Enrolado en esa línea de juventud y talento que atesora el Giant – Shimano, Tobias Ludvigsson (Skara, 1991) comienza a dar pasos, a despuntar en su prometedora carrera profesional. El triunfo en la Estrella de Bessèges puede suponer el salto de calidad definitivo. Un salto que puede llegar tras inaugurar su casillero de victorias como pro. Lo hizo por partida doble. Apoyado en uno de sus puntos fuertes, la contrarreloj, logró imponerse en el cierre de la ronda francesa en Alès, sobre 10,7 kilómetros con los dos últimos picando para arriba, por delante de Jérome Coppel y un sorprendente Sonny Colbrelli.
Porque había sido, hasta entonces, la especialidad de la lucha contra el crono las que mejores resultados había traído a Tobias Ludvigsson. A ello unió su otro punto fuerte, la montaña, ganado en su época junior cuando competía en mountain bike. Una disciplina de la que fue triple campeón nacional en la época de formación. Pero él, centrado en la ruta pronto abandonó las sendas y caminos por la carretera. Así, en 2011, comenzó a demostrar su potencial con victorias y resultados significativos; triunfó en el prólogo de Normandie, fue quinto en La Côte Picarde de la Copa de las Nacional, cuarto en la general del Olympia’s Tour y victoria de etapa en la Thüringen – Rundfahrt. Ello le llevó del modesto Cykelcity sueco a ser stagiaire con Skill – Shimano firmando un contrato profesional para 2012 y 2013.
En la primera temporada en las filas del equipo neerlandés le costó hacerse a la categoría. No fue, curiosamente, hasta la última prueba de la campaña, Tour of Hainan, donde destacó. Lo hizo tras ser tercero en el parcial más selectivo que le llevó a ocupar la misma plaza en la general, solamente por detrás de dos Astana, Dmitriy Gruzdev y Valentin Iglinskiy.
Fue en 2013 cuando dio un paso adelante. Lo hizo, a falta de victorias, demostrando una cierta regularidad a lo largo del año. Comenzó con buen pie en Bessèges -sexto en la crono, undécimo en la general- y rozó el triunfo en Driedaagse van West – Vlaanderen tras ser quinto en el prólogo y segundo en la clasificación general, a seis segundos de Kristof Vandewalle. Continuó siendo tercero en la general del Circuit Cycliste Sarthe después del buen rendimiento en la crono -undécimo- y en la etapa de media montaña -tercero-. En su debut en el World Tour fue décimo en la contrarreloj de Romandía y en el estreno en una grande finalizó cuarto en la etapa de Florencia. Cerró el año destacando en las cronos: subcampeón nacional, sexto en el USA Pro Challenge y tercero en el prólogo de Alberta.
Resultados que pusieron de manifiesto un crecimiento que sostiene en este comienzo de campaña. Seguirán siendo las pruebas que sumen kilómetros contra el reloj el mejor escenario para que Tobias Ludvigsson encuentre los mejores resultados mientras no crezca su rendimiento en la montaña, lejos todavía de situarse en los puestos cabeceros. Tras Bessèges, el Tour del Mediterráneo será la próxima cita para el sueco antes de disputar otras citas importantes como la Tirreno – Adriático y el Giro de Italia.