El ciclismo, en toda su extensión, desde sus orígenes y como concepto en sí mismo, está hecho para los valientes. Ellos son los que quedan en la memoria colectiva, los héroes y afortunadamente muchas veces también son los ganadores. En éste paraíso utópico de las dos ruedas el rácano y el especulador, como si fuera el malo de las películas de Hollywood, suele perder, dando sentido a la expresión “justicia poética”. Cuando Niels Albert (BKCP – Powerplus) asomaba en última posición tras las primeras curvas del rápido y sencillo circuito de Gieten, todo hacia pensar que su carrera estaba acabada. Pensar en remontar sólo una fila de cincuenta ciclistas, la mayoría de ellos de alto nivel, en uno de los trazados más ruteros de la temporada era una locura… pero delante la actitud perezosa y pícara comenzó a convertir en realidad un imposible.
Albert se veía obligado, tras la exhibición de ayer en la arena de Koksijde, a emplearse a fondo desde el primer metro si no quería salir con un rosco de su vista al Drenthe, y se alío con un Kevin Pauwels (Sunweb – Napoleon Games) que también había tenido problemas en el primer giro para comenzar una remontada imposible. En el horizonte se reflejaban multitud de grupúsculos de corredores prácticamente ‘amateurs’ que se interponían y ponían distancia entre ellos y la cabeza de carrera, en la que a cada instante cambiaba la cara del director de orquesta. La gran salida de un fantasmagórico Radomír Simunek (Kwadro – Stannah) -hasta hoy completamente desaparecido- fue anulada instantáneamente por su compañero y compatriota Martín Bina, quien fue sustituido por una ristra de nombres infinita entre la que podemos encontrar a Klaas Vantornout (Sunweb – Napoleon Games), Corné van Kessel, Tom Meeusen, Rob Peeters (Telenet – Fidea) o Julien Taramarcaz (BMC MTB Racing), todos ellos con un ojo puesto en la siguiente curva y el otro en comprobar si su cambio de ritmo había surtido efecto alguno para inmediatamente después, apartarse y dejar a otro el muerto de un aire que soplaba, de nuevo, con una fuerza tremenda en suelo neerlandés.
Una lista negra en la que no podemos incluir a Sven Nys (Crelan – Euphony), quien hoy vio el anverso de la moneda, la parte más cruda y negra del ciclocross. La de la desgracia, la mala suerte que arrebata de las manos aquello ganado a fuerza de golpes de talón. Porque él, actuando contra natura, sí que buscó con ahínco una selección del cada vez más numerosa del grupo de cabeza hasta en dos ocasiones. La segunda, cuando la silenciosa de lucha de Albert y Pauwels llegaba a puerto y elevaba a veinte el conteo del pelotón líder, sin haber llegado aún a media carrera. El ‘Kanibaal’ abría un hueco que nadie había conseguido antes y cabalgaba avezado en seleccionar un carrera que se estaba tornando anodina para el espectador y muy compleja para el corredor; pero cuando ya había consolidado un pequeño margen con Taramarcaz y Vantornout la fatalidad de cebó con él: en apenas dos minutos se caía y rompía el cambio.
Nys tenía que emprender a pie un infernal paseo hasta la zona de boxes que le haría perder cerca de minuto y medio, que sin embargo no le haría cejar en su empeño. Nueva bicicleta y, sólo, camino de la quimera de entrar otra vez en la zona de puntos del mismo modo que Albert y Pauwels estaban luchando por lo que era imposible media hora antes, la victoria. Y por unos instantes daba la sensación de que el coraje volvería a ser premiado ante la indecisión reinante de la camarilla de cabeza en el que ni Bína, ni Meeusen ni Philipp Walsleben (BKCP – Powerplus) luchaban de verdad por su apuesta. Pero apareció el valiente.
Tras muchas penurias y una batalla mental y física que no todos pueden soportar, Albert y Pauwels se establecían delante al fin al comienzo de la octava vuelta. Momento para tomar aire, ver a los rivales, pensar en una buena estrategia… reacciones habituales que no entran en el vocabulario de un campeón como el de Bonheiden. De casta pura de ‘flandrien’, el ex-campeón del mundo muere matando y en cuanto puso se puso primero estableció su marcha de crucero. Y la cuadrilla de cabeza se empezó a estirar por primera vez desde la caída de Nys, tensándose lo suficiente hasta que terminó de romper en el primer eslabón con síntomas de debilidad. Peeters cometía un error en uno de los pasos de arena y perdía tres segundos vitales para que Vantornout, Lars van der Haar (Rabobank Development Team) y el propio Albert pusieran tierra de por medio.
La situación ahora se antojaba clara, tres hombres dando relevos a tope para aumentar la ventaja y detrás dudas sobre quien o quienes tomarían la responsabilidad de la persecución. Pues no, Albert se mantuvo machacón en su empeño y Meeusen y Walsleben no dudaron un solo segundo en salir a la búsqueda del trío nuevo. ¿Las consecuencias?:
- Vantornout terminaba por explotar intentando seguir la rueda del de Bonheiden
- Los dos jóvenes talentos de Telenet-Fidea y BKCP-Powerplus se marchaban juntos a la caza del podio
- Sven Nys terminaba por ceder en su empeño y abandonaba la carrera
Faltaban dos vueltas y media y la nebulosa se había disipado con la entrada de la infantería. Dos hombres batallarían por el primer puesto y otros dos -de no haber ningún despiste o error por parte de los primeros- se jugarían la plaza restante del cajón. Sin embargo, no buscarían sus objetivos de la misma forma. La esperanza por parte de los rastreadores de que el dúo parara o se dejara de entender en algún momento les llevó a colaborar hasta los últimos instantes en busca de una victoria que les sería esquiva, pero
La posición de poder de Van der Haar y Albert les llevó a enfrentarse a esta nueva situación de forma diferente. Para empezar, el campeón neerlandés no rehuyó su responsabilidad ni se asustó del ‘crack’ de Vantornout y no sólo entró al relevo del pupilo de Roodhooft, sino que intentó aprovechar el extremo esfuerzo de éste para sacarle de punto y escaparse sólo hacia el triunfo en casa. Una idea que tuvo que desechar; el Albert de siempre ha vuelto y su gas a lo largo de este fin de semana parece ilimitado, de modo que se echó a un lado y dejó al belga toda la responsabilidad, sabedor de que al sprint era mucho más rápido y que el trazado adolecía de puntos difíciles en los que soltar a un corredor de su nivel. Uno tenía que atacar, y el otro, aguantar. Así se planteaba la mano y así de terminaría de decidir. Tras el penúltimo paso por meta, el ritmo de Albert decrecía, esperando el momento adecuado para cambiar el ritmo. O mejor dicho, los momentos.
La subida a una vaguada fue el primer punto en el que aceleró el flamenco y fue en el que más cerca estuvo de lograr su objetivo, seguido por la entrada en el tramo de arena junto al lado y la obligada zona de pateo que las cintas y la misma arena proponían. La supuesta menudez de Van der Haar no fue ningún inconveniente en ninguna de estas lides y llegaba a la zona llana con el objetivo cumplido; ahora sólo tendría que medir bien la distancia y la victoria sería suya. Sin embargo, aquí es donde la suerte, el destino o, nunca mejor dicho, la mala pata, tomó su papel en la película. El neerlandés no acertaba a meter el pie en la cala en el momento de volver a subirse en la bicicleta -error que Meeusen no cometería y sin el que finalizaría tercero- y daba a Albert los diez metros suficientes para que consiguiera completar una remontada espectacular para irse de descanso a tierras valencianas con un doblete y el liderato del Superprestige.
Clasificación final:
1. Niels Albert (BKCP – Powerplus) en 1:01:35
2. Lars van der Haar (Rabobank Development Team) a 0:08
3. Tom Meeusen (Telenet – Fidea) a 0:15
4. Philipp Wasleben (BKCP – Powerplus) a 0:15
5. Marcel Meisen (Kwadro – Stannah) a 0:30
6. Kevin Pauwels (Sunweb – Napoleon Games) a 0:36
7. Martín Bina (Kwadro – Stannah) a 0:36
8. Bart Aernouts (AA Drink) a 0:36
9. Klaas Vantornout (Sunweb – Napoleon Games) a 0:36
10 Rob Peeters (Telenet – Fidea) a 0:36
Clasificación del Superprestige (tras 5 pruebas de 8):
1. Niels Albert (BKCP – Powerplus): 66 puntos
2. Sven Nys (Crelan – Euphony): 58 puntos
3. Klaas Vantornout (Sunweb – Napoleon Games): 58 puntos
4. Philipp Walsleben (BKCP – Powerplus): 53 puntos
5. Lars van der Haar (Rabobank Development Team): 53 puntos
6. Tom Meeusen (Telenet – Fidea): 44 puntos
7. Kevin Pauwels (Sunweb – Napoleon Games): 38 puntos
8. Rob Peeters (Telenet – Fidea): 34 puntos
9. Bart Aernouts (AA Drink): 33 puntos
10. Thijs van Amerongen (AA Drink): 28 puntos