Llegar y besar el santo. Así ha sido el inicio de campaña para una de las incorporaciones más destacadas del pasado invierno para el conjunto Movistar Team, el italiano Adriano Malori. El ganador de la etapa cronometrada en el reciente Tour de San Luis ha desembarcado en España de la mejor manera posible, con una victoria en el haber y demostrando que su preparación invernal está a la altura del mejor equipo del mundo. “Para preparar el Tour de San Luis estuve un mes concentrado en Tenerife, con un clima mejor a lo que estoy acostumbrado pude adaptarme al clima que me esperaba en Argentina. Con la victoria de etapa me he demostrado a mí mismo que estoy en un estado de forma óptimo, el trabajo va por buen camino”.
Tras alzarse con su primera victoria del año en su debut oficial con el azul telefónico no esconde su entusiamo en la nueva aventura. “Estoy muy feliz de llegar a un equipo como éste, el año pasado cuando me llamó Eusebio (Unzué) tras finalizar la Vuelta al País Vasco me comentó que estaba muy interesado en mí. Yo no tenía ninguna duda que en 2014 tenía que estar aquí como por suerte así sucedió. Llevo un mes y medio y ha sido muy bonito y creo que me voy a sentir muy a gusto”.
Tan solo cuatro días después de su triunfo argentino volvería a casa para celebrar su vigésimo sexto cumpleaños en su residencia habitual donde disfruta de una vida tranquila lejos del bullicio. “Vivo en un pueblecito cerquita de Parma a los pies de los Apeninos, hace un poco de frío en cualquier época del año pero no se está nada mal. Es donde suelo entrenar, normalmente lo hago solo, no por gusto sino porque no tengo compañía ya que no hay ningún otro pro cerca de mi casa, así que me concentro en lo que toca en el día, escucho algo de música antes de salir y a rodar”. Continúa: “De no haber sido ciclista profesional me hubiese gustado montar un bar de copas con cierto gusto, algo bonito, con música elegante y yo siendo un magnífico anfitrión”. Afición que no descarta en un futuro cuando su recuerdo impregne la memoria popular.
En la distancia corta el ex de Lampre – Merida recuerda, en apariencia física y voz tenue, al corredor portugués Rui Costa. Un cierto parecido de quien precisamente cogiera las maletas con rumbo opuesto buscando un rol más protagonista en el Tour de Francia. Malori no siente que llega para ocupar su lugar, ni tan siquiera se plantea un rol parecido en el futuro. “Yo soy más que un contrarrelojista a pesar de lo que le gente piensa, el año pasado gané una etapa y la general de la Bayern Rundfahrt alemana, pero para nada me veo en carreras de tres semanas”. Cuatro participaciones en grandes vueltas corroboran su palabras, solo en el Giro de Italia en 2012 destacó por conseguir por un día la maglia rosa tras la sexta etapa con final en Porto Sant’Elpidio en la que finalizó segundo detrás del colombiano Miguel Ángel Rubiano (Androni Giacottoli – Venezuela), y tres Tours de Francia sin brillo incluyendo el abandono del año pasado. “La montaña, demasiado exigente”.
Pero advertía a continuación el ganador de etapas en la Settimana Coppi e Bartali en 2011 y 2013. “Lo que he sopesado con el equipo técnico del equipo es continuar mi progresión en este tipo de carreras de cinco días que no tengan un recorrido muy duro y con una crono final en la que pueda decidir la clasificación general, ese puede ser un objetivo concreto para el futuro inmediato. Settimana o País Vasco no serían un buen lugar por ejemplo, las he hecho con mi anterior equipo y son demasiado duras para mí si aspiro a la victoria final como deseo”.
Con sus 182 centímetros de estatura, sus 70 kilos y su planta de rodador, parece raro no haber incluido con anterioridad en su calendario la superficie adoquinada. “Ahora estaré con mis compañeros en la salida del Tour de Dubai, después me desplazaré a Portugal para estar presente en la salida de la Volta ao Algarve, más tarde regresaré a Italia para disputar la Tirreno – Adriático y después… Sí, haré la primera parte de las clásicas belgas, las piedras. Quiero probarme por fin en el pavé este año, es la primera vez que lo intento, veremos cómo me desenvuelvo porque son carreras muy nerviosas”.
Pero más allá de probaturas su ambición personal pasa inexorablemente por cumplir su aspiración de vestirse con la tricolor en la especialidad contra el crono como ya hiciera en 2011. Entona rotundo: “Quiero ganarlo, es un objetivo que persigo en 2014. El año pasado el recorrido era un poco particular y no estaba diseñado para croners puros como yo. Ganó Pinotti sí, lo ha ganado seis veces, pero para hacernos una idea del perfil de carrera el segundo puesto lo ocupó Stefano Pirazzi, un escalador. Acabé tercero, es la cuarta vez consecutiva que piso el podio (dos bronces, una plata y un oro), pero para mí es un objetivo primario.”
Para finalizar, y con el Mundial en Ponferrada como telón de fondo a la temporada: “Me encantaría representar a mi selección pero esa decisión pertenece al seleccionador Davide Cassani. Si estoy, mis opciones están en la pruebas contra el crono”. Se confiesa ambicioso el ganador en 2008 de la prueba sub23 en Varese: “A título personal aspiro a mejorar el octavo puesto de 2013 y colgarme una medalla, sería un sueño este año estar al nivel de los mejores. Con respecto a la prueba por equipos, con Castroviejo, Dowssett, Gutierrez, Amador, Sütterlin… Estoy seguro que vamos a ser un equipo altamente competitivo.”
La era Adriano Malori en Movistar Team no ha hecho sino que comenzar, ¿estará a la altura de las expectativas?. “Passo dopo passo, como decimos en mi país y llegarán los resultados”.