Tres semanas y media después, se ha acabado el Giro de Italia. Ya habrá tiempo de sufrir el síndrome post-Giro y de hablar de todo lo que ha pasado durante estos días pero la primera conclusión que se extrae es clara: Colombia ha estado por encima del resto. Nairo Quintana, Rigoberto Urán, Julián Arredondo, el Team Colombia o Sebastián Henao han sido un alto porcentaje de todos los nombres propios que deja este Giro.

La última etapa ha sido para Luka Mezgec, que en argot futbolístico, ha salido desde el banquillo para sustituir a Kittel y lo ha hecho de la mejor manera posible: ganando. Otros sprinters como Roberto Ferrari, Ben Swift, Giacomo Nizzolo o Elia Viviani se han quedado con la miel en los labios y se van a casa de vacío, mientras que Nacer Bouhanni ha consolidado el maillot de la regularidad. En definitiva, una etapa clásica de lo que es el final de una gran vuelta, sin contratiempos y con un desenlace claro. Hasta el año que viene, Giro.

El dato

Esa máquina de datos que es Mister Chip lo anunciaba ayer. Esta es la segunda vez en toda la historia del Giro en la que un país diferente a Italia logra un doblete. Lo lograron los suizos Carlo Clerici y Hugo Koblet y lo han logrado Nairo Quintana y Rigoberto Urán para Colombia. Si a esto se suma que el maillot de la montaña, que ha ido a parar para Julián Arredondo, también es colombiano, estamos ante un hecho único e irrepetible en la historia de la carrera. Que lo disfruten los colombianos, que se lo han ganado.

La imagen

Esta imagen subida por @Movistar_Team refleja perfectamente lo que ha sido este Giro. Nairo Quintana y la bandera de Colombia. No hace falta añadir nada más. El mejor resumen de la carrera.

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El #Giro en Twitter

Día de celebración, de fiesta y de jolgorio en el Giro. Son muchos los equipos que ya han empezado la fiesta y algunos, como Orica – GreenEDGE, hasta el homenaje a los ciclistas caídos durante la prueba.

Otros como Movistar y Astaná son más normales y clásicos en la celebración. Unos con champagne, otros en el podio.

Al lado contrario queda Oleg Tinkov.

Y hay algunos que se han quedado con ganas de más. Grande Adam Hansen.