El ciclismo, como la vida propia, ofrece oportunidades. Momentos que, por distintas circunstancias, pueden ayudar a mejorar situaciones difíciles o, simplemente, mejorarlas. En esas se encuentra Andrea Guardini ante el comienzo de su segunda temporada en las filas de Astana. El velocista italiano encuentra en las primeras competiciones de la nueva campaña la oportunidad para resarcirse de un mal primer año en la élite de ciclismo y ganar peso en una formación que, debido a su escaso rendimiento, no apostó por él en ninguna de las grandes citas de 2013.

Un rendimiento por debajo de lo esperado que se traduce en una única victoria. Langkawi, tierra prometida para Andrea Guardini, ofreció el triunfo con el que cerró la campaña. El resto de la temporada se simplifica a dos segundos puestos en Turquía y Langkawi y la cuarta plaza en el Scheldeprijs. El resto, mayoritariamente, abandonos. Casos de Catalunya, Dunkerque, Bélgica, Austria,…hasta contabilizar siete retiradas. “Después de Langkawi tuve problemas de estómago y un resfriado, pero quizás fue un virus” mostró el velocista a la Gazzetta dello Sport como posibles causas de su bajo rendimiento.

A pesar de la mala campaña Andrea Guardini saca un punto positivo. “No considero que sea un año negativo, si no un año en el que aprendí mucho. Se aprende más de las situaciones difíciles, para salir de ellas hay que trabajar, uno no puede detenerse y lamentarse” afirma un corredor que en 2014 buscará regresar por el camino del éxito que le rodeo en su etapa en la Farnese Vini – Neri Sottoli.

El podio, objetivo de Guardini.

El podio, objetivo de Guardini.

Para ello comenzará con buen punto la temporada. Una forma que afinó en Calpe, en la concertación de Astana, para tratar de obtener resultados y victorias en los primeros meses de competición. Un triunfo que no solo levante del ánimo del corredor si no que haga que la confianza de los dirigentes kazajos aumente para ganarse un hueco en un calendario más notorio. Así lo advierte Guiseppe Martinelli que sostiene que “en Dubai y Qatar tiene que ganarse su plaza para la Tirreno – Adriático o París – Niza, de lo contrario irá de nuevo a Langkawi. Después, en la primavera, tendrá que demostrar que merece un hueco para el Giro de Italia”.

El Tour Down Under será el punto de partida de la competición para un Andrea Guardini bien sabedor que “las mejores oportunidades para los velocistas se encuentran en el comienzo de temporada”. Buena climatología, terreno prácticamente llano y un sin fin de oportunidades en tres pruebas que pueden convertirse en el punto de partida de una nueva situación deportiva dentro de Astana.