Un camino que le llevó desde lo más alto a la nada, del World Tour a quedarse sin contrato. Mauro Finetto (Tregnano, 1985) saboreó la competición de la máxima categoría para, acto seguido, no encontrar hueco en el campo profesional. Lo hizo después de dos temporadas en la Liquigas, dos años correctos a la sombra de los líderes que, a pesar de ello, le dejaron destacar en Larciano (3ª), GP Indurain (7º), Amorebieta (6º), Piemonte (6º), Coppa Bernocchi (8º), Lugano (9º) o La Panne (10º), resultados que no le ayudaron a encontrar un contrato para 2012.

A sus veintiséis años, tras cuatro campañas en el profesionalismo, su carrera se vio truncada. Paron obligado, irremediable, que le llevó a firmar por el KM Bottecchia Pro Team, un equipo de mountain bike regentado por sus hermanos. El XCO pasó a ser su competición tras despedirse del asfalto, una modalidad que le permitió seguir activo en espera de la tan ansiada llamada desde la ruta. Mientras tanto, se adjudicó dos pruebas en el Veneto siendo tercero en Samobor (UCI C1) y undécimo en KitzAlpBike (UCI C1).

El regreso a la ruta llegó año y medio después de su marcha. Luca Scinto y Angelo Citracca, managers del Vini Fantini – Selle Italia, le reclutaron firmando un contrato por espacio de dos temporadas. Un compromiso que, ante todo, supuso una tranquilidad por la duración del mismo. Después del escándalo de Mauro Santambrogio y Danilo Di Luca en el Giro d’Italia y la retirada de Stefano Garzelli unida a la discreta campaña de Matteo Rabottini, la escuadra italiana encontró en Mauro Finetto la referencia en la montaña y clásicas del calendario italiano; supuso, desde el principio, volver a contar con un ciclista capaz de tener una regularidad de resultados, un aspecto falto en la Vini Fantini – Selle Italia.

No fue hasta julio, cuando recibió galones, cuando comenzó a aparecer en las posiciones de cabeza. Lo hizo en Qinghai Lake finalizado tercero en una etapa para después destacar en los últimos tres meses de competición; quinto en el Trofeo Matteoti, noveno en la general de la Settimana Lombarda, octavo en los Etruschi, séptimo en la Milano – Torino, quinto en la Coppa Sabatini y séptimo en el Giro dell’Emilia para cerrar el año.

El fin de ciclo renovó galones en una estructura que únicamente el fichaje de Simone Ponzi y la recuperación de Matteo Rabottini le hacían compartir el liderazgo de la escuadra toscana. Un puesto que se ha visto reforzado tras su exitoso comienzo de temporada. Seis días de competición atesora Mauro Finetto sumando cinco puestos entre los once primeros. Recordó el sabor de la victoria -la última fue cosechada en 2009- en el GP Città di Lugano donde puso de manifiesto una punta de velocidad que sorprendió a Sonny Colbrelli y Diego Ulissi. Esa misma punta de velocidad le facilitó ser segundo en los Etruschi escoltando en el podio a su compañero Simone Ponzi mientras que en Camaiore fue noveno y en Laigueglia undécimo.

Mauro Finetto celebra el triunfo en Lugano. Foto © Ner sottoli.it - Yellow Fluo

Mauro Finetto celebra el triunfo en Lugano. Foto © Ner sottoli.it – Yellow Fluo

Resultados que no solo demuestran la posición de Mauro Finetto dentro de la escuadra de Luca Scinto y Angelo Citracca si no que evidencian una clara mejoría para un corredor que camino de su plenitud como ciclista demuestra con resultados el hueco que no obtuvo en 2012.