Esta vez sí. Arnaud Démare (FDJ.fr) consiguió triunfar en su región natal. Después de hacer gala de un estado de forma demencial el pasado año en Dunkerque, llegó al Tour de Picardie dispuesto a repetir el éxito y a dedicar a sus paisanos, como mínimo, una victoria de etapa. Sin embargo, una caída el primer día le eliminó de la lucha por el triunfo y le dejó lo suficientemente tocado para acabar con todas sus opciones. Una historia que el galo no permitió, consiguiendo en esta ocasión enlazar ambas vueltas por etapas así como cuatro triunfos parciales, dominando con suficiencia en suelo picardo ante Ramon Sinkeldam (Giant – Shimano) y su compatriota Bryan Coquard (Europcar), a la postre sus acompañantes en el cajón de Bray-sur-Somme.

No obstante, al ciclista de Beauvais se le aparecieron los fantasmas del pasado en la jornada inaugural, en la que ya fuera por la fatiga acumulada por el viento, el esfuerzo para conseguir tres segundos de bonificación en la meta volante o, simplemente, por encontrarse a un rival superior, no pudo rematar el trabajo de su escuadra. Aunque el equipo lotero llevó el peso de la carrera durante todo el día, controlando la escapada en la que figuraba Philippe Gilbert (BMC Racing) e incluso cortando el pelotón gracias a su empuje, se quedaron sin premio a su esfuerzo.

Dicen que no hay mal que por bien no venga. Con esa derrota, FDJ.fr envió la pelota al tejado de Europcar, que con el liderato Coquard se vio obligado a comandar el pelotón de camino a Craonne, en la que era sobre el papel y fue sobre la carretera la etapa más difícil de las tres. Desde el primer momento se corrió a toda pastilla y los ataques se sucedieron hasta que una quincena de ciclistas -entre los que se encontraba gente de la talla de Tom Dumoulin (Giant – Shimano), Gert Steegmans (Omega Pharma – Quick Step) o Björn Leukemans (Wanty – Groupe Gobert)- pusieron tierra de por medio. Los hombres de Bernaudeau se quedaron solos y, aunque pudieron echar abajo la numerosa aventura, fue a costa de pagarlo con varios de sus gregarios de cara a un final repleto de ataques, solventados por FDJ.fr y Giant-Shimano a favor de Démare y Sinkeldam, quienes se jugaron el triunfo. Una caída a pocos metros de la conclusión, en la que de hecho se vio envuelto el hasta entonces líder, permitió al francés y al neerlandés tomar ventaja suficiente para encararse en un mano a mano que fue a parar al zurrón de Démare.

Arnaud Démare, vestido con el amarillo en el Tour de Picardie

Arnaud Démare, vestido con el amarillo en el Tour de Picardie / Foto: @TourPicardie

Victoria y doce segundos más de ventaja con la inmensa mayoría de sus contrincantes le dejaron en bandeja de plata la clasificación general antes de encarar la jornada dominical. El final en ligera pendiente parecía ideal para Démare, más si cabe tras el esfuerzo que Gilbert hizo en los primeros kilómetros para arrebatar el maillot de la montaña a Dumoulin. Una puesta en marcha fulgurante que contrastó con la tranquilidad reinante durante el resto de la etapa. Cinco ciclistas por delante, poco ritmo y control férreo de los hombres de Madiot hasta los últimos kilómetros en los que acabaron con la resistencia de un incansable Gert Jöeaar (Cofidis). Todo quedaba a expensas de un sprint donde Démare no falló ante Sinkeldam, Gilbert o Gianni Meersman (Omega Pharma – Quick Step).

El francés logró así su segunda vuelta por etapas consecutiva y su séptima victoria en 2014. Démare iguala la marca de su compañero Nacer Bouhanni en la guerra fría por la capitanía del equipo de Madiot, que tiene que lidiar con dos gallos en el corral. Bendito problema.