Tras la dura contrarreloj de ayer, hoy el pelotón afrontaba la última oportunidad de disputar una etapa al sprint antes del empacho de montaña que viene en las próximas jornadas. Los menos de 160 kilómetros que separaban las localidades de Fossano y Rivarolo presentaban solo una dificultad de cuarta categoría por el camino. Dicha cota, finalmente, ha ayudado a resolver la etapa, que ha contado con un desarrollo que poca gente podía esperar.

Como viene siendo la tónica general en lo que va de Giro, la fuga no tardó en formarse. Con menos de 10 kilómetros recorridos, un sexteto compuesto por Jackson Rodríguez (Androni Giocattoli – Venezuela), Angelo Tulik (Europcar), Maxim Belkov (Katusha), Marco Canola (Bardiani – CSF), Gert Dockx (Lotto – Belisol) y Jeffry Romero (Team Colombia) tomó la cabeza. Con unas ventajas estabilizadas, de más de dos minutos, nunca por encima de los tres y medio, parecía difícil pensar que el grupo pusiera en jaque la disputa del sprint.

Pero el ciclismo es así, imprevisible y duro, y por ello, precioso. El equipo FDJ.fr, tratando de llevar en volandas a Nacer Bouhanni camino del sprint se vio solo en las labores de caza. Los días pasan, las piernas pesan e intentar cazar a seis hombres bien organizados ya no es tarea fácil a estas alturas de carrera. Así pues, el pulso fue constante durante todo el desarrollo de la etapa, pero los seis valientes, bien organizados, y sabedores de estar ante una oportunidad única, consiguieron defender su ventaja con suficiencia.

Tanto fue así, que los fugados parecían regular fuerzas. A los tirones del pelotón contestaban con cambios de ritmo que les permitían defender su pequeña ventaja y seguir manejando posibilidades de victoria. La cota de Rivara, de un kilómetro, pero con rampas del 12% ayudaría a filtrar la fuga, dejaría en cabeza al terceto que se iba a disputar la victoria. Con un buen movimiento de Marco Canola, sólo Angelo Tulik y Jackson Rodríguez eran capaces de seguirle y abrían hueco con el resto de la fuga que se dejaba llevar hasta ser engullidos por el gran grupo.

Ya en la calles de Rivarolo, pudimos disfrutar de unas imágenes de tensión preciosas. El pelotón al fondo de la pantalla, quemando las últimos naves y por delante, en primer plano, tres hombres mirándose, midiendo las fuerzas y tratando de recuperar para disputarse la victoria entre ellos. No podían aun así dormirse, pues parecía que aún les podían atrapar. Un valiente Canola no quiso esconderse, fue el primero en lanzarse a sprintar, supo mantener su ventaja y pelear con todas las piernas que tenía para, de esta forma, imponerse a Rodríguez y Tulik, segundo y tercero, respectivamente. Un Bouhanni que parece no tener rival en lo que a velocidad respecta, encabezó al pelotón y sumó unos valiosos puntos para su maglia rossa, cuya disputa vivirá un capítulo decisivo ahora que comienza la montaña y los escaladores sumarán sus puntos.

Canola