Si a un buen aficionado al ciclismo le preguntas cuál es la Gran Vuelta que con más ganas espera, la gran mayoría no aludirá a la que es la más valorada y venerada de las tres: el Tour de Francia. La carrera más esperada desde hace unos años, tiempo en el que el Tour se ha guionizado hasta puntos casi extremos en su recorrido y devenir, es el Giro de Italia. Y si lo ha sido por su recorrido, con sus grandes tappones, etapas con tramos no asfaltados, finales nerviosos y abiertos, trampas en su trazado, etc, este año, como en las ediciones más cercanas de la carrera, donde los grandes corredores del pelotón (Armstrong, Menchov, Contador, Vinokourov o Evans) se han presentado en la salida con intenciones de victoria, también lo será por la participación que registrará la carrera en este 2011. Quizás la mejor desde que en los 90 eran muchos los extranjeros que buscaban conquistar territorio transalpino en el mes de mayo. Alberto Contador y Denis Menchov, ambos ya vencedores en la Corsa Rosa, encabezan una troupe de no italianos que complicará la maglia rosa a los locales. A ellos se les sumarán Joaquín Rodríguez, Igor Antón, David Arroyo, Tiago Machado, Carlos Sastre o Roman Kreuziger, corredores de primera línea que han decidido optar a una carrera que pinta a épica. Por el lado local no estará el actual vencedor, Ivan Basso, que orienta su segunda parte de la temporada al Tour de Francia, pero sí su compañero -y último ganador de la Vuelta- Vincenzo Nibali, que tendrá “de su lado” a Michele Scarponi, un a la baja Stefano Garzelli, Domenico Pozzovivo o Danilo Di Luca, que vuelve a la carrera después de ser sancionado por su dopaje en el Giro de 2009. Capítulo aparte merecen los Androni-Giocattoli de Gianni Savio, que posiblemente se muestren como los grandes animadores de la carrera contando con Emanuele Sella, José Rujano, Ángel Vicioso o José Rodolfo Serpa.
Giro casi extremo en su trazado el que nos presenta Angelo Zomegnan en este 2011. Giro con una montaña casi al límite de sus posibilidades y con dos puntos negativos muy destacables; el número de kilómetros contra el crono, que pone a corredores como Antón, Purito o Pozzovivo con más opciones de las que podrían tener con un recorrido equilibrado, y el número de finales tras bajada en etapas de alta montaña: cero (es muy discutible que el final en Tirano, tras el terreno pestoso ascendente hasta Aprica, sea en bajada). Por contra, son hasta 8 los finales en alto (Montevergine, Etna, Grossglockner, Monte Zoncolan, Gardeccia – Val de Fassa -en la que es la auténtica etapa reina con casi 230km. donde se recorren puertos de paso como Piancavallo, Forcella Cibiana, y los passos Giau y Fedaia-, la ITT a Nevegal, Macugnaga y Sestriére). Adornando a esta salvajada de metros de desnivel (puertos de paso del calado de los de la etapa de Gardeccia, la Finestre o el Monte Crostis) y puertos de Primera y Especiales (hasta 18), habrá una serie de etapas que resultarán perfectamente en el terreno brindado por RCS y gracias a la voluntad que seguro pondrán los corredores. Etapas como la de Livorno con el muro de Castellacio cerquita de meta, el sterrato camino de Orvieto, la más que posible trampa en una hipotética etapa para sprinters como es la de Tropea, el tremendo serrucho que es la 11ª etapa entre Teramo y Castelfidardo (posiblemente el mejor diseño de todo este Giro 2011), o los finales peligrosos para la general que serán los de Tirano y San Pellegrino Terme. Recorrido sobre el que tener esperanzas de gran espectáculo, pero a su vez descompensado y con posibilidades casi nulas para sprinters puros (las de Tropea y Rapallo, con Madonna delle Grazie a poco de meta, son auténticas trampas para los Cavendish, Farrar, Pettachi y compañía).
Ingredientes estos, los de la participación, con un Contador en plan caníbal tratando de comer todo lo posible antes de una posible sanción. Además, contará con las tremendas habilidades de Richie Porte y de sus inseparables Hernández y Navarro. Con Geox-TMC también al abordaje de puntos y resultados con Menchov, Sastre, Duarte y Valls, y con dos italianos con buenas escuadras que quieren que la maglia rosa se quede en casa. Scarponi y Nibali tendrán la responsabilidad de que ese pulso entre azzurri y extranjeros se quede del lado local por segundo año consecutivo y tras las conquistas de Contador en 2008 y Menchov una temporada después. Acuden además con buenos equipos, teniendo el de Messina a Capecchi, Agnoli y al polaco Szmyd, y el de Jesi a Spilak, Marzano o Niemiec como claros lugartenientes. Muchas dudas por resolver, como la de quién será la joven promesa que se destape este año como ya lo hicieran en el pasado más cercano Rujano en 2005, Andy Schleck en 2007 o Richie Porte en la pasada edición. Ojo en este aspecto a Cayetano Sarmiento, Diego Ulissi, Fabio Duarte, Steve Kruijswijk o un Brice Feillu que ha entrado a última hora en el 9 de Leopard Trek y con la necesidad de reivindicar lo que hiciera en el Tour 2009. A partir del sábado disfrutemos de su recorrido, de los finales nerviosos, del sterrato, de los finales en ascenso imposibles tipo Zoncolan, de las trampas a poco de meta o de los inhumanos descensos como el del Monte Crostis. VV Il Giro!