Ya ha llegado el Tríptico de Cotas, y como viene ocurriendo durante los últimos años -no en 2013-, la Amstel Gold Race vuelve a tener un claro componente de resolución al uphill a pesar de su nuevo final. Y allí, ayer hubo un corredor que no tuvo rival, y Philippe Gilbert volvió a dominar a su antojo, como en sus mejores días de abril de 2011. Una carrera destinada a decidirse en la ascensión al Cauberg y que con un su parte más selectiva alejada de meta tuvo en un ataque de Voeckler secundado por algunos outsiders el principal movimiento táctico, por lo que la labor de los equipos que no filtraron corredores se redujo al control y la colocación de sus líderes antes de la llegada al peculiar el cruce de calles de Valkenburg. Aquí analizamos los que a nuestro juicio fueron los que mejor y peor leyeron la carrera.

En positivo

BMC Racing Team: una carrera perfecta tácticamente del equipo estadounidense rematada de forma perfecta por Philippe Gilbert en el Cauberg, una sinfonía sin una sola nota discordante durante las más de seis horas que duró la Amstel Gold Race. Controlando la escapada con dos hombres guardando al resto, pero sobre todo con los últimos 40km finales de la carrera; 40km que fueron de libro. Al ataque de Voeckler en el Eyserbosweg fue Greg Van Avermaet quien contestó repitiendo la actitud ofensiva que cerca le aupó al podio en De Ronde, tras brillar en los adoquines el belga también dejaba su huella en las cotas liberando de presión a todo su equipo en la persecución, alargando su aventura hasta falta de 9km cuando llegaba el momento de la aproximación al Cauberg. Era en el descenso hacia Valkenburg, a falta de 5km, cuando quien entraba en escena era Marcus Burghardt, que con sus inconfundibles zapatillas amarillas abría paso a Gilbert hacia el frente del pelotón, a él y a Samuel Sánchez, que situado a rueda de Kwiatkowski lanzaba un ataque en los primeros metros de ascensión al que respondía sin dilación el polaco seguido de Gerrans, a la rueda del cual llegaba Valverde, justo por delante de Philippe Gilbert, que una vez superado el asturiano tomó aire y volvió a lanzar un descomunal ataque que le servía para vencer en el Cauberg por cuarta vez tras tres Amstel Gold Race y el Mundial en ruta de 2012.

El ataque de Samuel Sánchez fue la culminación de una gran carrera de BMC. Philippe Gilbert hizo el resto.

El ataque de Samuel Sánchez fue la culminación de una gran carrera de BMC. Philippe Gilbert hizo el resto.

Omega Pharma – Quick Step: la actuación de los belgas fue notoria; junto a BMC y Movistar tomaron en muchos momentos las riendas de la carrera en su fase intermedia, y cuando a 40km de meta Voeckler se decidió a atacar allí estaba Štybar para representar al equipo permitiendo no quemar unidades. Pero el checo quedó descolgado del grupo de achtervolgers y todo cambió, así que con multitud de equipos muy bien representados con segundas espadas y Movistar excesivamente debilitado no dudaron en asumir el control en el pelotón camino de Valkenburg antes de la última ascensión al Cauberg. Allí la aproximación de Jan Bakelants con Michał Kwiatkowski a rueda fue extraordinaria, dejando al campeón polaco en primera posición antes del inicio de la última subida, donde sus rampas dejaron patente que ayer no era sólo inferior a Gilbert sino también quien menos piernas tenía del cuarteto que se estaba jugando la carrera.

Kwiatkowski entró al Cauberg en una situación inmejorable.

Kwiatkowski entró al Cauberg en una situación inmejorable.

Orica – GreenEdge: los australianos llegaban a la cita neerlandesa con una premisa, todo por y para Simon Gerrans. Agazapados en el pelotón durante gran parte de la jornada también ellos estuvieron atentos en el momento del ataque de Voeckler filtrando a uno de sus mejores escaladores en el corte. Pieter Weening tomaba ventaja y el equipo se liberaba de presión en el pelotón en el tramo de los -40km a los -10km. Un movimiento inteligente que ayudaba a conservar el escaso bloque que a aquellas alturas conservaban los aussies para poder proteger al Green&Gold y llevarlo al pie del Cauberg en la mejor situación posible. Y así lo hicieron, cuando a falta de 6km un pequeño treno de cuatro corredores tomaba cabeza de pelotón, y por más que finalmente perdiesen la guerra con OPQS y Kwiatkowski llegase por delante, Simon Gerrans llegaba en perfectas condiciones para jugarse la carrera, pero como el polaco, ayer se topó contra un rival inalcanzable. ‘Bling’ Matthews, por su parte, rozó el Top10.

Los australianos volvieron a aparecer como un bloque sólido en los compases finales.

Los australianos volvieron a aparecer como un bloque sólido en los compases finales.

En negativo

Movistar Team: todo parecía estar a favor de los azules en el inicio del Tríptico de Cotas y Valverde se presentaba como uno de los principales favoritos, si no máximo favorito, para alzarse con una carrera que a día de hoy aún no adorna su palmarés, pero el desarrollo de la carrera del equipo español fue nefasto. Basta con mencionar que de los ocho hombres que comenzaron la carrera en Maastricht sólo dos la acabaron, Alejandro Valverde y Gorka Izagirre. De este modo el guipuzcoano se vio completamente superado y tuvo que multiplicarse durante la parte final de la carrera, protegiendo a su líder mientras colaboraba en la persecución del grupo de segundas espadas para finalmente tener que prepararle la aproximación al Cauberg. Y pese a todo, el mayor de los Izagirre solventó como pudo la papeleta, pero el murciano tuvo que buscarse la vida y entró algo retrasado a los primeros metros de ascensión y tuvo que hacer un pequeño esfuerzo extra con Gilbert a rueda tras el ataque de Samuel Sánchez. Esta colocación, de todos modos, no fue peor que la del Mundial de 2012, algo que da valor al grandísimo trabajo de su único compañero.

El casco verde de Valverde por delante de Gilbert, pero por detrás de Kwiatkowski y Gerrans.

El casco verde de Valverde por delante de Gilbert, pero por detrás de Kwiatkowski y Gerrans.

Lampre – Merida: parecía el escenario propicio para que después de años plagados de sombras Damiano Cunego resurgiese de sus cenizas cual ave fénix en una carrera que le había visto triunfar en 2008; pero no sólo a él, también a Rui Costa, a quien con el arcoíris en el pecho empieza a llegar el momento de rendir tributo a tan legendario maillot. Pero ni uno ni otro estuvieron a la altura, ni en el Cauberg ni en el movimiento previo a su llegada, ya que no saltó ninguno de los dos a por Voeckler y los segundos espadas ni aguantaron el tirón en la ascensión final. Teniendo en cuenta que también Diego Ulissi era de la partida y se encontraba en el pelotón, que ninguno de ellos saltase es un fallo muy importante.

Costa, Cunego y Ulissi esperaron al Cauberg y allí no tuvieron opción.

Costa, Cunego y Ulissi esperaron al Cauberg y allí no tuvieron opción.

Belkin ProCycling: tras una Primavera en que sus corredores han sido de los más fuertes del pelotón y pocos aciertos han sido tapados por errores garrafales a los neerlandeses les llegaba la carrera patria más importante del calendario, pero los verdinegros no tuvieron incidencia alguna y a pesar de llevar buenas bazas como Laurens Ten Dam, Lars Petter Nordhaug y Bauke Mollema simplemente colaron un peón como Paul Martens, y en segunda instancia, en el movimiento de Voeckler. En el Cauberg, sólo el tercero llegó a estar al frente, pero en ningún momento tuvo opción de unirse al grupo de los mejores. Con multitud de variables tácticas en su mano optaron por jugársela al uphill.

Con mejores piezas por mover, el Belkin que se filtró en el corte fue Martens.

Con mejores piezas por mover, el Belkin que se filtró en el corte fue Martens.