Una organización con experiencia en carreras del máximo nivel, auspiciada por un hombre del prestigio de Adrie van der Poel -quien a su vez da nombre a la prueba-, no puede proponer nada que no sea un circuito variado y espectacular para la disputa de todo un Campeonato del Mundo. Ampliado hasta los 3.400 metros para dar margen suficiente a la ingente participación que se espera en casi todas las categorías, los cambios insertados para adaptarlo a esta cita -se reducen los tramos pavimentados, se aumentan las barreras naturales y se instalará una rampa de doble sentido- no cambian ni un ápice el espíritu del circuito, que aúna tramos realmente duros con zonas técnicas para dar espacio al brillo de los mejores especialistas.
No obstante, para hacer un análisis más pormenorizado de lo que los ciclistas se encontrarán este mismo fin de semana, hemos acudido a una de las voces más capacitadas de nuestro país para desmenuzar, tramo a tramo, curva a curva, el trazado brabanzón. Acuciado por una incómoda lesión de espalda, Kevin Suárez se tendrá que conformar con ver las carreras desde casa, pero se ha prestado a dejar sus impresiones sobre un suelo donde ya compitió en 2012.
La salida
Es una salida larga y ancha. Siempre en ciclocross es muy importante salir bien y llegar al primer giro bien colocado, pero aquí si cabe más al desembocar en una curva cerrada de izquierdas (0:48) en pequeña bajada tras la que se suele formar mucho barro. Es una zona en la que se acumula mucho agua y en la que es habitual que haya enganchones. Tras esta pequeña recta y un par de curvas enlazadas, hay un tramo ancho de camino (1:09) que será vital, sobre todo en la primera vuelta para poder adelantar a corredores de cara a entrar mejor posicionado al primer paso por el boxes.
Tramo de bajada
A partir de entonces, se entra ya en la campa principal. Tras una curva cerrada de derecha, el circuito empieza a picar a favor por primera vez (1;56), lo que servirá para recuperar después de la primera parte, siempre y cuando no haya barro, de cara a afrontar el primer paso por suelo boscoso (2:16). Es aquí donde se encuentran los primeros puntos realmente técnicos del recorrido, primero con un giro a la izquierda que se traza realmente rápido tras venir de un descenso, y después con una curva a la derecha con una única trazada (2:25), en la que sólo entra un corredor. Si no entras por el carril, no entra en la curva. En general, es un punto del circuito que se atraviesa a mucha velocidad y tras el que se entra a la campa inferior (2:44), la que creo que es la más dura y en la que más barro se puede acumular, depende de cómo esté el circuito.
Zona llana y recta
Es una zona de pradera pura (2:52), con hierba muy consistente que de haber barro se puede hacer muy, muy dura; más aún con la rampa que se ha instalado allí (3:03). Es un punto muy característico de todo Mundial, con rectas muy largas y completamente llanas para permitir a lo más fuertes abrir gas, pero que técnicamente apenas tiene miga.
El bosque
Después de tornar a la izquierda tras las rectas (4:46), se entra de nuevo en el bosque, en primer lugar a una zona de toboganes realmente entretenida para el corredor, en la que por ende se suele formar barro y la bicicleta tiende a patinar mucho. Se sucede una pequeña subida (4:51), con otra bajada (4:58), y de nuevo se repite el esquema (5:10), siendo tramos que como ya he comentado no acostumbran a tener muy buena tracción y, a pesar de que se pueden superar montado, ambas cuestas se pueden hacer muy duras. Es un tramo en el que ciclistas técnicos, tipo Sven Nys, pueden utilizar para abrir hueco si son capaces de enlazar a la perfección esta serie de curvas y contracurvas.
Tramo de subida
Justo a continuación de esta zona técnica, es cuando llega la parte más dura del circuito. Tras un giro de derechas (5:21), se empieza a ascender en una pendiente bastante exigente, mucho más de lo que se aprecia en el vídeo, y que dependiendo como esté el circuito puede tener que hacerse incluso a pie. Tanto este punto como el que viene tras el pequeño descanso (5:42), es un punto clave en el que con fuerza se puede hacer hueco, más aún teniendo en cuenta que además de las subidas, aúna un par de curvas (5:48 y 6:05) muy técnicas en las que hay una sola trazada y el suelo está muy resbaladizo. Son dos puntos en los que no se puede fallar, tras los que por si fuera poco aún resta por superar un repecho corto pero muy empinado (6:10) y un tramo de falso llano ya en la campa que pica siempre un poco hacia arriba que se mantiene hasta el segundo paso por la zona de boxes (6:40). Es el tramo fundamental del trazado, en el que quien vaya bien puede generar diferencias.
Regreso a la campa llana
Después de la pasar por pit, y un par de curvas sin más importancia (6:52) dada la anchura que tendrá el trazado, se pasa a una nueva zona de ligero descenso que da lugar a un punto muy importante, que no se aprecia en el vídeo (si se ve en éste). En plena bajada, los ciclistas se encontrarán una curva cerrada de izquierdas (7:17) que si el circuito está seco se puede hacer en bicicleta pero de estar un poco pesado, se trata de una zona muy técnica que algunos podrán hacer en montados y otros a pie. En ese caso, si alguien es capaz de hacerla en bicicleta, y hacerla bien, puede sacar tiempo. Si está muy embarrado o helado no queda otro remedio que apearse y hacerla a pie.
Enlace llano
Tras este punto clave, se gira de nuevo a la derecha y se encara el final de la bajada de nuevo hasta la campa inferior (7:26), a donde se llega con mucha velocidad. Es una tramo sin curveo complicado, muy recto y llano (8:15), hasta un giro a la derecha que da a una pequeña zona muy pequeña sobre asfalto, que puede ser muy importante. En el caso de que se llegue en grupo a las últimas vueltas, es el único punto que hay para adelantar y colocarse delante, pero para ello hay que salir de la curva muy pegado al de delante y tener gas.
Zona técnica final
Después de salir de la carretera, se llega a una zona un pelín más técnica, pero tampoco de especial dificultad. Tras un zig-zag (8:42) se llega a una cuesta (8:53) que, aunque esté seco el circuito hay que bajarse obligatoriamente de la bicicleta y correr. Una vez superada, en apenas unos metros llega un giro a la izquierda tras el que se llega a una bajada que pueea llegar a ser bastante difícil dependiendo como esté el circuito, ya que se baja rápido y hay que girar a la derecha de repente (9:15). De ahí se pasa al último repecho (9:23), cuya importancia reside en que ahí se puede perder la carrera como el año pasado la perdió Klaas Vantornout; por poco resbaladizo que esté, se puede tener un fallo y decir adiós a la carrera.
Sprint
Es una recta muy larga, en la que quizá lo recomendable sería salir segundo, o incluso tercero si es un grupo grande, ya que hay mucha recta para esprintar. De todos modo, en el caso de que se produjese lo más importante sería que cada corredor se conociese y supiera como está para saber el punto donde arrancar.
Pero a parte del circuito, siempre queda abierta la incógnita de la meteorología, que puede dar lugar a carreras sobre terreno seco y rápido, o por el contrario, a terrenos totalmente sumidos en el lodo. Las previsiones a día de hoy, tras unas pequeñas precipitaciones vividas en el día de hoy, presentan pocas probabilidades de lluvia para el resto de la semana, pero sí para un sábado en el que arranca la competición con la prueba junior, en el que se espera que todo lo acumulado durante estos días termine descargando sobre la localidad neerlandesa. No obstante, lo que sí habrá durante estas jornadas serán fuertes heladas, que de no producirse finalmente la lluvia darán lugar a un terreno duro y rápido que contraste con el barro existente si al final lloviera -o deshelara-. Sea cual sea la circunstancia, Kevin también nos dio su opinión sobre como se desarrollarán las carreras según el tipo de suele que se encuentren:
De estar embarrado, el trazado se va a hacer durísimo, ya que son campas en las que se acumula mucho agua y se hace barro, como siempre ha ocurrido cada vez que ha llovido. En estas circunstancias, salvo en sitios puntuales las curvas no serán excesivamente técnicas, pero lo que sí cambiaría el escenario de la carrera es que habría muchos lugares en los que habría que patear, haciéndose muy dura y dejándola en mano de los más fuertes. Por contra, si está seco y helado, como ocurrió en el Mundial de hace cinco años, el suelo estará muy duro y se rodará a mil por hora, lo que provocará que la carrera se abra a un abanico de seis o siete ciclistas que pueden ganar el campeonato.
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