Para Movistar Team, correr en nuestro país siempre parece un paseo. Poco importó que acudiera con un conjunto bajo de forma y con ciclistas secundarios, los diez hombres de calidad con los que se presentaron sus vecinos de Caja Rural-Seguros RGA o lo que pudieran plantear el resto de equipos presentes. Tras cinco pasos por Abaltzisketa y la espectacular y definitiva subida a Gaintza, hasta tres ciclistas rodearon a Luis León Sánchez (Caja Rural – Seguros RGA) en la disputa final de una carrera que fue a parar, por tercera vez, a manos de Gorka Izagirre. Tras casi dos meses sin competir, aprovechó el trabajo de José Herrada e Igor Antón para llevarse por tercera vez la Prueba Villafranca-Clásica de Ordizia, al pie de los montes que le vieron nacer y crecer como persona y deportista.
Los hombres de José Luis Laguía controlaron la carrera de principio a fin, como gustan de hacer en el seno de la estructura navarra. Dejar marchar un fuga sin peligro y poner el ritmo que más les convenía en el pelotón eran los primeros puntos del día que cumplieron a rajatabla. Mikel Aristi (Euskadi), Álvaro Robredo (Burgos – BH) y Albert Torres (Team Ecuador) fueron los tres valientes que hicieron camino de inicio ante la pacífica mirada del pelotón, que circuló de paseo hasta que poco antes del primer paso por Abaltzisketa, Movistar se puso al frente de una cita que no dejó de dominar hasta el final con una fórmula bien clara: ritmo fuerte en cada uno de los altos y contemporización en el llano.
Una estrategia que dada la calidad de la que gozan, no tardó en hacer mella en el seno del grupo. Poco después de la segunda ascensión del día, la marcheta azul terminó por romper el pelotón en dos mitades que, aunque no tardaron en volver a unificarse, sí que endurecieron lo suficiente la carrera para prácticamente eliminar al trío de cabeza y marcar los trazos de lo que acabaría sucediendo en el giro definitivo.
Para empezar, pasaron de perseguir a ser perseguidos. Aprovechando la tercera subida del día, éstos mandaron por delante a Jonathan Castroviejo y Dayer Quintana, tras quienes saldrían, Omar Fraile (Caja Rural – Seguros RGA) y hombres rápidos -aunque con buenas dotes para la escalada- como Ricardo García (Team UKYO), Diego Ochoa (Colombia 4-72) y Carlos Barbero (Euskadi), sabedores que con un perfil como el de hoy les tocaba sacrificarse en favor de sus compañeros. Movimiento inteligente, anticipándose a la neutralización, que obligaba a los conjuntos franceses a tomar la responsabilidad de la caza, y que liberaba a las estrellas de los dos conjuntos navarros de apuros, tensión y trabajo absurdo hasta la fase decisiva del día, que se iniciaría poco antes del antepenúltimo paso de montaña.
El trabajo por detrás dio sus frutos, dando lugar a un reagrupamiento total del grupo antes del cuarto paso por Abaltzisketa, donde empezaría una guerra en la que volverían a salir victoriosos los dos principales conjuntos españoles, colocando a dos claros outsiders al triunfo como José Herrada y Marcos García por delante, junto con otros tres corredores con los que aunar esfuerzos en el tramo llano. Una ayuda que les permitió alcanzar el encadenado final con cierta ventaja sobre el pelotón, que para el manchego resultaría vital de cara a la victoria final de su coequipier.
Sin que resultara ninguna sorpresa, el mayor de los Herrada no tardó en dejar atrás a todos sus rivales, siendo un García muy combativo quien más se aferraba a su rueda, tratando de aguantar para no perder el equilibrio táctico. Sin embargo, no pudo resistir el envite todo lo que hubiese querido, y se tuvo que conformar con echar un cable a Luisle. El de Mula, que había saltado poco antes, ascendió como un poseso ambas cotas, llegando a dar caza a Herrada poco después de coronar el durísimo Gaintza, donde sabedores del peligro que suponía para la victoria, los hombres de Movistar hicieron saltar la carrera por los aires.
Con Javier Moreno eliminado en su baldío intento de perseguir a Sánchez, fueron Izagirre y Antón los que demarraron en la brutal subida guipuzcoana sin que nadie pudiera evitar que hicieran hueco por delante. Más frescos, con mejores dotes para la subida y además aliados en un objetivo común, los dos ciclistas vascos echaron el resto para dar caza a Luisle a falta de tres kilómetros, cuando éste ya estaba en cabeza junto a un exhausto Herrada. Con los demás lejos de toda opción, se llegaba a las calles de Ordizia con un 3 vs 1 favorable a los telefónicos, al que solo un ciclista de la talla del murciano pudo poner emoción. A pesar de la inferioridad, fue capaz de llegar en un mano a mano con Izagirre en el que le faltaron pocos centímetros para arrebatarle su tercer triunfo en la carrera de casa, y primero de la campaña.
Las grandes actuaciones de Movistar se reducen al territorio nacional, y a lo que pueda hacer Quintana en una gran vuelta. Es una lástima, pero a la vez una realidad.