Destellos, pocos momentos de luz y muchos de sombras. Así se pueden catalogar las tres temporadas de Georg Preidler (Graz,1990) en el pelotón profesional. Una campaña en el extinto Team Type 1 – SANOFI y dos años en el Giant – Shimano no han mostrado la mejor cara del espigado ciclista austríaco. En la formación neerlandesa forma parte del grupo de jóvenes con talento y proyección junto a los Warren Barguil, Lawson Craddock, Daan Olivier, Tobias Ludvigsson o Tom Dumoulin. Todos ellos, en mayor o en menor medida, han mostrado sus credenciales, mientras que Georg Preidler apenas cuenta con resultados. Parece un claro ejemplo de estancamiento.

Y es que el Preidler prometía. En 2011, defendiendo los colores del Tyrol Team, logró sus mejores actuaciones con la selección austríaca. Alcanzó la victoria final en la siempre exigente Toscana Terra di Ciclismo, donde le sonrió la suerte. Fabio Aru, líder hasta la última jornada, rompió el cambio en el último kilómetro relegado a la segunda posición. Un fallo que aupó a Georg Preidler al triunfo gracias al puestómetro. No fue la única victoria de la temporada. La localidad italiana de Negrar presenció su entrada en solitario en el GP Palio del Recioto. Batió a Salvatore Puccio, Enrico Battaglin, Moreno Moser, Romain Bardet o Matteo Trentin, entre otros. Casi nada. Cerró el año con un séptimo puesto en la general del Tour del Porvenir.

Los resultados y su proyección le llevaron a dar el salto profesional a las filas del Team Type 1 – SANOFI en 2012. Con 22 años llegó a la élite con un equipo menor, pero con un buen calendario. En el conjunto norteamericano comenzó a dar destellos. Octavo en Calabria, séptimo en Sud Ardèche, noveno en la Flèche d’Emeraude o tercero en el GP Canton d’Argovie fueron sus mejores actuaciones de la temporada.

El Team Type 1 – SANOFI echó el cierre y Preidler firmó dos temporadas con el Argos – Shimano. Su presencia apenas se cuenta con los dedos de una mano. Mejor calendario y mejor equipo, menos brillo personal. El austríaco paró de golpe su evolución. Apenas acumula actuaciones destacadas lejos de la tercera plaza en la Rund um Köln y una etapa de la Vuelta a Polonia, ambas en 2013.

Pero el Giro de Italia, su segunda grande, ha dejado de momento dos destellos, dos muestras de que todavía mantiene la calidad y el brillo que muchos auguraron. Camino de Savona, integrado en la escapada de nivel, aguantó en cabeza el exigente paso por Naso di Gatto. Fue el único integrante de la fuga en pasar el puerto en cabeza, solamente superado por un Julián Arredondo que atacó desde el grupo. Tras el esfuerzo, su vigésimo segundo puesto en la contrarreloj de Barolo le mantiene con opciones de cerrar la Corsa Rosa en un factible Top-20. Un puesto que sin ser un exitoso logro mantiene vivas las esperanzas en Georg Preidler. Y es que tan solo va camino de los 24 años.

Foto © Giant - Shimano

Foto © Giant – Shimano