Diecisiete días después, la igualdad es la nota predominante del Giro de Italia. Igualdad entre los nueve primeros clasificados que únicamente la demostración de Nairo Quintana en Val Martello le separó del resto de rivales. Desde el rosa hasta la novena plaza que mantiene Ryder Hesjedal, 4’16” separan a los corredores que optan al triunfo final. Nairo Quintana, Rigoberto Urán, Cadel Evans, Pierre Rolland, Rafal Majka, Fabio Aru, Domenico Pozzovivo, Wilco Kelderman y Ryder Hesjedal. Nueve hombre y un destino.
Las escasas diferencias entre ellos atisban un intrépido duelo en tres finales en alto, consecutivos. La llegada al Rifugio Panarotta,15.85km al 7.9%, será el primer punto crucial. Una etapa que sin ser de la exigencia de las otras dos venideras contempla un final largo y regular, del perfil de Plan di Montecampione, que estará acompañado esta vez por desgaste anterior con el histórico Passo San Pellegrino y el Passo del Redebus, pero con mucha separación entre ambos.
Más crucial se presenta la cronoescalada al Monte Grappa. Prácticamente 20 kilómetro de subida con un desnivel medio superior al 8% y con una segunda mitad con varios kilómetros por encima del 10%. Una lucha de poder a poder en una jornada de más de una hora de lucha contra el crono. Un día a cara de perro, sin referencias más allá de las informaciones de los coches. Un día para dar, de nuevo, la vuelta a la general del Giro de Italia.
El Monte Zoncolan será el colofón final. Tercer día consecutivo de exigencia máxima. Lo hará en una jornada con un triple encadenado perfecto. Últimos 75 kilómetros con el duro Passo del Pura (11.25km al 7.7%) y el irregular Sella di Razzo (15.85km al 5.2%) antes del “infierno de Ovaro” (11.10km al 11.9%), un Monte Zoncolan que, a pesar de todo, no es el mejor punto para abrir grandes diferencias pero que su situación en carrera puede abrir más márgenes que los vividos en ediciones anteriores.
Tres etapas, tres finales. ¿Pero cómo llegan los nueves candidatos? Situaciones totalmente diferentes. Del crecimiento de corredores como Nairo Quintana, Pierre Rolland o Ryder Hesjedal, a la regularidad de Fabio Aru y Wilco Kelderman, a las dudas de Rafal Majka, Domenico Pozzovivo y Rigoberto Urán y a la clara cuesta abajo de Cadel Evans. Nueve momentos diferentes para luchar por un mismo objetivo. Un enfrentamiento en tres finales diferentes donde el mínimo punto de flaqueza echará al traste todo el trabajo anterior. La victoria, el podio y la definición de los diez primeros puestos de la clasificación general quedarán listos para sentencia en las tres próximas etapas. Todo ello con 55” que separan al tercer puesto de Cadel Evans del noveno de Ryder Hesjedal. El pronóstico, totalmente incierto. Todo puedo ocurrir de aquí a Triestre.