1. Alexander Kristoff aparece entre el frío y la lluvia. Con unas condiciones muy favorables para sus intereses, el velocista de Katusha apareció en la recta de meta a la estela de un excepcional Luca Paolini para, después de verse cerrado, lanzar un fortísimo sprint al que nadie pudo seguir. El ciclista noruego se impuso por más de una bicicleta de ventaja en una llegada descontrolada haciendo bueno el trabajo de un equipo que tras endurecer la carrera para Luca Paolini se acabó llevando la victoria con el noruego sumando su segundo Monumento consecutivo tras el triunfo de Joaquim Rodríguez en Il Lombardia. Con su triunfo, Alexander Kristoff da el primer Monumento al ciclismo noruego.

2. El compromiso de Fabian Cancellara con la Milano – Sanremo… Nunca pierde la cara a un Monumento difícil para sus intereses. Desde la victoria en 2008, la Milano – Sanremo es un quiero uno puedo para el suizo. Atacando en el Poggio o sprintando en la recta de meta, el segundo puesto es la plaza más repetida para el corredor del Trek Factory Racing. Sin atacar, casi es capaz de sorprender a los velocistas.

3. …y con los Monumentos. Con la consecución del segundo puesto en Lungomare Italo Calvino, Fabian Cancellara cerró una histórica cifra en los Monumentos. En los últimos diez que ha logrado finalizar siempre ha concluido en el podio sumando cuatro triunfos, cuatro segundos puestos y dos terceros.

Histórico Fabian Cancellara. Foto © Rui Quinta

Histórico Fabian Cancellara. Foto © Rui Quinta

4. Un inesperado en el podio. Ben Swift no partía entre los favoritos, ni si quiera era la baza más sólida de Sky Procycling pero el británico cerró una gran Milano – Sanremo ocupando el tercer escalón del cajón tras encontrar el hueco por el margen izquierdo salvando a su equipo de la discreción en una prueba donde nunca había conseguido resultados.

5. El Poggio, un mero “paseo”. La ascensión clave para el transcurso de la Milano – Sanremo pasó sin sobresalto alguno, sin ataques de entidad y con un ritmo de ascensión que no fraccionó el pelotón de favoritos. Únicamente los ataques de Gregory Rast, Enrico Battaglin, Philippe Gilbert, Luca Paolini y Lars Petter Nordaugh buscaron romper la hegemonía de un grupo que Lotto – Belisol relantizó en favor de las opciones de André Greipel.

6. La lluvia más selectiva que el propio recorrido. El frío y la lluvia se convirtieron por segundo año consecutivo en el gran punto selectivo de una carrera que este año, sin Le Manie y Pompeiana, se quedó falto de puntos para desgranar al grueso del pelotón. La climatología consiguió menguar un pelotón que camino de Sanremo se quedó sin una larga lista de candidatos dejando con el mismo tiempo que el ganador un grupo de veinticinco corredores.

La lluvia acompañó al pelotón durante prácticamente todo el recorrido. Foto © Milano - Sanremo

La lluvia acompañó al pelotón durante prácticamente todo el recorrido. Foto © Milano – Sanremo

7. Juanjo Lobato, ¿relevo de Óscar Freire? El gaditano de Movistar Team se estrenó en la Milano – Sanremo con un fantástico cuarto puesto en un sprint donde solamente un movimiento que le cerró en los últimos metros le dejó fuera del podio. Atento en la ascensión al Poggio donde se le vio realmente cómodo nunca perdió la cara a una carrera que ha demostrado sobradamente poder disputar en años venideros.

8. Vincenzo Nibali no falta a su cita con el ataque. Poggio o Cipressa, indiferente lugar para atacar. Eligió la Cipressa para moverse lejos de meta buscando sorprender a un pelotón descompuesto donde Alessandro De Marchi aceleraba el ritmo en favor de Peter Sagan. El siciliano volvió a poner de manifiesto su casta, entrega y voluntad en una carrera muy difícil para sus características pero que siempre es testigo de su coraje. Los kilómetros llanos entre ambas subidas lapidaron unas opciones que echaron en falta compañía en el que hubiera sido un movimiento más que clave, trascendental.

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9. Una Milano – Sanremo se impregnó de la meteorología. En un día triste el transcurso de la carrera se tiñó del mismo color. Sin apenas ataques, sin apenas situaciones diferentes o alteraciones de la hegemonía del grupo, el primer Monumento de la temporada se desarrolló muy por debajo de las expectativas siendo, además, la tercera edición más lenta de los últimos diez años.

10. ¿Con o sin Le Manie? La decisiva baja de la inédita Pompeiana en la Milano – Sanremo dejó también fuera del trazado a Le Manie, la ascensión más exigente, que en otras ediciones se convirtió en uno de los momentos clave para el transcurso de la carrera. Sin ella, desde Milán hasta el Capo Berta, el recorrido se queda sin apenas terreno -el Passo del Turchino- capaz de dar alguna situación que vuelque la carrera antes de la sucesión de la Cipressa y el Poggio. Mejor con Le Manie.