Hace apenas tres días que acabó, pero el Tour es más que historia. Son cosas que tiene el ciclismo. Y mientras el pelotón internacional tiene ya en el punto de mira la Vuelta a España, en Bélgica van a lo suyo. Poco importa solaparse con la carrera francesa, finales de julio es un momento más que adecuado para dar comienzo el sinfín de carreras que durante estos dos meses y medio se disputarán semana sí, semana también tras el pistoletazo de salida que, como cada año, da el Tour de Wallonie.

Una carrera en que las cotas no tienen el protagonismo del mes de abril y que recientemente ha visto como los velocistas iban aumentando sus opciones de victoria en la general gracias a recorridos propicios para el control de los numerosos equipos WorldTour presentes en la carrera. Un corredor con aptitudes para seguir el ritmo en la ascensión de colinas y bonificar en las llegadas de la carrera tenía grandes opciones de hacerse con la victoria como ha ocurrido recientemente con Greg Van Avermaet, Giaccomo Nizzolo o Borut Bozic.

Patrón que se ha repetido durante la presente edición con un equipo dominando con autoridad por encima del resto. Como en cada carrera del circuito Continental disputada en Bélgica, el equipo Omega Pharma – Quick Step se ha erigido como amo y señor de la prueba controlando a su antojo el devenir de una carrera a la que acudía con dos de los principales candidatos a la victoria, Gianni Meersman y Zdenek Stybar. Una bicefalia que dejaba en su mano la victoria en cualquiera de los escenarios en que pudiese decidirse el Tour de Wallonie.

Con dos etapas iniciales con una decisión abocada al sprint en que el campeón belga Jens Debusschere y el hasta hoy campeón Giaccomo Nizzolo se alzaron con los primeros triunfos, no fue hasta el tercer día que empezó la acción real. Un hombre centraba en aquella jornada todas las miradas, Zdenek Stybar. Estrenando -en ruta- su maillot de campeón checo, controló por sí mismo hasta que en los últimos compases lanzó un ataque que BMC se encargó de atajar para poder disputar un sprint en que Juanjo Lobato sorprendió y venció con autoridad logrando su primer triunfo para el equipo Movistar.

Quedaban dos etapas, una al sprint y la decisiva jornada en Ans que debería definir el vencedor. En la primera de ellas Tom Van Asbroeck se reencontraba con la victoria en una llegada apretadísima frente al ya líder Gianni Meersman, que añadía otra segunda posición a las tres que llevaba cosechadas hasta el momento; cuatro disparos fallidos que le situaban con 20″ de ventaja sobre sus máximos rivales en la general antes de la última etapa.

Si Meersman se mostraba sólido la victoria era suya, y a pesar de la tentativa de Tim Wellens a 20km de meta, apoyado en el sensacional trabajo de Omega Pharma – Quick Step en general y Zdenek Stybar en particular, ha acabado llegando su día. Vestido de amarillo, Gianni Meersman se ha impuesto en la línea de meta y no ha dado margen a la sorpresa. Silvan Dillier y Juanjo Lobato le acompañan en un podio del que queda fuera el vencedor de la cuarta etapa Tom Van Asbroeck que recupera el liderato del Europe Tour.

Foto: sporza.be

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