Ha demostrado ser un hombre de carácter resuelto, honesto y crítico consigo mismo. Tras protagonizar una temporada desastrosa en lo deportivo a lo largo del año 2013 con resultados muy discretos en carreras de rango menor, lejos de la pelea en el tríptico de las Ardenas -las carreras para las que fue predestinado- y con abandonos en Tirreno, País Vasco, Dauphiné y Vuelta a España; Jelle Vanendert ha sufrido durante el invierno una rebaja salarial en su contrato, a cambio, también es cierto, de una ampliación por un año más con el equipo Lotto – Belisol.
Por todos es sabido que no corren buenos tiempos en el mundo del ciclismo en materia económica. Sobran las noticias de corredores con problemas para enrolarse en otros equipos mientras proliferan de forma proporcional las aventuras exóticas para aquellos ciclistas sin hueco en Europa. Lo que sigue siendo chocante, pese a que no es pionero, son historias como la de Jelle Vanendert, un ciclista obligado a renegociar un contrato a la baja a cambio de la seguridad de un año más. “Para mí es mucho más importante la seguridad de saber que tengo equipo para 2015. Otra horrible temporada podría haber significado el final de mi carrera”. Declaraciones recogidas por Biciclismo.com en una entrevista concedida por el corredor al medio belga Gazet van Antwerpten.
Así está el patio. Jelle Vanendert –Neerpel, 1985- es un estiloso ciclista belga, natural de la provincia de Limburgo. Ágil y elegante sobre la bicicleta. También irregular. Afirmaríamos que nos encontramos con un ciclista muy destacado en clásicas de cotas y con buena habilidad para la montaña. Fueron precisamente dos etapas de montaña las que mostraron su cara al mundo. Era el Tour 2011 -2º en Luz Ardiden tras Samuel Sánchez y vencedor en Plateau de Beille una jornada más tarde-, fue sin lugar a dudas su mejor año como ciclista profesional, destacando sobremanera su papel determinante en el éxito que su compatriota Philippe Gilbert consiguiera venciendo las tres carreras del tríptico de las Ardenas.

Jelle Vandendert ha decpecionado a lo largo de 2013. Foto: La Flèche Wallonne (c) www.lottobelisol.be
Este precedente y la marcha de Gilbert a BCM en 2012 motivaron una idea en el equipo de Marc Sergeant: Vanendert debía tomar el relevo. Económicamente, suponemos, se le debió de instalar en la segunda línea de reconocimiento -tras Greipel y Van den Broeck- de la mano con su creciente responsabilidad como líder en la carretera. Cumplió su papel, además en el momento decisivo, donde mejor se comportó tradicionalmente: 2º en Amstel Gold Race, 4º en Flecha Valona, y 10º en Liége – Bastongne – Liége, mejor incluso que su antecesor tanto en Valkenburg como en Lieja. Sin embargo fue el único momento en que estuvo a la altura.
Su mal rendimiento en la segunda mitad de la temporada precipitó la decisión de no incluirlo en el nueve belga que debía disputar el mundial en Limburg. La oportunidad de volver a trabajar para Gilbert no se consumó y el título de Phil, sin la ayuda de su mejor lugarteniente, precipitó el desenlace de un idilio del que tanto se beneficiaron ambos en el pasado.
Decepcionado moralmente y mermado por problemas de salud, su 2013 ha sido un año para olvidar atendiendo estrictamente a los resultados. “El público espera mucho de Jelle. Se le pagó en consecuencia, pero él no es un ciclista ganador. Corredores como Greipel pueden hacer frente a la presión, pero ahoga a Jelle”. Las palabras de Sergeant, recogidas del mismo medio, sirven para justificar la nueva de decisión en el seno del equipo. 2014 por tanto plantea un nuevo enfoque en el papel de Jelle Vanendert.
De momento la fortuna, esta vez en forma de caída en la etapa inaugural del Tour de San Luis, sigue dando la espalda al corredor. Una pequeña fractura en su codo le obligará a estar algo más de 10 días fuera de competición. A priori volverá en la Vuelta a Andalucía, un calendario muy cargado en el primer tercio de temporada encaminado a llegar en plena forma a mediados de abril, donde promete que peleará, en sus carreras, en su casa. Quizá por aquel entonces debamos de escribir algo así como El ciclista que ganó cuanto le ordenaron para funcionar. Está por ver.