Se acerca la Milano – Sanremo tras la disputa de Paris – Nice y Tirreno – Adriatico, una dualidad de calendario que obliga a los equipos a dividir fuerzas en dos importantes citas del calendario con la vista puesta en la Classicissima del domingo. Y como cada año volvemos a hacernos la misma pregunta: ¿Cuál es la mejor carrera para preparar Milano – Sanremo? No tenemos la respuesta, ni mucho menos, pero ya en el Omloop Het Nieuwsblad nos acercamos mucho definiendo el perfil del ganador analizando los datos que nos dejaba la carrera desde el año 2000, misma fecha que sirve de referencia en este análisis. Por cierto, este año a Tom Boonen le tocaba subir al podio si siguese la serie marcada por el Tour of Qatar.

Milano-SanRemo Logo

Sólo dos vencedores provenientes de Paris – Nice

Y curiosamente, los dos son australianos, Matt Goss y Simon Gerrans, que en 2011 y 2012 hicieron hincar la rodilla ante ellos al suizo Fabian Cancellara. Ambos llegaban de participar en Paris – Nice, y para ambos aquel triunfo supondría el mayor logro de su carrera hasta el día de hoy. El resto de triunfos desde el año 2000, y varios años antes más, correspondió a ciclistas que decidieron participar en Tirreno – Adriatico.

milano-sanremo

@cobblesandhills

Sprint masivo, territorio Tirreno – Adriatico

Cierto es que durante algunos años a mitad de la década pasada Tirreno-Adriatico perdió gran parte de su esencia y se convirtió en una carrera muy diferente a lo que históricamente había sido, permitiendo a hombres como Freire o Pozzato hacerse con su única carrera por etapas históricas, por lo que los sprinters se congregaban allí en masa. Años de solapamiento entre las dos carreras en los que a los velocistas italianos se les unían año tras año dos dominadores de Milano-Sanremo como Óscar Freire y Erik Zabel, las cuentas quedan claras, y más cuando sumamos a Cavendish y Ciolek. Un solo sprinter ha sido capaz de ganar en estos últimos quince años llegando desde Paris-Nice, Matt Goss.

No hay patrón para carreras rotas en el Poggio

Es la tendencia de tres de los últimos años, una resolución alejada del sprint masivo, y ahí es donde las tornas se igualan, ya que si la Classicissima se rompe en la ascensión al Poggio, la comparación es mucho más pareja, ya que a las dos victorias aussies se contraponen las de Bettini’03, Cancellara’08 y Ciolek’13, un resultado que da mucha más concordancia a la histórica igualdad entre las dos carreras por etapas más importantes del mes de marzo.

5 de cada 6 podios llegan de Tirreno-Adriatico

Si el dato de las victorias era chocante, no lo es menos este de los podios, pues sirve para corroborar la correlación entre la buena continuación que tiene Tirreno-Adriatico en Milano-Sanremo. Además, si hablamos de plenos en el podio se puede ver que hasta en siete ocasiones en estas últimas catorce ediciones, aquellos que llegan de Tirreno – Adriatico han conseguido copar las tres primeras plazas, aunque este dato, eso sí, debe ser tratado con precaución, ya que de ellos sólo dos de ellos corresponden a las últimas siete ediciones (2010 y 2013). Por su parte los ciclistas que llegan de Paris – Nice nunca han conseguido colar más de un hombre en el podio.

milano-sanremo

@cobblesandhills

Sólo Cancellara ha sido capaz de doblar

Cerca estuvieron Freire y Petacchi, que en 2004 y 2005 respectivamente fueron segundos en Tirreno-Adriatico, señal evidente de la decadencia que en aquellos años atravesaba la Corsa dei Due Mari. Pero poco a poco fue levantando cabeza y otro tipo diferente de corredor, y mientras la Classicissima seguía siendo territorio de los sprinters la carrera por etapas se enfocó a vueltómanos, y sólo Cancellara fue capaz de romper el status quo en su prodigioso mes de marzo de 2008. Paris-Nice, siempre enfocada a vueltómanos, ha estado bastante más lejos de lograrlo, ya que por más que en estos últimos años más dados a resoluciones alternativas al sprint ninguno de sus vencedores ha sido capaz de repetir el hito de Cancellara. Quien más cerca ha estado ha sido Vincenzo Nibali con su tercer puesto en 2012 tras haberse proclamado ganador de Tirreno-Adriatico.

Pocas victorias en la semana previa

A pesar de que Milano-Sanremo siempre se ha considerado la clásica de los sprinters, este dominio nunca se ha visto reflejado en las carreras de la semana previa. Ni el Paris-Nice ni en Tirreno-Adriatico han dominado nunca con mano de hierro los triunfos parciales los vencedores finales en Sanremo. Sólo en el año 2005 en que Freire y Petacchi se repartieron seis de los siete parciales de Tirreno-Adriatico el italiano llegó con tres triunfos a su victoria en la Classicissima, algo que no se ha repetido en estas últimas catorce ediciones en las que Cipollini en 2002 y Freire en 2004 en Tirreno-Adriatico y Matt Goss en 2011 en Paris-Nice sólo pudieron lograr una victoria al sprint antes del, por entonces, tercer sábado de marzo. Ellos y Cancellara, que en 2008 cimentó su triunfo final en la contrarreloj individual.