¿Qué es Tom Dumoulin? Todos, y si no todos, muchos, diríamos que un hombre para vueltas por etapas. Ha demostrado subir bien -a pesar de sus casi 190 centrímetros y más de 70 kilos- con resultados muy potables durante 2012 en perfiles para gente más fina como en Andalucía (6º en la general final) y en Burgos (10º). Al chico le debe gustar España, porque aquel año debutó en rondas de tres semanas haciéndolo en la española. Y ya en 2013 ha debutado en el Tour, metiéndose incluso en escapadas tratando de ser protagonista.
La pasada temporada ha supuesto para Tom Dumoulin, uno de esos proyectos que tenían pinta de pasar sí o sí con Rabobank al World Tour -de hecho se hizo Pro con el equipo de desarrollo-, pero que al final, con las cosas claras, decidió hacerlo con 1t4i (posteriormente Argos – Shimano), un pasito adelante en eso de las rondas por etapas. Andalucía y Burgos tienen más alta montaña que Bélgica y ENECO Tour, pero a nadie le amarga un dulce, y para el neerlandés acabar 5º en Tour de Belgique y 2º en la vuelta con pavé de agosto han sido resultados bastante positivos. No obstante, una de ellas, el ENECO, es World Tour.
Y no solo esos dos fueron sus resultados buenos de 2013. En carreras de un día, donde no se le presuponen oreviamente tantas cualidades pero en las que ha demostrado tenerlas, también ha hecho cosas a tener en cuenta: tanto en el nacional neerlandés (2º) como en Wallonie y en Lombardia lo hizo bien. Lo que cabe de esperar en Tom Dumoulin la próxima temporada es un paso más en su evolución, constante, pertinaz y estable, pero consiguiendo más resultados (victorias, más bien) allí donde su equipo no destaca -en las generales de vueltas por etapas-. Y es que, además, lo están pidiendo a gritos firmando a corredores de ese perfil (solo Warren Barguil poseía ese perfil en 2013 junto Dumoulin) como Lawson Craddock, Chad Haga, Daan Olivier o el más veterano Dries Devenyns.
Pero no debe olvidar esa faceta de corredor para un día, porque Argos – Shimano también le va a necesitar en clásicas de perfil quebrado -demasiado exigentes para Jhon Degenkolb, y no digamos ya para Marcel Kittel-. Para esos menesteres, para que el maillot de la estructura liderada por Iwan Spekenbrik, que cambiará de patrocinador principal a partir del 1 de enero, se vea más, Dumoulin no contará con mucha ayuda en, digamos, la Amstel, Lieja, San Sebastián o Lombardía.
Solo Simon Geschke, más quizás Barguil, podrían estar “ahí”, por lo que el papel de Dumoulin se antoja imprescindible para el equipo neerlandés en 2014. Es su hora, tiene que dar un paso adelante y conseguir victorias y estar un poco más adelante en carreras del máximo nivel. ¿Está preparado?