Lo decíamos en la previa: el Critérium International se ha convertido desde su llegada a Córcega en una carrera con un guión mucho más definido. Quien gana o está muy cerca de hacerlo en el Col de L’Ospedale, gana la carrera. Salvo en 2011, cuando ganara en la cima corsa Pierrick Fédrigo con el mismo tiempo que Cadel Evans, ganador de la general en aquella edición, todas las ediciones ha ocurrido lo mismo.. Atrás quedaron esos años de etapas quebradas (en las que casi siempre, en las Ardenas, ganaba Jens Voigt). Hoy ocurrió como en aquel 2011: no ganó la general quien ganó en el final en alto. Pero como en 2011, llegó con el mismo tiempo. Hoy la gloria se la repartieron Matthias Frank (IAM) y Jean Cristophe Péraud (Ag2r – La Mondiale).

El primer parcial de ayer, la clásica etapa llana y corta para velocistas, se lo llevó nuestra apuesta, Nacer Bouhanni. Estaba cantado que el de la FDJ.fr, con ganas tras no poder afrontar la Milano – Sanremo, llegaría a Porto – Vecchio con la ambición de llevarse el único parcial para velocistas. Cogió el maillot amarillo, el cual tendría que defender horas más tarde en la crono de apenas 7 kilómetros. Tras él llegaron Nathan Haas (Garmin – Sharp) y Marko Kump (Tinkoff – Saxo).

En el parcial vespertino los líderes se veían ya obligados a darlos todo, pues en la etapa de hoy la cosa siempre queda en apenas unos segundos. También acertamos ganador -Tom Dumoulin-, lo que sí tenía cierto mérito, pues tras el neerlandés de Giant – Shimano llegaron hombres con aptitudes y buenos resultados en cronos cortas: Rohan Dennis, Bob Jungels, Jérome Coppel, Ramunas Navardauskas o el máximo favorito a la victoria hoy, Jean Christophe Péraud. Dumoulin conseguía así una victoria que venía mereciendo desde hacía muchos meses y, además, se vestía de amarillo partiendo como líder desde Porto – Vecchio hoy por la mañana.

Se escaparon Tulik (Europcar), Fouchard (Cofidis), Duque (Team Colombia), Paillot (La Pomme – Marseille) y Dassonville (BigMag), siendo controlados por el equipo del líder sin mucho esfuerzo y aliados en un día excepcional para la práctica del ciclismo. No es que fuera una fuga peligroso, pero el grupo, con tanto sube y baja pendiente hasta L’Ospedale, no quería dejar nada en el aire. En cualquier caso hubo otros intentos, como el de Caleb Fairly (GRS) o Bryan Nauleau (EUC).

En L’Ospedale Bretagne, que venía con Eduardo Sepúlveda como líder, empezó a mover el árbol con un ataque de Brice Feillu. Entre este y el ritmo impuesto por Alexis Vuillermoz (ALM), Tom Dumoulin, líder hasta hoy, se quedaba mostrando una evidencia: todavía le queda para poder optar a vueltas por etapas con finales así de duros. Por delante se iban el mismo Vuillermoz con su líder, Péraud, acompañados de Machado, Frank, Schleck, Majka y un gran Sepúlveda.

Distanciaban a los croners que habían hecho lo propios con los escaladores ayer. Ni Dumoulin ni Dennis ni Jungels aguantaban el ritmo de los corredores más finos. El septeto de cabeza se marchaba… y también se partía. Los líderes de ALM, TFR, TST e IAM mostraban más piernas que Sepúlveda, Machado y Vuillermoz. La tensión les bajaba el ritmo porque ninguno fue capaz de distanciarse cuando apenas quedan 3 y 2 kilómetros a meta.

Así que, ya en el último kilómetro, hubo jonction en cabeza y primó la potencia al sprint. Frank se llevó la etapa y Péraud llegó con el mismo, consiguiendo así su segunda victoria de la temporada (tras el TourMed). Le acompañaron en el podio el mismo Frank y Machado quienes, de paso, justificaban un poco la invitación de ASO a sus equipos para el Tour haciéndolo bien en una carrera de su organización.

Peraud L'Ospedale Criterium International

Péraud en las declaraciones posteriores a la carrera.