Siete etapas y un prólogo que en ocho días han dado muchísimo de sí. Pero es que el Critérium de Dauphiné siempre va mucho más allá de los que su clasificación final pueda reflejar. La carrera empezó con la victoria de un Lars Boom que sigue creciendo sobre el asfalto más allá de su dominio en los prólogos y que consiguió el primer maillot de líder de la prueba. No le duraría mucho ya que al día siguiente en una demostración de persistencia de Jurgen Van Den Broeck, Alexandre Vinokourov se lo arrebataría, siendo el día que el belga lograba su primer triunfo de nivel al estar más vivo y tener mejor visión de carrera que el mismísimo Thomas Voeckler.
Se llegaba así a los días del primer gran nombre que irrumpía en la prueba, John Degenkolb, y es que el joven germano irrumpía en el panorama ciclista con la misma fuerza que Peter Sagan lo hizo el año pasado en París-Niza llevándose dos triunfos seguidos. El primero en un uphill sprint en el que venció con mucha superioridad sobre el resto de rivales, mientras que el segundo fue en un sprint en el que pudo con todos los -pocos- especialistas que allí había. Dos demostraciones de potencia pura que le daban a conocer al gran público.
Entre medias, sobre el mismo recorrido que se disputará la última crono del Tour, un Tony Martin que llegaba con la única intención de hacer sus tests y afinar el punto de cara a le Grand Bouclè ganaba la crono, aunque no con la facilidad que podía esperarse en un día que Wiggins forjó su victoria final al quedar a 11” del campeón alemán.
Y se llegaba así al tríptico de carreras que decidirían la clasificación. En la primera fue el sorprendente Christophe Kern quien alzaría los brazos, mientras que las dos siguientes eran coto privado de Joaquim Rodríguez que aprovechando el gran punto de forma que traía del Giro se mostraba muy superior al resto en los finales de etapa rompiendo así con la tónica que llevaba un tiempo persiguiéndole de, por H o por B, encontrarse alguien que acababa con sus esperanzas como le ocurriera en las Ardenas o el Giro.
Bradley Wiggins por su parte no se veía en ningún momento inquietado por sus más directos rivales, los siempre ultracompetitivos Cadel Evans y Alexandre Vinokourov, y tenía problemas para mantener el maillot amarillo que se había enfundado tras la contrarreloj del miércoles y ganaba su primera vuelta de una semana importante continuando con el dominio que este año están ejereciendo sobre este tipo de pruebas los bloques anglosajones.
Pero el Critérium de Dauphiné siempre va más allá de los resultados, y esta edición no ha sido una excepción y ha dejado muchas impresiones que habrá que contrastar próximamente. ¿Podrá Ivan Basso afinar a tiempo de cara al Tour? ¿Hasta cuándo tendremos esta versión de LuisLe? ¿Es serio candidato Van Den Broeck al podio de París? ¿Dónde está el techo de Edvald Boasson Hagen? ¿Será Tony Martin rival para Cancellara en la crono? ¿Podrá recuperarse bien Nicolas Roche de cara al Tour? ¿Está Robert Gesink preparado para luchar por le Grand Bouclè? Pero aparte de preguntas nos deja también otro puñado de hechos contrastados, como la consagración de Degenkob, la redención de Joaquim Rodríguez tras un Giro corrido siempre a contracorriente, la noticia halagüeña que es para Contador ver que Sörensen llega muy bien al Tour, la más-que-singularidad de Thomas Voeckler o el regreso de Bradley Wiggins tras un año algo decepcionante en Sky.
Y es que la cercanía del Tour y la importancia de ese objetivo para gran parte de los primeros espadas del pelotón desluce siempre una carrera que no obstante siempre acaba dejando buenos momentos de ciclismo.
1. Bradley Wiggins – Sky 26h 40′ 51″
2. Cadel Evans – BMC + 01′ 26″
3. Alexandre Vinokourov – Astana + 01′ 49″
4. Jurgen Van Den Broeck – Omega Pharma-Lotto + 02′ 10″
5. Joaquim Rodríguez – Katusha + 02′ 51″
6. Christophe Kern – Europcar + 03′ 05″
7. Jean-Christophe Peraud – AG2r La Mondiale + 03′ 30″
8. Kanstantsin Sivtsov – HTC-HighRoad + 04′ 14″
9. Janez Brajkovic – RadioShack + 04′ 22″
10. Thomas Voeckler – Europcar + 04′ 31″