadenado de tres ascensiones en los últimos kilómetros.
En la tercera etapa se produjo el primer contacto con la montaña. La llegada a Montalegre, en la Serra do Larouco, sonrió a Belda. El alicantino fue el mejor para arriba. Acabó por delante de Ricardo Mestre (Efapel – Glassdrive) y Veloso. El gallego se vistió de líder. En la cuarta etapa, la mítica llegada a Nossa Senhora da Graça destapó a Edgar Pinto (LA Aluminios – Antarte). El portugués, en todas las quinielas para el triunfo final, ganó, pero Veloso llegó a su rueda. Enrachado, David Belda repitió victoria en la quinta etapa, la llegada a Santo Tirso, tercera consecutiva en alto. El mejor de la general fue Veloso, otra vez, intratable y perfectamente secundado por Delio Fernández. Antes del día de descanso, Bauhaus repitió triunfo en la llegada masiva a Viseu.
Tras el reposo, el esperado final en Torre. Tres nombres: Rui Sousa (Rádio Popular), Delio Fernández y Gustavo César Veloso. El portugués rompió la carrera y solo Delio fue capaz de seguirle su rueda. El moañés, lugarteniente de Veloso, llegó a ser líder provisional de la carrera. Su equipo le mandó parar. Una decisión quizá comprometida y arriesgada. Nada más lejos de la realidad. Delio se vació por su jefe y amigo. Veloso mantuvo el maillot ante el empuje de Rui Sousa, ganador en la cima. En la octava etapa, un nuevo sprint, con triunfo para el ruso Sergey Shilov (Lokosphinx). La crono encumbró a Veloso, el más rápido, que voló a 49km/h y aventajó en más de un minuto a todos sus rivales excepto a De la Parte, segundo en la etapa. Por delante solo le quedaba el paseo a la capital lusa, que permitió a Manuel Cardoso (Banco BIC – Carmin) despedirse de la Grandísima 2014 con un triunfo mientras Veloso entraba tras el pelotón, completamente de amarelo, certificando su cantada victoria.