@carlosbernabeu

Venía de realizar una de las mejores temporadas de su vida, quizá la mejor. Dominó en el pavé con mano de hierro y no dejó ni las migajas para sus rivales. Con toda la intención de reeditar dicho dominio encaraba Tom Boonen la temporada 2013. No empezó el año con buenas noticias, pues una operación de codo y una hospitalización debido a una infección de hombro retrasaban y condicionaban su preparación. El invierno no fue sencillo para Tommeke.

A pesar de los problemas físicos, el ciclista de Mol debutaba en el Tour de Omán metiéndose en un par de llegadas masivas y dejando buenas sensaciones. Pronto las malas noticias se repetirían. En plena preparación para las grandes clásicas de piedras, más concretamente en la Gent – Wevelgem, una caída le hacía abandonar y las dudas se cernían sobre el líder de Omega Pharma – Quick Step. Forzó para correr un par de etapas de Los Tres Días de La Panne y apurar su puesta a punto.

Así pues, Tommeke tomaba la salida en De Ronde partiendo como uno de los principales favoritos junto con Fabian Cancellara y Peter Sagan. No se habían completado ni 20 kilómetros de carrera cuando el campeón belga caía y se golpeaba en la cadera. Abandono y visita rápida al hospital. Una serie de pruebas confirmaban los peores presagios, Boonen no podría tomar la salida en la Paris – Roubaix donde ambicionaba defender su título de 2012 y convertirse en el primer ciclista en ganar cinco veces en el Infierno del Norte. Decepción absoluta para Tommeke y OPQS.

Algo más de un mes después de la caída, Boonen participaría en la carrera de casa. La Vuelta a Bélgica presenciaría en las dos primeras etapas sendos disparos al palo del belga. No pudo terminar la clásica Halle – Ingooigem ni defender su trikleur abandonando también el nacional belga. De nuevo para casa tras la segunda etapa de la Vuelta a Austria, definitivamente no estaba siendo el mejor verano de su carrera. A pesar de todo, el mejor momento de la temporada para Tommeke llegaría en el Tour de Wallonie. Allí la segunda etapa le vio por fin alzar los brazos y disfrutar de su única victoria de la temporada.

Cuando parecía que por fin remontaba el vuelo y podía desquitarse de tanto sinsabor en el tramo final de la temporada, un quiste en el perineo le apartaba de las carreteras para el resto de la temporada a mediados de agosto, poniéndole un doloroso fin a su particular annus horribilis. Resignado, el campeón reconocía que necesitaba descanso. Ha manifestado que este periodo de inactividad debe inspirarle para ser mejor. Esperemos que así sea. Tom Boonne mira con ganas el 2014.

cWallonieBoonen