Tras tres años formándose en las duras carreteras belgas bajo el amparo de Sean Kelly, el salto a la segunda categoría del ciclismo internacional no podía estar siendo más exitoso para el irlandés Sam Bennett (NetApp – Endura). Y es que a parte de enseñar el hocico a varios de los grandes nombres de la especialidad en carreras de prestigio, está demostrando que sabe aprovechar las oportunidades que le brindan carteles más sencillos. Después de destrozar el pasado febrero el ‘treno’ de Movistar en Almería, hoy ha hecho lo propio con el dominio de la llegada del Belkin Pro Cycling, permitiéndose robar la cartera a Barry Markus en los últimos metros haciendo del golpe de riñón un arte, para hacerse con la ineludible Rund um Köln de cada lunes de Pascua.

La prueba coloniense y el conjunto de Ralph Denk son dos de los pocos oasis restantes en el denostado ciclismo alemán, razón de más para que éstos salieran este mediodía especialmente motivados para hacer una buena actuación en una de los pocas carreras de las que pueden presumir de correr en casa. Fueron de lo más activos durante unos primeros kilómetros infernales en los que ningún ataque lograba fructificar, y en el que se rodaba a un ritmo que estuvo a punto de romper la carrera en mil pedazos. En cada cota el pelotón se fraccionaba a causa de la velocidad, haciendo patente la diferencia entre las grandes estructuras profesionales y muchos de los equipos continentales invitados.

No obstante, este descontrol tampoco beneficiaba excesivamente a los conjuntos más fuertes ante la posible eliminación de sus hombres rápidos, de modo que ante el salto de Jay Thompson (MTN – Qhubeka) no hubo otra respuesta que la indiferencia. Poco después saltarían a su estela Tim Gebauer (Team Stölting) y Gregor Mühlberger (Tirol Cycling Team), momento que el grupo aprovechó para reagruparse, frenar y comer… en definitiva, tomarse una pausa de cara a la segunda mitad de la carrera.

Bennett celebra la victoria ante la descriptiva mirada de Markus / Foto: @NetAppEndura

Se formaba así una fuga corta de integrantes y de escaso nivel, todo un caramelo para un pelotón que poco les dejó hacer a ratos, ya que las treguas eran dejadas a un segundo plano en cada una de las estrechas y empinadas cotas de la prueba teutona. En cada una de ellas, siempre había algún interesado en aumentar la exigencia de la carrera o en intentar formar un grupo de contraatacantes, lo que evitó que su renta subiera en momento alguno del par de minutos. Pero ninguna cuajó, lo que permitió al trío de cabeza -del cual cayó Gebauer en favor de Klemen Stimulak (Adria Mobil)- mantenerse por delante hasta la última ascensión, en la cual el impulso de hombres como Jan Barta (NetApp – Endura) y Matej Mugerli (Adria Mobil) acabaron con su aventura.

Se entraba entonces en un terreno plano y sencillo camino de Colonia con el pelotón agrupado y varios hombres rápidos en liza, de modo que tras dos años consecutivos en los que las fugas habían triunfado en la ciudad renana, el sprint iba a ser de nuevo protagonista. Poco importó el lejano -y consentido- intento de Markus Eibegger (Synergy Baku Cycling Project) junto a Mirco Saggiorato (Team Stölting) y Stimulak, así como su lucha en el circuito final. Comandado por Belkin, MTN-Qhubeka, Christina Watches-Kuma y NetApp-Endura, el grupo contemporizó lo suficiente para darles caza con apenas cuatro kilómetros por delante.

Fue entonces cuando el conjunto neerlandés, único WorldTour, supo imponer su superioridad numérica. Con seis ciclistas delante, no perdieron la posición en ningún momento pensando en la opciones de Markus, que fue excepcionalmente llevado por todos sus compañeros y colocado de forma inmejorable por Graeme Brown. Pero ni la ventaja con la que partió fue suficiente para aplacar la potencia del irish nacido en Wervik, que se hacía con el segundo triunfo de la campaña por apenas un tubular, dando la vuelta a la tortilla a una situación imposible en los últimos metros. La afición local, mientras tanto, se hubo de contentar con la victoria de la escuadra alemana y el tercer lugar de un Gerald Ciolek (MTN – Qhubeka) bien colocado pero incapaz de responder.