No parecía tan fuerte como se estaba mostrando la temporada pasada a estas alturas, pero Ellen van Dijk (Boels – Dolmans) ha borrado de un plumazo esas sensaciones con una contundente victoria en De Ronde van Vlaanderen, en la que ha sabido conjugar valentía, táctica y fuerza. Valentía, por haberse movido en solitario a 27 kilómetros de meta, antes del definitivo encadenado Oude Kwaremont / Paterberg. Táctica, por jugar con la ventaja de tener por detrás a su compañera Lizzie Armitstead, líder de la Copa del Mundo, cubriéndole las espaldas. Fuerza, porque desde su ataque inicial no ha hecho sino aumentar su ventaja hasta la meta.
Una meta situada en Oudenaarde, desde donde también se daba la salida, algo menos de cuatro horas antes, bajo un cielo salpicado de esporádicas nubes, pero sin amenaza de lluvia. El llano inicial apenas si sirvió para una tímida intentona por parte de Gracie Elvin (Orica – AIS) y Valentina Carretta (Alé Cipollini) que no llegaría demasiado lejos. En pelotón agrupado, y no sin algunas caídas de por medio, se llegaba a las primeras ascensiones del día –empezando por Wolvenberg– intercaladas con sectores llanos adoquinados en esa fase inicial y media de la carrera.
El pavé de Paddenstraat se encargó de una primera selección más o menos reseñable, que dejaría al pelotón principal reducido a la mitad de sus efectivos. Roxane Knetemann (Rabobank – Liv) y Shara Gillow (Orica – AIS) fueron las siguientes en probar suerte, aunque sería una aventura efímera. Una docena de corredoras fuertes quedaron en cabeza tras el paso por los 1000 metros al 5 % del Kanarieberg, aunque la selección tampoco pudo consolidarse. Pocos kilómetros más tarde iba a ser el Kruisberg el que dictaría el movimiento más importante. Es el momento en que saltó Ellen van Dijk.
Parecía un arranque lejano y con pocos visos de éxito, pero si hablamos de una rodadora del calibre de la neerlandesa, vigente campeona del mundo de contrarreloj, la perspectiva cambia. Lucinda Brand (Rabobank – Liv) y Tiffany Cromwell (Specialized – lululemon) trataron de acercarse en un contraataque, pero las rampas del Oude Kwaremont dejaron solamente a Van Dijk destacada sobre el primer grupo, del que acabarían marchándose Emma Johansson (Orica – AIS), Lizzie Armitstead (Boels – Dolmans) y Elisa Longo Borghini (Hitec Products) como trío perseguidor definitivo.
Coronando el Paterberg con 40 segundos de hueco, y con Armitstead, lógicamente, sin dar relevos por detrás, todo pintaba favorable para Van Dijk. Con la potencia propia de la consumada contrarrelojista que es, aumentó la distancia hasta un minuto de camino a Oudenaarde. Una meta que la vio levantar los brazos en su primera gran carrera de un día en línea, con la satisfacción extra de ver cómo Lizzie Armitstead lograba el doblete para Boels – Dolmans al tiempo que consolidaba su liderato en la Copa del Mundo, mientras Emma Johansson tenía que conformarse con el restante escalón del podio.