Etapa llana, llana, crono individual, llana y etapa con cotas. Con esta sucesión de parciales en el Baloise Belgium Tour y con Tony Martin (Omega Pharma – Quick Step) saliendo con el dorsal número 1 desde Lochristi el miércoles pasado, casi impensable se hacía que el alemán no añadiera otra general más en la Vuelta a Bélgica. Y eso es lo que ha ocurrido. El mejor croner del Mundo ha vencido, con esta, tres veces en Bélgica. Tony-peat.
La Vuelta a Bélgica, con sus tres primeras etapas en Flandes y las dos restantes en Valonia, comenzaba con una etapa llana entre Lochristi y Buggenhout. Algunos de los velocistas que apuntan al Tour de Francia tenían aquí un buen banco de pruebas. Tom Boonen, que nunca quiso ser velocistas pero que siendo tan rápido acostumbra a tomar con gusto ese papel en OPQS, ha salido como el mejor parado de todos ellos en estos cinco días. Porque ganó el primer día en el oeste de Flandes (previo intento de Philippe Gilbert de sorprender y tras un gran lanzamiento de Geert Steegmans) y también lo hizo el segundo.
En dicho parcial, con final en repecho en Knokke-Heist, un lanzamiento luego convertido en iniciativa por la victoria del propio Steegmans fue desbaratado por el propio Boonen. El de Mol, con sus ganas de ganar, rebasó a su compañero quitándole esa gloria por un día que parecía ya tocar con el tubular. Pero Boonen, tan falto de victorias importantes este año, no perdonó y dejando la playa a la derecha sumó su segunda victoria en la carrera.
El tercer día, el más importante, el que siempre decide el Baloise Belgium Tour, OPQS tampoco dejó escapar la victoria y, cómo no, menos el maillot rojo de líder. Tony Martin dominó como casi siempre hace en las pruebas cronometradas y adelantó en 16 segundos a Tom Dumoulin y en 26 a su ex compañero Sylvain Chavanel, que empieza a coger continuidad y pedal de cara al Tour de Francia. Se le estaba esperando. El resto de contendientes, Sylvain Dillier, Matthias Brändle o Philippe Gilbert, enviados casi al minuto. Vuelta a Bélgica, salvo causa de fuerza mayor, decidida.
André Greipel sí levantó los brazos el cuarto día en Lac de l’Eau d’Heure, ayer, tras un buen lanzamiento de Pim Lightart antes de un repecho de apenas unas decenas de metros que no dio opción a nadie, ni siquiera a dos de los hombres más activos estos días: al antes mencionado Gilbert y Mathieu Van der Poel (BKCP – Powerplus). El neerlandés, promesa del ciclocross, también estaría en cabeza de carrera en el parcial de hoy, el más complejo.
En las cotas valonas (Huy, Amay, Stockay) protagonistas se repartieron en cabeza varios corredores. Greg Van Avermaet o Sep Vanmarcke fueron algunos de ellos. Pero tras las cotas, con un OPQS tranquilo, siempre controlando, la bajada de vuelta a Oreye (la etapa salía y llegaba a esta localidad de la provincia de Lieja) reunificaba un grupo que se lo jugó todo al sprint. Y allí venció Paul Martens ante una treintena de corredores en el parcial más selectivo de la tercera Vuelta a Bélgica vencida por un alemán acostumbrado a ello.