Nacimiento y entorno del equipo
Corrían mediados del año 2008 y quedaban lejos los míticos equipos ciclistas holandeses de las décadas de los ‘80 y ’90, donde los equipos de los Países Bajos eran los dominadores del pelotón y en las que en prácticamente todas las carreras los neerlandeses tenían referencias en los puestos de cabeza. Pero en este 2008 apenas queda de ese gran número de equipos puros de los Países Bajos; el Rabobank, que ha sido el verdadero referente holandés de los últimos casi 20 años; el Skil-Shimano de la época comandado por Iwan Spekenbrink y donde sus mejores ciclistas eran los De Backer, Van Hummel o Cyril Lemoine, y varios equipos pequeños cuyo calendario abarcaba las carreras de las regiones del país, como el Cycling Team Jo Piels o el Van Vliet – EBH de Iwan Van Zandbeek -donde se crió Joost Van Leijen y donde corrió el ex de T-Mobile Bram Schmitz-.
En este entorno nace en el verano de 2008 un equipo que buscará a partir de la temporada 2009 estar en la cima del ciclismo neerlandés de la mano del actual manager en aquella época del P3Transfer-Batavus; Daan Luijkx. Denominado como Vacansoleil por la empresa que lo patrocinó, dedicada a los campings y al alquiler de autocaravanas y a la que acompañaba Batavus, marca de bicicletas, nace un nuevo equipo con aspiraciones en los Países Bajos.
Con sede en Eindhoven se crea el nuevo equipo con una filosofía de cantera y con mucho de aquel equipo de Daan Luyckx junto con buena parte del Cycle Collstrop de Hilaire Van der Schueren y de Michel Cornelisse que serían los directores acmopañando a Luyckx. Vacansoleil era un proyecto cuya idea inicial era de un mínimo de cuatro años y que comenzaba con el equipo en la categoría Continental Profesional y un presupuesto cerca de los 3 millones de euros, cifra que ya querrían equipos ProTour de la época. Un equipo nuevo con unas miras altas como era de esperar en los patrocinadores holandeses amantes del ciclismo de alto nivel, y con el objetivo de conseguir una participación en una de las tres grandes vueltas antes de sus primeros 2 años.
Se crea una plantilla muy compensada y de alto nivel, con ciclistas de mucho futuro y proyección en edades jóvenes que empezaban a obtener resultados importantes por aquella época en carreras menores. A su vez otros más veteranos y con una carrera ya de nombre en la élite ciclista. De aquel año se destacaría a Björn Leukemans que sería el ciclista referencia del equipo que venía avalado por un cuarto puesto en Roubaix, pero que su rendimiento no estaba muy claro tras la sanción por dopaje de la que regresaba. También estaba en esa plantilla Bobbie Traksel, una especie de 4×4 con poca constancia y mucho talento que venía del P3Transfer con la vitola de conseguir victorias importantes en Bélgica y Holanda. También formaría parte del equipo Baden Cooke con un gran presente en Europa y con un gran número de victorias que había pasado por el conocido Unibet.com o la FDJ entre otros.
Otro que estaría en ese equipo era Matteo Carrara, ciclista con buen nombre en esa época. Junto a ellos, ciclistas del nivel de Borut Bozic o Marco Marcato que venían de la LPR, y se unieron en el Cycle Collstrop unos jovencísimos Lieuwe Westra que prometía un buen futuro, Johnny Hoogerland con muy buenos resultados en carreras belgas y francesas, tanto de un día como de una semana la temporada anterior, y Wout Poels, que venía de ganar la Vuelta a León tras un mano a mano con Lars Boom. Además estuvieron a punto de hacerse con los servicios de Thomas Dekker o Wim de Vocht (Silence – Lotto), que finalmente no se incorporaron a la disciplina del equipo.
2009. Un debut increíble
El presupuesto, los objetivos, los ciclistas, absolutamente todo estaba preparado y listo para que comenzara una nueva firma ciclista y un nuevo equipo en el ciclismo holandés. Fue a primeros de enero, curiosamente en una carrera ProTour, el Tour Down Under, lo que nadie podría imaginar es que ese debut ante los mejores equipos del mundo se saldaría con un segundo puesto en la primera etapa del Down Under de la mano de Baden Cooke, que no pudo imponerse a André Greipel que comenzaba a despuntar en el Team High Road. Esto dejaba un sabor agridulce con el hecho de haber podido estrenar el maillot con victoria.
Apenas 20 días después el equipo de Daan Luyckx de la mano de Björn Leukemans se imponía en la que sería su primera victoria de su historia. Una etapa de la Estrella de Bessèges en la que Leuki se imponía en solitario por delante de Thomas Voeckler (Bbox Bouyges Telecom). Habiéndose quitado prácticamente en su segunda carrera la presión de ganar y los nervios que esto puede provocar, a comienzos de marzo llegaron dos victorias más para la escuadra de la mano de Johnny Hoogerland en la Driedaagse Van West Vlaanderen, llevándose la primera etapa y la general.
A partir de aquí, mucha presencia del equipo en los podios, tanto en etapas como en generales, con la victoria del Tour de Picardie y una etapa de Lieuwe Westra, dos etapas de Borut Bozic en el Tour de Bélgica, un podio de Marcato en el Tour de Luxemburgo, o la primera gran victoria en carrera ProTour de la mano del esloveno Borut Bozic al sprint devolviéndole la moneda a Greipel en la llegada de la primera etapa en Varsovia del Tour de Polonia.
Su primera grande en su primer año
Estos buenos resultados durante el año supusieron una gran noticia que fue la invitación a la Vuelta a España, consiguiendo así el objetivo que se habían marcado para los dos años siguientes. Una Vuelta a España que comenzaba en Assen, en territorio holandés, y en el que tenían que mostrarse sí o sí ante su público. Se presentaron con un equipo de garantías en la ronda española: Jens Mouris, Lieuwe Westra, Marco Marcato, Johnny Hoogerland, Borut Bozic, Matteo Carrara, Sergey Lagutin, que lucía su maillot de campeón uzbeco, Matthé Pronk y Björn Leukemans. Un equipo con muchas opciones y con el objetivo de dar la cara durante los 21 días.
Por supuesto, no fallaron; desde el primer día con Mouris, cuarto en el prólogo, en Venlo, Greg Henderson quitaba la victoria sobre la línea de meta a Bozic dejando un segundo puesto en el seno del Vacansoleil. Pero, varios días después, llegó la gran sorpresa porque Bozic se impuso a Farrar y Bennati en Xátiva consiguiendo la que sería la primera victoria en una Gran Vuelta para el equipo. Con esta en el bolsillo, dos veces más estuvieron a punto de repetirla con el mismo Bozic en la llegada a Madrid y Marcato en la llegada de Caravaca de la Cruz terminando terceros. En la Vuelta empezamos a querer a este equipo por cómo corría. El ejemplo más obvio fue la llegada, exhausto, arremangado, de Hoogerland en Aitana (ver imagen).

Bozic se impone a Farrar en Xátiva. Foto: AFP
El mismo Hoogeland fue protagonista de otro gran momento antes de terminar la temporada: en el Giro de Lombardia mostraba una camiseta-homenaje a Frank Vandenbroucke, fallecido cinco días antes en Senegal (ver imagen). En definitiva, la temporada para un equipo recién creado fue bastante buena, sobre todo al ser un equipo nuevo que luchaba en muchas carreras ProTour, siendo finalmente invitado a 10 y mostrándolo con buenas actuaciones que refrendó y puso la guinda Bozic en Xátiva. Dejaron ver durante la temporada un equipo, el Vacansoleil, con futuro que pretendía demostrar que la existencia del nuevo equipo holandés no era más que una realidad y que lucharía con el Rabobank en pocos años en la máxima categoría del ciclismo mundial. Y, además, gustando por su forma de correr.
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