Philippe Gilbert (BMC Racing Team) se adjudicó la 54ª edición de la Brabantse Pijl al imponerse a sus rivales en un sprint reducido. El belga ganó en los metros finales al australiano Michael Matthews (Orica – GreenEDGE) y al francés Tony Gallopin (Lotto – Belisol).
La fuga del día la protagonizaron seis ciclistas que saltaron del pelotón en los primeros compases de la carrera. Matthias Brändle (IAM Cycling), Mattia Pozzo y Giorgio Cecchinel (Neri Sottoli), Perrig Quemeneur (Team Europcar), Christopher Williams (Team Novo Nordisk) y Kiel Reijnen (UnitedHealthcare) estuvieron siempre controlados por un pelotón que comandaban varios hombres de Topsport Vlaanderen – Baloise, Garmin – Sharp, Lotto – Belisol y Giant – Shimano sumando una diferencia máxima de 6’30”.
Mientras Christopher Williams se descolgaba por falta de fuerzas de sus compañeros de fuga al primer paso por el circuito detrás Omega Pharma – Quick Step y Lotto – Belisol de la mano de Julien Vermote y Jurgen Van den Broeck movieron la carrera a falta de menos de 70 km a meta. A partir de ese momento se rompió el grupo con un sin fin de ataques que probaban suerte y con un Omega Pharma – Quick Step muy activo para filtrar varios corredores por delante, una táctica que en muchas carreras les resultó eficiente.
Ante la amenaza de la táctica del equipo belga que puso por delante a Pieter Serry, Julien Alaphilippe y Julien Vermote junto con Van den Broeck, Garmin – Sharp y Orica – GreenEDGE cogieron las riendas de un pelotón marcado por los sucesivos movimientos donde el empuje de algunos ciclistas formó un tercer grupo con Peter Weening (Orica – GreenEDGE) o Kevin Reza (Team Europcar). Era el momento de BMC Racing Team que sin corredor por delante trabajó para el gran favorito, Philippe Gilbert.
A 40 km para la línea de meta, los hombres de BMC impusieron un fuerte ritmo que poco a poco iba reduciendo las diferencias de los tres grupos frente al pelotón, hasta cazar a todos los ciclistas que estaban por delante excepto los de la fuga inicial. Momento en que se planteaba una nueva carrera, con todo el pelotón compacto. Poco duraría la calma y es que el ataque de Simon Gerrans (Orica – GreenEDGE) encendió de nuevo todas las alarmas en una carrera con muchas alternativas y muy vistosa y bonita para el aficionado.
El movimiento peligroso de Simon Gerrans se llevó con él a varios ciclistas destacados como Nathan Haas (Garmin – Sharp), Björn Leukemans (Wanty – Groupe Gobert) o Mauro Finetto (Neri Sottoli) que dieron abajo con los hombres de la fuga inicial que a malas penas aguantaban el ritmo. Pelotón enfiladisimo y donde de nuevo sin representación por delante, tanto BMC como Giant – Shimano se pusieron el mono de trabajo para cazar y dar al traste ese corte. Delante Leukemans daba otra clase de lucha y combatividad imponiendo un ritmo durísimo siempre vigilado por Gerrans que no le perdía rueda.
El buen trabajo de BMC dejó al pelotón a tan solo 15 segundos y a falta de 21 km a meta Gilbert atacaba. Agónicos y duros 10 km los que trabajó el belga de BMC en solitario para enlazar con los de delante y lo consiguió. A falta de 12 km a meta se unía al grupo que formaban Gerrans, Leukemans, Finetto o Haas, pero no les duró mucho la alegría. El ritmo que impuso el CCC – Polsat polaco de Davide Rebellín dio abajo con las ilusiones del grupo delantero en la subida al Holstheide.
Numerosos han sido los intentos de muchos corredores por romper el grupo y marcharse en solitario dentro de los 10 últimos km, pero todos ellos sin suerte. La última subida nos dejó una muestra de que las fuerzas eran muy justas y tan solo un ataque de Yukiya Arashiro (Team Europcar) intentó romper un grupo que se jugó la victoria final al sprint. La figura de Michael Matthews (Orica – GreenEDE) en las primeras posiciones le convirtieron en el máximo favorito al triunfo pero Philippe Gilbert en los últimos metros le arrebató la victoria sumando la primera victoria de la temporada. Una gran noticia de cara a las clásicas de cotas.