Cuando Michele Scarponi dejó la Lampre – Merida rumbo a Astana para ser uno de los hombres fuertes de Vincenzo Nibali en el Tour de Francia, la squadra blufucsia lo tenía claro, su recambio estaba en casa, era la hora de Przemysław Niemiec. Pero a última hora, tras haber sido vinculado a muchos equipo y haber sido rechazado sistemáticamente por todos ellos, se anunció que Chris Horner iba a ser el vueltómano de Saronni. Y lo iba a ser en el Giro de Italia, la carrera que Niemiec había marcado en rojo en su calendario tras años de lugarteniente de Scarponi.

Pero entonces la desgracia se cruzó en el camino del estadounidense, y mientras entrenaba por tierras italianas, sufrió un accidente que le obligó a ser ingresado en el hospital de Lecco con cuatro costillas rotas y un pulmón perforado. La planificación de la temporada se había ido al traste, y con ella su participación en Giro. Inmediatamente el liderazgo del equipo para la Corsa Rosa volvió a recaer sobre Przemysław Niemiec, como estaba previsto.

Foto: teamlampremerida.com

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Natural de Oświęcim -Auschwitz, en alemán-, Niemiec -Alemán, en polaco- se había convertido en el baluarte del controvertido equipo Miche, pero fue con su paso a la Lampre – ISD en 2011 cuando por fin le llegó el turno de debutar en una GT. Un escalador polaco en un equipo italiano, en el Giro y ejerciendo de gregario para un corredor local. Sorprendentemente esta descripción no iba a ser exclusiva de Sylwester Szmyd. El resultado aquel año fue más que satisfactorio a pesar del descalabro colectivo sufrido en la Vuelta, individual y colectivamente, ya que tras la eliminación a posteriori de los resultados de Alberto Contador, la victoria final del Giro fue adjudicada a Michele Scarponi.

La dupla se repetiría el año siguiente en tierras italianas, donde Scarponi fue sorprendido por De Gendt en su intento de repetir podio en Milán, pero sin embargo, llegado el verano, sus caminos se separarían. Mientras su jefe de filas probaba suerte en el Tour con una triste 24ª posición, a él se le encargaba la tarea de encabezar a la Lampre – ISD en la Vuelta, donde acabó en 15ª posición a más de 20 minutos del ganador.

Y bajo la máxima de no tocar aquello que funciona, volvieron a la carga en el Giro. Siempre lejos de Nibali, Scarponi repitió la cuarta posición de la temporada anterior, pero en esta ocasión, tras haber avisado metiéndose en el Top-10 de Tirreno-Adriatico, Volta a Catalunya y Giro del Trentino, su lugarteniente logró una muy meritoria sexta posición dando un gran salto de calidad e implicándose en carrera de principio a fin. A pesar de volver de vacío en cuanto a triunfos de etapa, la bicefalia de Lampre – Merida había funcionado, así que se decidió invertir los papeles de cara al verano, aunque los resultados en el Tour y la Vuelta fueron idénticos, 24º y 15º.

Sin Scarponi ni Horner barrándole el paso y con Ulissi como cazaetapas y Cunego por detrás en cuanto aspiraciones de cara a la general, a Przemesław Niemiec se le presenta a sus 34 años la oportunidad de liderar a la Lampre – Merida en el Giro, y lo hace tras haber brillado con una tercera posición en el Giro del Trentino. Para llevarlo a cabo de forma satisfactoria deberá mostrar su mejor versión y hacer de su motor diesel y resistencia en carreras de tres semanas sus mejores armas para asentarse como punta de la lanza de la Lampre – Merida.