Chris Horner parece haber hecho un pacto con el diablo. A sus 42 años el vigente ganador de la Vuelta Ciclista a España se siente como un niño con zapatos nuevos en su nueva andadura dentro del conjunto Lampre-Merida. Allí llegó después de que la incertidumbre sobre su futuro estaría cerca de dejarle sin equipo y aunque no ha comenzado con buen pie buscará en la segunda mitad de la temporada demostrar que su fichaje no fue un error. El atropello sufrido en Lecco le deja fuera de su primer objetivo, el Giro de Italia, pero con la moral intacta para defender la victoria en la Vuelta a España.

Joxean Fernández Matxin fue uno de los artífices de este fichaje, y es que el director deportivo de la escuadra italiana conoce muy bien a Chris, al que trajo de vuelta al ciclismo europeo a finales de 2004, apunto de cumplir 33 años. Matxin lo recuerda con claridad. ”Imanol Ayestarán siempre me dijo que era un corredor muy fuerte que quería volver a correr en Europa, en el momento en el que se lo planteé a Mauro Gianetti -mánager general de Saunier Duval en aquel entonces-, me dijo que él coincidió con Chris en FDJ, que era buena persona, y buen corredor a pesar de que no era muy serio, no era muy constante”. Al recordarlo, a Chris Horner se le escapa la risa y trata de defenderse: ”Mi estancia en la FDJ fue muy difícil. Yo vivía en San Diego un sitio caluroso y acompañado de los míos. Cuando llegué a París era un sitio frío, no tenía coche, ni televisión, ni radio, ni Skype, ni Internet, ni móviles y prácticamente no tenía manera de comunicarme con mi novia, ¡hablaba con ella una vez a la semana o cada dos!”.

Y es que Chris Horner llegó a Europa en 1997, con 25 años, tras haber obtenido 11 victorias durante la temporada 1996 en territorio americano. Pero después de tres temporadas en las que pasó sin pena ni gloria por la FDJ -su mejor resultado fue un tercer puesto en el GP Plouay- regresó a Estados Unidos, parecía que sus oportunidades de triunfar en Europa se habían esfumado para siempre. Allí volvió a saborear la victoria, sumando un total de 43 triunfos en cinco temporadas. En la recta final de 2004 el teléfono de Chris Horner sonó; Matxin estaba al otro lado para ofrecerle un puesto dentro de Saunier Duval. ”Buscábamos a un corredor norteamericano, puesto que teníamos que contentar tanto a nuestro proveedor de bicicletas -Scott- como al segundo patrocinador del equipo, Prodir”. Horner recuerda con cariño aquel momento: ”Para mí fue perfecto que Matxin me llamara, siempre soñé con volver a Europa aunque sabía que era muy difícil, y además ya era muy mayor, iba a cumplir 33 años”.

Poco tardó el corredor nacido en Japón en lograr su primer triunfo y el más importante de todos los cosechados hasta el momento, una etapa de la Vuelta a Suiza y el quinto puesto en la general final. Matxín reconoce que no le sorprendió el rendimiento tras haberlo tenido a sus órdenes durante unos meses; ”desde el primer dia demostró que era un fenómeno. Sin tener mucho ritmo de competición era muy competitivo desde el primer día. La gente sólo mira la victoria, pero nadie se acuerda de una etapa del Tour de Francia 2005 que le cogieron a 10 metros de meta junto a Chavannel, porque el francés no tiraba y le llevaba a rueda, si hubiese ido sólo hubiese ganado aquel día. Antes de ese Tour y del triunfo en Suiza se marcó una Setmana Catalana espectacular, corriendo con la cabeza del fémur rota”.

Foto © Iraia Calvo

Foto © Iraia Calvo

Precisamente, esa lesión fue la que le costó el apodo de ‘Chiquito de la Calzada’ , algo que recuerda entre carcajadas junto a Matxin. ”Tuve una caída importante en Tirreno – Adriatico en la que me rompí la cabeza del fémur, tenía hasta cinco pequeñas fracturas en la pierna, pero las pruebas no revelaban nada”. A partir de ahí su director toma el mando entre risas y sigue contando la historia; ”iba cojeando porque tenía mal la pierna, y en una etapa le pregunté por la radio que cómo iba la pierna, y él me respondió con su castellano recién aprendido ¡No Puedo, No Puedo! Y claro, entre que cojeaba y el no puedo se quedó lo de Chiquito”. Ambos cuentan con un gran sentido del humor, por ello tienen multitud de anécdotas juntos, Matxin recuerda otra etapa en esa misma Setmana Catalana: ”Acabábamos una etapa en Port del Comte, y hasta el hotel teníamos una hora y media por carretera. Cuando llevábamos más de una hora se me acerca con cara seria y me dice: Hey Matxin, the hotel in The España o out of the España?”.

Tras su buen rendimiento en 2005, otros equipos llamaron a la puerta de Chris Horner, y finalmente fue Davitamon – Lotto quien se hizo con sus servicios, algo que Matxin trató de evitar. ”Por Chris discutí con Mauro, porque yo quería que se quedara, pero Mauro no llegaba para pagarle, yo quería apostar por Chris, teníamos un presupuesto muy bajo y él tenía una gran oportunidad tanto deportivamente como económicamente, ya era mayor y tenía que aprovecharla”.

La oportunidad para Matxin de volver a coincidir con Chris Horner llegó la temporada 2014, meses después de que hubiera pasado a la historia por convertirse en el corredor más mayor en lograr un triunfo final en una de las tres grandes vueltas por etapas, tras batir a Vincenzo Nibali, Joaquim Rodríguez y Alejandro Valverde en la Vuelta a España. ”Cuando me dijeron que había la posibilidad de Chris ni me lo pensé, el mánager me llamó y me preguntó por la posibilidad de incorporar a Chris le dije que seguro que no fallaba, perfecto.” Además de lo que pueda aportar en la carrera, revela otra importante faceta del americano: ”todos quieren estar con Chris, siempre. Es tranquilo, da buenos consejos a los corredores, tiene experiencia, se levanta el primero y encima cuando se levanta no se entera nadie. Y sobre todo, siempre tiene una sonrisa en la cara, es positivo, agradable y simpático”.

A pesar de ganar la Vuelta a España, Horner no encontró nuevo equipo para la presente temporada una vez ya había comenzado el calendario, hasta finales de enero no se concretó su fichaje por Lampre – Merida. ”Fue difícil, primero esperé dos o tres semanas tras ganar la Vuelta para ver si Trek mejoraba su oferta de renovación. Una vez la rechacé ya estábamos a mediados de Octubre, y los equipos estaban llenos, salían propuestas pero nada terminaba de concretarse”. La situación se fue poniendo cada vez más delicada, incluso le llegó a pasar por la cabeza la retirada. ”En enero viendo el panorama tal vez se me pasó por la cabeza en algún momento, pero creo que antes de retirarme hubiera vuelto a algún equipo americano para correr al menos por diversión”.

Después del incidente en Lecco centrará sus objetivos para esta temporada en la Vuelta a España. Cuando se le pregunta sobre sus ambiciones no duda en responder entre risas pero a la vez con sinceridad. ”En la Vuelta a España yo pienso en volverla a ganar”. Allí llegará tras disputar el Tour de Utah poniendo el broche a la temporada con los Campeonatos del Mundo y las clásicas italianas.

Sobre su épico duelo con Nibali en el Angliru durante la pasada Vuelta a España, Horner revela como lo vivió. ”Hubo un momento, creo que fue en el quinto ataque de Nibali, que yo sufrí hasta mi máximo punto, pensaba que se me iba, pero por suerte paró de atacar y pude alcanzarle. Antes, en uno de sus primeros ataques, Nibali cogió unos 15 segundos de ventaja, pero yo decidí ir a mi ritmo, pero no contaba con que Flecha lo ayudaría y se pondría a tirar de él durante un minuto y medio. Además iban por el lado derecho de la carretera, que era más corto pero daba más el viento, aunque como Flecha lo protegía él podía ir recuperando y tomaba el camino algo más corto que yo, que tenía que ir por la izquierda para buscar protegerme del viento con los aficionados. Así que Flecha pudo haber cambiado del todo el desenlace de la Vuelta a España”. Sin embargo no guarda ningún rencor al excorredor catalán, que coincidió con Nibali en Fassa Bortolo. ”Flecha es un buen chico, yo entiendo perfectamente lo que hizo”, mientras tanto vuelve a recordar la acción y sigue analizándola. ”Es que cuando Nibali atacó yo pensé que se había precipitado, que aún quedaba mucho y sabía que a mi ritmo lo cogería, pero una vez vi que alcanzaba a Flecha y que se ponía a ayudarle por delante me preocupé de verdad. Si hubiese sabido eso hubiese salido a la rueda de Nibali, pero no pensé en ello y me pudo costar caro”.

Por último, explica su secreto para permanecer a este nivel con 42 años: ”Tienes que seguir con pasión, pasión para entrenar, para correr. Ahora cada carrera que corro pienso que puede ser la última, si sufro una caída importante y me rompo algo, se acabó. Ya no tendría edad para estar unos meses fuera y luego volver, así que disfruto de cada carrera como si fuera la última. También me motiva mucho para seguir disputando al máximo nivel las carreras que después de una buena etapa me llame mi hijo y me diga, ¡buen trabajo papá!”.