Esta semana Jordi Simón (Navàs, 1990) re-debuta en el pelotón profesional. Lo hace en una Vuelta a Andalucía que supone el desembarco europeo del nuevo equipo Movistar Ecuador, que bajo la dirección del catalán Domènec Carbonell será el primer equipo ecuatoriano en competir regularmente en Europa.
Tras un año de recalificación como amateur tan provechoso en triunfos como decepcionante por no consolidarse como profesional, el joven corredor catalán quiere hacer bueno en 2014 ese refrán que dice que “a veces un paso atrás es bueno si sirve para dar dos hacia delante”. De sus palabras se desprende una gran confianza en sus posibilidades tras un invierno “muy bueno”, en que la “tranquilidad de tener equipo” le ha permitido coger una gran base y disfrutar de “grandes sensaciones”.
Simón ha entrenado para estar “a tope desde la primera carrera”. Sabe que el calendario de un equipo continental depende de las invitaciones y por tanto su objetivo son “todas las carreras”. Literalmente. En principio, Movistar Ecuador tiene casi aseguradas, “por las buenas relaciones con los organizadores”, gran parte de las pruebas españolas del calendario continental y a éstas apunta el ciclista de Navàs, también ilusionado por competir en América, sobretodo a partir de la segunda mitad de temporada.
Ciclista todo-terreno, con motor para la montaña y una destacable punta de velocidad en grupos pequños, Simón ha sido en su trayectoria ciclista más rematador que gregario, pero es consciente que en el equipo no hay líderes pre-establecidos y alude a una frase de larga trayectoria entre los ciclistas profesionales de“la carretera decidirá las jerarquías”. En todo caso, su objetivo es “ser regular, estar siempre delante y demostrar en todas las carreras que tengo un buen nivel”.
Pero más allá de los objetivos individuales, la doble identidad del equipo supone añadir un objetivo extra: “los ecuatorianos quieren que les mostremos cómo se entrena y se compite aquí. Quieren ganar experiencia de cara a los Juegos Olímpicos de Río, que es el objetivo que se han marcado”. Para ello, los once corredores ecuatorianos de la plantilla se instalarán en Sant Pere de Ribes, en pleno Macizo del Garraf, y compartirán entrenamientos con buena parte de los ciclistas y técnicos catalanes del equipo.
Soñar con Alonso y tirar currículums en Europa
Los ciclistas no son el gremio que represente precisamente la excepción a las descomunales tasas de desempleo que asolan a los jóvenes de media Europa. Para encontrar una oportunidad se tienen que espabilar y esperar que sus capacidades y una pizca de fortuna les sirvan para conseguirla. El caso de Simón es paradigmático.
Con la lección aprendida del fiasco del Andalucía el año anterior, sabía que no podía esperar a que le llovieran las ofertas. En septiembre aprovechó la salida a Francia para correr el competitivo Tour de Gevaudan (dónde se dejó ver en un par de etapas y estuvo a punto de ganar la montaña) y, como cualquier otro joven de su generación en busca de una oportunidad profesional, entregó su currículum a los equipos continentales que allí estaban. Le llamaron desde Luxemburgo y también surgió el interés del Burgos-BH, pero finalmente la confianza y cercanía de Domènec Carbonell le terminó convenciendo. El director catalán, que ya colaboraba con el RPM, embrión de la actual formación, le contactó en agosto y terminó fichándole tan pronto como su proyecto de nivel continental se confirmó.
Antes, Jordi Simón había soñado con algo más grande. Su proyección y las buenas relaciones de Àngel Edo, su representante, con Kiko García, quién por entonces dirigía los intentos de Fernando Alonso por quedarse con la estructura del Euskaltel, hacían sonar su nombre como uno de los futuribles para el proyecto si finalmente la operación se concretaba. El catalán se ilusionó con un posible hueco en el World Tour. “Es inevitable. Cuando surge una posibilidad así te haces esperanzas”, reconoce Simón, “pero estoy muy contento con la oportunidad de correr con el equipo Movistar Ecuador y quiero devolverles la confianza. Es un proyecto a largo plazo con mucho margen para crecer”.