No descubrimos nada si afirmamos que la FDJ.fr tiene dos diamantes en bruto en las llegadas al sprint. Nacer Bouhanni y Arnaud Démare, Arnaud Démare y Nacer Bouhanni, dos hombres que desde que dieran el paso al profesionalismo de la mano de Marc Madiot mantienen un empate técnico. El uno un sprinter puro, de los de punch; el otro un sprinter fino, de clase. Porque esa es su gran diferencia, ya que mientras Bouhanni por el momento está demostrando que su territorio es el de los sprints masivos, en el caso de Démare el escenario puede abrirse mucho más, algo que ya había dejado claro en 2012 en una entrevista en que se definió “como un sprinter para las clásicas.

Una bicefalia más que interesante para los chicos de Madiot y que puede funcionar a la perfección, en un símil que se ajusta a las mil maravillas, como están demostrando Marcel Kittel y John Degenkolb en Giant – Shimano a base de respeto mutuo, calendarios solidarios y definición de objetivos, tres hechos que no está tan claro que puedan ocurrir entre Démare y Bouhanni, especialmente cuando se acerque el Tour. De momento llega la Primavera, así que el joven ciclista de Beauvais se ha desmarcado de Épinal y ha decidido cuál será el primer gran objetivo de la temporada. Y no será una carrera, será una serie de carreras, las que van desde Gent-Wevelgem a Paris-Roubaix, con De Ronde entre medias, las de las piedras.

Demarè, exprimiéndose en el adoquín. Foto © equipecyclistefdj.fr

Porque aunque nunca haya brillado allí con luz propia, el potencial que tiene en ellas es abrumador como demostró en su época espoirs en 2011 donde sumó una cuarta posición en Paris – Roubaix a su Mundial Sub23. Con un tren superior potente para asumir con garantías el traqueteo de los adoquines y unas piernas privilegiadas en cuanto a potencia tiene en sus manos la posibilidad de asentarse como un futuro candidato a las grandes victorias de la Primavera. Ni hoy ni mañana, tiene claro que con 22 años tiene todavía mucho que aprender antes de dar el gran salto cuando llegue a un mejor punto de maduración entre los 25 y los 30, muestra de una cabeza bien amueblada a la que le suma una actitud noble en carrera y compromiso con el ciclismo.

Pero no nos engañemos, Arnaud Démare es ya una realidad y tiene mucho que ofrecer desde esta misma temporada así que 2014 será el primer año que la Primavera sea el primer objetivo del año tras haberlas descubierto como pro en 2013 y ha declarado que ha sido la motivación que ha tenido durante el invierno, llegar al 100% a principios de abril, una época del año en que según sus propias palabras se ve “el ciclismo real”.

De momento no se le puede poner pega a su preparación, con una victoria en Qatar y mostrándose activo en el Algarve su punto de forma parece seguir los patrones definidos antes de medirse a los más grandes durante el mes de marzo en el Omloop o Tirreno-Adriatico, una preparación de la que probablemente acabe cayendo Milano-Sanremo para desconsuelo de muchos. Años tendrá por delante para luchar por la Classicissima, de momento nos conformamos con saber que tenemos una nueva cara en las piedras.