En su tercera campaña como profesional y con los bisoños 24 años recién estrenados, está llegando la confirmación de Sonny Colbrelli (Bardiani -CSF Inox), quien con los excelentes resultados de la presente temporada está llamando a las puertas de la élite ciclística. No obstante, bajo sus brillantes actuaciones llevaba pesando durante mucho tiempo la terrible y oscura sombra de la derrota. El lombardo ha ido acumulando puesto tras puesto en los últimos meses en clásicas transalpinas -y extranjeras- de todo nivel, pero hasta el pasado viernes en Kočevje no había logrado alzar los brazos en ocasión alguna.
Sin embargo, una vez sacudida la presión de segundón que cargaba sobre sus hombros, la suerte parece que ha empezado a acompañar a Colbrelli. Muchas veces, el ciclismo es una cuestión de rachas, y para él, el momento de dar la vuelta a su espiral negativa parece haberse presentado, esta vez sí, en suelo patrio. La superioridad numérica de un excelente conjunto Bardiani-CSF Inox y su impulso final fueron suficiente para que sumará su segundos triunfo en apenas cuatro días en el histórico aunque decadente Giro dell’Appennino, antesala de los campeonatos nacionales en tierras europeas, batiendo en la complicada meta genovesa a Grega Bole (Vini Fantini – Nippo) y Miguel Ángel Rubiano (Colombia).
Un triunfo aun así notorio, gestado sobre todo en un Passo della Bocchetta que no fue tan decisorio como en otras ocasiones. Quizá fuera la reducción de la dureza previa o la temprana formación de un fuga carente de todo peligro, formada por Rodolfo Torres (Colombia), Ivan Balykin (RusVelo) y Eduard Grosu (Vini Fantini – Nippo), pero lo cierto es que a los pies de clásico paso de montaña el grupo llegó relativamente fresco y completo, aumentando de ese modo las opciones de los hombres rápidos por encima de los escaladores.
Con el trío de cabeza ya cazado gracias al trabajo de aproximación de los hombres de Neri Sottoli y Meridiana-Kamen, se dio inicio a las primeras rampas del puerto, en las que croatas e italianos mantuvieron un ritmo fuerte para romper el grupo y buscar las opciones de Matteo Rabottini y el último vencedor aquí, Davide Mucelli. Y fue precisamente Rambo el primero en intentar romper la disciplina del paquete. Un primer cambio de ritmo logró quebrar por completo el pelotón principal, aunque no fue lo suficientemente satisfactorio como para hacer camino. Con el segundo, el ganador en Piani de Resinelli sí tuvo más éxito, siendo capaz de llegar en cabeza hasta la cima junto con Merwadi Kudus (MTN – Qhubeka), Gianfranco Zilioli (Androni Giocattoli – Venezuela) y Sergey Firsanov (RusVelo).
Sin embargo, Reverberi se había presentado en Novi Ligure con un plantel de muchos quilates y, sobre todo, muy profundo, que permitió a Colbrelli y Battaglin mantener a los escapados a una distancia de seguridad perfectamente asumible. Así, entre los suaves Castagnola y Giovi se consiguieron integrar tanto ellos como Simone Ponzi (Neri Sottoli) o Andrea Pasqualon (Area Zero), dos hombres claramente a tener en cuenta en una llegada de estas características. En total, llegaban 25 hombres al tramo llano en cabeza, que poco después se elevarían hasta la cuarentena que se jugarían el triunfo.
Con estos mimbres, todo control de los equipos quedaba en las manos de Bardiani-CSF Inox y Neri Sottoli, dos de los conjuntos más potentes, mayor representación y un favorito más claro de todos. Uno tras otro, fueron anulando los intentos de los ciclistas más lentos, que buscaban todos los resquicios posibles para saltarse la resolución en volata, incluso el de unos Franco Pellizotti (Androni Giocattoli – Venezuela), Mirko Tedeschi (Team Idea) y Rabottini que estuvieron bien cerca de sorprender. Pero el treno biancoverdi no fallaría con Battaglin lanzando a Colbrelli directamente hasta su segundo triunfo como profesional.