Alberto Contador (Saxo Bank – Sungard): Tras ganar la edición de 2008 llegado directamente desde las playas mesetarias, el ciclista madrileño vuelve a la corsa rosa de forma menos accidentada, dentro de lo convulso de su año 2011, a la espera de una decisión del TAS que marcará todo. Entra que llega y no llega, para Contador el Giro 2011 es una oportunida de reivindicarse como el gran dominador de las vueltas de tres semanas, algo que en realidad nunca ha dejado de ser en los 10 meses que han pasado tras el Tour. La locura de Zomegnan viene bien a su alegre pedaleo en cuesta y a sus características como ciclista, pero seamos serios: ¿qué recorrido en una GT no lo haría? Contador es prácticamente tan buen contrarrelojista como cualquiera de sus rivales y es el mejor escalador del planeta. Las esperanzas para sus rivales son precisamente el recorrido, con infinitas posibilidades de emboscadas, y un equipo que ofrece dudas en el control de carrera. Con todo esto, el de Pinto, con seis victorias en lo que va de temporada (incluidas las generales de Murcia y Cataluña), se presenta en la línea de salida como el rival a batir, con todo lo bueno y todo lo malo que conlleva esta condición.

Vincenzo Nibali (Liquigas – Cannondale): La renuncia de Ivan Basso confirmó lo que por otro lado parecía inevitable: los galones de Vincenzo Nibali en Liquigas son totales. Il Squalo es el número uno del equipo que defiende la maglia rosa de 2010, y sin duda la alternativa más firme del ciclismo italiano para volver a embolsarse el Giro. Aunque aún no ha estrenado su palmarés de la temporada, lo cierto es que ha logrado algunos resultados notables (5º en Tirreno, 10º en Milán-San Remo, 8º en Lieja) sin aparecer a tope. Y nadie duda que en la carrera transalpina estará al máximo de sus condiciones físicas y mentales. Ciclista completo, con muy buenas cualidades tanto cuesta arriba como contra el crono -aunque tampoco importa demaisado en este Giro-, hay que destacar sobre el resto de aspirantes su buen hacer en los descensos y su valentía, dos cualidades que ofrecen muchas posibilidades en estas largas tres semanas.

Denis Menchov (Geox – TMC): Del bueno de Denis se puede esperar lo mejor y lo peor; desde que se muestre como un roca en la alta montaña y un triturador en las cronos hasta que se quede en la primera dificultad del recorrido. Pero siendo como es el Giro su máximo objetivo del año y habiendo demostrado ya su buen hacer hace dos años llevandose la edición del centenario es de esperar que veamos la mejor cara del ruso y este se muestre como un escollo insuperable en la (numerosísima) alta montaña de este Giro. Para tal fin contará con uno de los equipos más fuertes de la carrera, que con Sastre, Cobo y Duarte entre otros contará con numerosos efectivos para ayudar a Menchov a volver a enfundarse la maglia rosa en el podio de Milán.


Michele Scarponi (Lampre-ISD): es en este 2011 uno de los ciclistas que mejor se han portado en la montaña. Con exhibiciones en Chieti o en la Classicissima atacando desde atrás en la Cipressa, el líder del Lampre-ISD acude al Giro con un único objetivo, subirse al pódium que le privó la escapada de Arroyo la temporada pasada. Su camino hacia el Giro no puede ser mejor. Aún sin vencer en ninguna etapa, se mostró como el ciclista más regular en cada una de las cuatro etapas del Giro del Trentino para adjudicarse la prueba ante algunos de los favoritos con quienes se batirá en la ronda italiana. Con un equipo hecho a su medida, el de Jesi se presenta como uno de los ciclistas que pondrán las cosas difíciles a un Alberto Contador para evitar que se lleve su segundo Giro de Italia, un Giro especial para los italianos, el Giro de Michele Scarponi.

Roman Kreuziger (Astana): Demasiados gallos en el corral, debió de pensar el bueno de Roman Kreuziger que habían en Liquigas. Con la marcha de Alberto Contador a Saxo, al checo se le abrió la puerta del Astana y no dudó en aprovecharlo. Este año, será el líder del equipo en su primer Giro de Italia, tras haber doblado en los últimos años Tour y Vuelta. Se espera mucho más de él desde que ganase en 2008 el Tour de Suiza, más allá de sus muestras esporádicas de calidad como el Tour de Romandia o aquel sprint esperpéntico en la Klásica del 2009, o el enorme trabajo para Nibali en la Vuelta a España del 2010. Ha realizado una buena aproximación al Giro, con una victoria de etapa en el Giro de Trentino o la 4ª posición en la Liegè – Bastogne – Liegè. Quizá hay demasiada dureza para él, pero es hora de que de el paso adelante y que demuestre que está capacitado para luchar por una GT.

Joaquim Rodríguez (Katusha): el tríptico de las Ardenas ha acabado para Purito con una sabor agridulce, tras una Liège-Bastogne-Liège que no estuvo a la altura de las dos primeras citas en que se vio superado por Gilbert. Llega al Giro en un punto de madurez idóneo en su carrera deportiva, y como en sus tiempos en Caisse d’Epargne no correrá el Tour centrándose en objetivos que se le adaptan bastante mejor. La Corsa Rosa de este año presenta un gran desequilibrio entra lo montaña y la CRI, por lo que deberá luchar por arañar cualquier segundo cuesta arriba que más tarde le penalizará en la crono. Tiene difícil la victoria con rivales que se manejan mucho mejor en la contrarreloj, por lo que si quiere ganar el Giro deberá pasar a una actitud ultraofensiva.

José Rujano (Androni Gioccatoli): regresa junto a su padrino para rememorar el Giro de 2005. Seis años después, Rujano buscará reencontrarse en la carrera que le dio a conocer al mundo entero. Para ello cuenta con uno de los bloques más potentes cuando la carretera se pone cuesta arriba, y es que en este Giro la montaña está presente hasta la saciedad. El escalador venezolano estará acompañado de otros de los favoritos, Emanuele Sella, para formar una pareja que seguro dará que hablar en el transcurso de la corsa rosa. Su regreso al nivel de 2005 sería una gran noticia para el mundo de ciclismo, y es que el ciclismo echa en falta ciclistas como él.

Dommenico Pozzovivo (Colnago – CSF Inox): La mala suerte se ha cebado con este corredor. Desde su gran Giro del 2008, 9º en la clasificación General, Pozzovivo no ha vuelto a tener suerte en la cursa rosa. No invitado su equipo en 2009 , tras el escandalo de dopaje de Sella, el año pasado volvió de la mano del Colnago, pero tuvo que retirarse en la 13ª etapa. Llega a este Giro en un gran estado de forma. 4º en la Vuelta a Castilla y León y en el Giro de Trentino. Veremos si podemos volver a ver sus dotes de escalador, y quien sabe si dar alguna sorpresa al no ser una rueda a vigilar.

Emanuele Sella (Androni Gioccatoli): genera dudas tras la disputa del Giro del Trentino donde sólo una escapada le aupó a los primeros puestos en el final en alto de Madonna di Campiglio, pero lleva una preparación idónea con concentración en Sestriere incluída. Corre sin presión, unido al desparpajo que despliega a la hora de pedalear le hace ser un ciclista peligroso, la concentración de etapas montañosas y las múltiples opciones de poder recuperar el tiempo perdido en la lucha contra el crono corren a favor de Sella, que junto a Rujano forma una dupla perfecta para el equipo de Gianni Savio.

Igor Antón (Euskaltel – Euskadi): Hay muchas esperanzas puestas con el menudo ciclista de Galdácano y esta edición de la corsa rosa. Tras su dramático abandono en la última Vuelta, cuando tenía todo a favor para ganar, Fuji va a participar en la vuelta de tres semanas que más se amolda a su biotipo ciclista. Como escalador puro, casi rara avis dentro del pelotón, Zomegnan ha diseñado un recorrido perfecto para él. Correrá con poca presión, en una carrera poco importante para Euskaltel, pero con la ilusión de la afición vasca detrás de él. Lo único que tiene que demostrar es que puede acabar una GT arriba en la general; y ‘acabar’ no es una expresión banal.

Tiago Machado (Team RadioShack): partiendo como líder de los Bruyneel Boys, Machado tiene ante sí la primera gran oportunidad de su carrera de luchar por una clasificación general en una Gran Vuelta. No tendrá a su favor el apoyo de un gran equipo, pero Rovny, Deignan y Popovych siempre podrán echarle una mano en los momentos más complicados en la altísima montaña de este Giro. Ha declarado no tener como objetivo concreto obtener un gran resultado, aunque sí que ha confesado que para él es un sueño poder tener esta oportunidad. Viene de hacer un gran Giro del Trentino. Hay que tenerla en cuenta para un posible Top10.

David Arroyo (Movistar Team): su podium de la edición podría colocar más arriba en nuestro ranking de favoritos, pero no olvidemos que todo fue fruto de la fuga de L´Aquila. Desenvolviéndose a la perfección ante corredores de la talla de Vinokourov o Scarponi, el de Movistar consiguió permanecer en un podium que se pagó carísimo y que ha terminado siendo el mejor resultado de un corredor que ya pasa la treintena y, con más motivo para la satisfacción, tiene en el Giro una de sus carreras fetiche tras los buenos resultados en 2007, 2009 y, sobre todo, 2010.

Marco Pinotti (Team HTC – HighRoad): Habiendo conseguido ya un sensacional noveno puesto en la durísima edición del año pasado y subiendo más a cada año que pasa, Il professore es uno de los candidatos más sólidos a lograr un Top-10 en la clasificación final de este año. Desde luego el recorrido no acompaña al corredor de Osio Sotto, pero su veteranía y buen hacer seguro que terminan deparándole un buen sabor de boca al final de este Giro con una decente clasificación y quizás una etapa más para su palmarés.

Carlos Sastre (Geox – TMC): su inicio de temporada podría catalogarse de calamitoso si no estuviésemos hablando del abulense, pero siendo él, todo es relativo. Ha seguido el patrón de la temporada anterior -en la que su equipo tenía semi-garantizada la presencia en las tres GTs- de correr poco (sólo Catalunya y Murcia) sin conseguir resultados destacables para llegar al Giro fresco y poder sacar a relucir sus facetas como ciclista. Cuanto más lejos esté de los micrófonos mejor le irá, aunque nosotros menos nos divertiremos; en el plano deportivo, es de locos pensar en él para la general, pero las victorias parciales siguen estando a su alcance.

Kevin Seeldrayers (Quick Step): sus problemas cardíacos parecen ya cosa del pasado, y aunque parece difícil que volvamos a ver este año al joven que con 22 años se llevó el maillot blanco de los jóvenes en la Corsa Rosa de 2009, sí que parece que este año ha recuperado el golpe de pedal perdido en 2010. Más allá de conseguir resultados, que puede conseguirlos, su gran objetivo debe ser reencontrarse con él mismo. Más allá de no saber cómo se adaptará a los grandes colosos transalpinos, por el momento esta temporada se ha dejado ver en la media montaña de la Itzulia mostrando su cara más combativa, lo cual es una grandísima noticia para los aficionados.