Pocas, muy pocas son las carreras que pasan a la leyenda del ciclismo y hoy, 2 de febrero de 2014 hemos visto una de ellas. Culpables de ellos han sido Sven Nys y Zdeněk Štybar, dos mitos del ciclocross. Mitos, con todas las letras.

Štybar Hoogerheide

photo: @UCI_cycling

Empezaba la carrera y los primeros compases eran los habituales, con Lars van der Haar y Francis Mourey liderando la carrera sin que el azul celeste de Bélgica y la República Checa predominase en las primeras posiciones, ya que todos ellos se encontraban en la zona intermedia de la parte cabecera… a excepción de Niels Albert, que a sus problemas en la muñeca derivados de una caída en el calentamiento sumaba una pésima salida que le dejaba muy retrasado en el grupo. Con Mourey en cabeza la carrera empezaba a tomar forma, y más cuando una caída a dúo de Van der Haar y Bína le permitía abrir un hueco de 10” que cerraba Thijs van Amerongen, momento que aprovechaba Nys para sacar la cabeza en las primeras posiciones, cerrando de inmediato el hueco del francés y creando un primer grupo en el que también viajaban Štybar, Van der Haar, Peeters o Van Amerongen, mientras que otros como Pauwels o Vantornout rodaban distanciados a más de una docena de segundos. Sin inmutarse Nys había hecho una primera selección y tras el primer paso por línea de meta Štybar daba continuidad, formándose un cuarteto al que se aferraban como podían Van der Haar y Mourey ante el ritmo impuesto. El checo no quería demasiados compañeros de viaje, así que sin mirar atrás marcaba el ritmo impidiendo al resto de favoritos contactar con ellos, de modo que durante el segundo paso por meta el grupo habían abierto un hueco de 10” sobre Walsleben, Vantornout, Meeusen, Peeters y Pauwels, mientras que Albert, hundido rodaba en 20ª posición a medio minuto.

Era entonces cuando Nys tomaba el relevo de Štybar endureciendo un punto más la carrera, algo que volvía a poner contra las cuerdas a los otros dos integrantes del grupo cabecero que sólo podían reintegrarse coincidiendo con el cambio de bici de Nys. Francés y neerlandés se aferraban como podían a lo que tenía pinta de que pudiese ser el billete que les llevase a las medallas, aunque volvían a sufrir tras el paso de un Zdeněk Štybar descomunal por la zona embarrada, momento en el que Mourey se despedía de la cabeza antes de ser absorbido por un grupo perseguidor en el que Kevin Pauwels y Klaas Vantornout empezaban a aumentar el ritmo viendo que en ese mismo momento podían estar escapándoseles las medallas.

Y bien que hacían, porque tras el tercer paso por la pancarta de llegada Nys volvía a apretar haciendo que Van der Haar perdiese comba. El neerlandés quería aferrarse con uñas y dientes a los dos hombres que más fuertes se estaban mostrando para repetir la actuación de Louisville’13 y volver a casa con una medalla al cuello, pero arriesgando besaba la tierra, un contratiempo que no iba a ser el único que sufriese, pues poco después, unos problemas en la cala le hacían ser atrapado por un Kevin Pauwels que se había desembarazado de su compañero de equipo y caminaba hacia el bronce. Oro y plata parecían sentenciados, Sven Nys y Zdeněk Štybar no estaban excesivamente lejos, pero sí a otro nivel.

Era entonces cuando el corredor de OmegaPharma – QuickStep volvía a soltar un ataque de los suyos, diez segundos de desenfreno sobre el barro que Sven Nys solventaba cómodamente. Muchas eran las preguntas que había generado la participación de Štybar en el Mundial, y viendo en él a su gran rival en el día de hoy, el hasta hoy campeón mundial se situaba a su rueda a observar la actuación del ahora rutero.

Quedaban tres vueltas y estaba claro que la carrera iba a ser un uno contra uno, pero… ¿por cuánto tiempo? Conocedores de las virtudes y defectos de su rival Nys y Štybar planeaban su estrategia, aunque pronto ésta pudo quedar en nada tras un error del checo en el barro que permitía a Nys tomar unos metros de ventaja. Si el campeón belga quería revalidar título debía dejar atrás a Štybar, y cuanto antes mejor, así que se ponía manos a la obra y aumentaba el ritmo enlazando una serie de trazadas sobre algunas de las curvas más difíciles del recorrido. Pero el checo es un hueso duro de roer y volvía a su rueda a la vez que por detrás, momentos después de un enganchón entre Pauwels y Van der Haar llegaba a ellos Vantornout.

El marcaje entre Štybar y Nys era absoluto, también en los cambios de bici, ni uno ni otro se daban un metro de margen hasta que el checo aumentaba el ritmo y obligaba al Kanibaal a dárselo. Y suerte para el belga que se lo dio, porque en una de las zonas complicadas, en una curva a derechas en bajada Štybar se iba al suelo y, haciendo gala de su calidad, Nys se apeaba de su montura, saltaba sobre su rival y seguía su marcha, abriendo gas para distanciarle, podía ser el final. Pero el Nys de hoy no era el Nys de otros días y no acababa de abrir hueco, aunque tampoco el checo podía cerrarlo, la carrera había entrado en su momento decisivo. Tres segundos de diferencia, esa era la batalla que podía decidir la guerra a favor de Nys, pero los mejores también fallan y se iba al suelo en su intento de cerrar la carrera. Se acercaba el momento, la afición gritaba enloquecida ante el espectáculo que los dos estaban ofreciendo. Era entonces cuando Štybar decidía poner en práctica la táctica del “un buen ataque es la mejor defensa” y para evitar las acometidas de Nys marcaba el ritmo para evitar que el belga impusiese un ritmo que le ahogase y le privase de la victoria. Laatste ronde.

La recta de meta había quedado atrás y se entraba al prado con Štybar soldado a la rueda de Nys, aunque tomando precauciones sabedor que cualquier error podía acabar con sus opciones. Calma tensa hasta que se llegaba al puente, donde el checo lanzaba un ataque duro a la vez que sostenido. Duro como los que hace él y sostenido como los que hace su rival, que a duras penas aguantaba la primera acometida. Pateo y ambos se tomaban un breve respiro antes de volver a la carga. Y era el checo el que volvía a llevar la voz cantante y volvía a apretar en uno de los tramos de barro. Un metro, dos metros, tres metros… y Nys se quedaba clavado a media ascensión. Un hueco de cinco segundos entre ambos, todas las cartas estaban sobre la mesa y el belga, viendo que se le escapaba el Mundial quemaba sus últimos cartuchos, pero por mucho que lo intentase y bien que lo hiciese ya no iba a alcanzar a Zdeněk Štybar.

En sus propias palabras, el ciclocross es, ha sido y será el gran amor de Zdeněk Štybar, y aunque ahora tenga otros objetivos nos ha regalado una (¿última?) carrera de leyenda sobre el barro, a partir de ahora buscará hacer lo propio sobre los adoquines.

Clasificación final:

1. Zdeněk Štybar (Republica Checa) en 1:05:29
2. Sven Nys (Bélgica) a 0:12
3. Kevin Pauwels (Bélgica) a 0:40
4. Klaas Vantornout (Bélgica) a 0:59
5. Tom Meeusen (Bélgica) a 1:12
6. Las van der Haar (Paises Bajos) a 1:22
7. Rob Peeters (Bélgica) a 1:43
8. Francis Mourey (Francia) a 1:53
9. Radomír Simunek (Republica Checa) a 2:04
10. Wietse Bosmans (Bélgica) a 2:11
33. Javier Ruiz de Larrinaga (España) a 5:35
39. Aitor Hernández (España) a 6:13