Los peores augurios se han hecho realidad, finalmente el ya famoso Monte Crostis, ni se subirá, ni se bajará, ni se llaneará por sus temidos tramos de sterrato. Tras una decisión tomada hace escasas horas se ha dado a conocer la noticia que desde hace un tiempo tanto temíamos. En estos momentos entre nosotros reina la indignación y se nos plantean muchas preguntas.
¿Por qué hoy? Han pasado ya muchos meses desde que se diese a conocer el recorrido de este Giro d’Italia 2011 y más allá de destacar la enorme dureza pocos comentarios más se escucharon; nadie nunca puso en duda la seguridad. Sin embargo la maquinaria se puso a trabajar hace un tiempo alimentando a base de mentiras la opinión del aficionado que no se paraba a contrastarla. Hoy todo el mundo lo negará y acusará de demagogos a quien se cuestione cuál hubiera sido la decisión sin el fatal desenlace de la desgraciada caída de Wouter Weylandt.
¿A qué ha venido la hipocresía de corredores y equipos? Al final estamos en lo de siempre, la sartén por el mango. Mucha palabrería amable pero de espaldas a los medios su actitud debe haber sido realmente una actitud de presión que haya sido la que ha hecho explotar el veredicto por donde lo ha hecho. Han ido desviando la atención constantemente hacia otros temas mientras por debajo de la mesa circulaban mensajes de que un recorrido que exige un esfuerzo sobrehumano no era aceptable.
¿Y el tema de la seguridad? El Monte Crostis, del que tanto se ha hablado en los últimos acerca de su seguridad llevaba camino de ser el descenso con mayores medidas de seguridad de la historia. Ya llevaba días con las protecciones -que fueron las primeras demandas de los detractores- instaladas, pero al ver equipos y ciclistas que su argumento perdía fuelle pasaron a otros frentes. El último ha sido el de la ambulancia. Seamos sinceros ¿coincidimos todos que la ambulancia va detrás del último corredor? ¿cuánto tiempo podría tardar en llegar a la altura de un ciclista herido?¿realmente podría la ambulancia recoger a un ciclista en un lugar de difícil acceso? ¿cuánto tiempo tardaría en llevar al corredor accidentado al hospital más cercano? Un simple helicóptero instalado en algún punto del Monte Crostis hubiera suplido todos los puntos débiles de la ambulancia.
¿Y el plan B de Zomegnan? Desde que comenzó el acoso y derribo al Monte Crostis el director de la Corsa Rosa se escudó en su poder, pensaba tener una posición de fuerza que nadie podía discutir. No entraba en sus planes la supresión del Monte Crostis y parece ser que el Plan B no existía; de haberlo hubiese salido a la luz al momento, la alternativa finalmente adoptada es simplemente un rídiculo improvisado.¿Y la UCI? Todos sabemos que el ocico la UCI tiene un sentido del olfato extraordinario, parece que les gusta buscar el estiercol de este deporte para luego revolcarse sobre él. Entre esta facilidad que tienen para meterse en todos los berenjenales y el acomplejamiento del que han hecho gala en este momento frente a los equipos que les han chantajeado les ha vuelto a dejar en evidencia.
Al final nos hemos quedado sin lo que tanto esperábamos. La épica ha perdido una batalla en este Giro, el que parecía que hacía que el ciclismo se reencontrase con su historia.